Madrid era Leipzig
Oscar Gershensohn con La Capilla Real de Madrid y Alberto Mart¨ªnez Molina con Hippocampus abarrotan la parroquia del Perpetuo Socorro
Todo empez¨® en 2004. Oscar Gershensohn con La Capilla Real de Madrid y Alberto Mart¨ªnez Molina con Hippocampus unieron sus fuerzas para desarrollar en iglesias y recintos hist¨®ricos de la capital un ciclo con la integral de las cantatas y otras obras de m¨²sica religiosa de Bach. Este fin de semana culmina la extraordinaria experiencia- 150 conciertos, casi 70.000 espectadores- con la primera de las cantatas de Navidad, la BWV 248, la BWV 143 y la popular BWV 147. De esta ¨²ltima se invit¨® al p¨²blico, que abarrotaba ayer la parroquia del Perpetuo Socorro, de la calle de Manuel Silvela, a cantar como propina el coral Jesus bleibet meine Freude, de la BWV 147 -se repartieron partituras- en una atm¨®sfera de alta tensi¨®n emocional, que propici¨® las l¨¢grimas tanto del p¨²blico como de excelentes instrumentistas como Ruth Verona, violonchelo, o de Elena Borderias, viola, o el nudo de en la garganta de la extraordinaria violinista Kerstin Linder-Dewan. El p¨²blico respondi¨® al reto y Madrid, por unos momentos, parec¨ªa Leipzig. Era Leipzig.
El concierto transmiti¨® una irresistible vitalidad desde el comienzo, como si las primeras palabras del coro de la cantata BWV 248. ¡°Regocij¨¢os, alegraos¡±- fueran una contrase?a. Gershensohn impuso un ritmo fren¨¦tico, demostrando una gran complicidad con sus m¨²sicos y cantantes. Todos sonre¨ªan. Bach resultaba cercano, incluso familiar. Los puristas seguro que sacan m¨¢s de un defecto. En esta ocasi¨®n era secundario, pues lo que m¨¢s importaba era el esp¨ªritu de fiesta, de aventura art¨ªstica compartida. Marta Infante e Inma F¨¦rez brillaron particularmente entre los solistas vocales. Y Alberto Mart¨ªnez desde el ¨®rgano, y¡Pero lo que realmente contaba era el lado solidario, colectivo. Esta tarde se pone, en la misma iglesia a las 16 horas, el punto final de esta iniciativa ejemplar, que ha contado con 21 grupos y con solistas invitados de la talla de Gustav Leonhardt y Christophe Coin. Por valent¨ªa y por tenacidad este proyecto ha sido de los de quitarse el sombrero.
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