Evitar el abrazo del oso
Cuanto mayor es la necesidad del Gobierno de atender las propuestas de la oposici¨®n, menores son los incentivos para entrar en el Gobierno.
En los sistemas parlamentarios, los Gobiernos deben tener la confianza del Parlamento para impulsar sus pol¨ªticas, y si un Gobierno consigue garantizar el apoyo estable de la mayor¨ªa absoluta de los diputados, sus decisiones no encontrar¨¢n ning¨²n obst¨¢culo en la tramitaci¨®n parlamentaria. Por ello, cuando la formaci¨®n pol¨ªtica ganadora de unas elecciones no alcanza la mayor¨ªa absoluta tiene tres opciones para asegurar el apoyo parlamentario: crear un Gobierno de coalici¨®n que sume dicha mayor¨ªa y compartir carteras con otro partido, formalizar por escrito un pacto de legislatura con una formaci¨®n pol¨ªtica ajena al Gobierno o establecer acuerdos puntuales con distintos partidos en funci¨®n de las pol¨ªticas que se quieran aplicar.
Tal como se?alan las teor¨ªas formales o racionales sobre el fen¨®meno coalicional, CiU sabe que la opci¨®n del Gobierno compartido conlleva un mayor bloqueo de los apoyos interpartidistas (basados en la distribuci¨®n del poder y en la negociaci¨®n de pol¨ªticas) y que en momentos de profundas crisis poli¨¦dricas suele ser la mejor alternativa. En cambio, los pactos de legislatura son menos integrales, m¨¢s flexibles y no eliminan la presi¨®n de los partidos que deciden apoyar al Gobierno; y los acuerdos ad hoc generan mayor incertidumbre gubernamental y una negociaci¨®n constante de votos y abstenciones para facilitar la acci¨®n de gobierno. Por todo ello, CiU propuso inicialmente a ERC la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n (tras descartar un PP hostil y un PSC debilitado y desconcertado ante la opci¨®n soberanista de CiU).
En cambio, en ERC se han formulado las mismas preguntas que las teor¨ªas coalicionales multidimensionales al constatar la proliferaci¨®n, en las democracias parlamentarias occidentales, de Gobiernos minoritarios con un apoyo externo negociado, expl¨ªcito y estable. A saber: ?participar en el Gobierno y corresponsabilizarse de toda su actividad es una condici¨®n necesaria para obtener beneficios y conseguir objetivos pol¨ªticos?, ?qu¨¦ motivos racionales empujan a muchos partidos que est¨¢n en una situaci¨®n similar a la de ERC a preferir el apoyo externo y no entrar en el Gobierno?
Las respuestas las hallamos en el an¨¢lisis de cuatro ¨¢mbitos de los que se derivan cuatro objetivos pol¨ªticos. El ¨¢mbito del Gobierno y el objetivo de obtener cargos: ERC, a pesar de no estar en el Gobierno, puede proponer determinados cargos del sottogoverno o influir en su nombramiento. El ¨¢mbito parlamentario y el objetivo de impulsar pol¨ªticas: en el acuerdo formal entre CiU y ERC se explicita el compromiso de estabilidad parlamentaria para apoyar conjuntamente los puntos program¨¢ticos expresados en el mismo. El ¨¢mbito electoral y el objetivo de obtener m¨¢s votos en futuras contiendas electorales: ERC quiere seguir creciendo electoralmente y evitar el desgaste que supone gobernar en periodos de crisis. Finalmente, el ¨¢mbito interno del partido y el objetivo de preservar su cohesi¨®n: ERC no quiere reproducir las luchas internas que gener¨® la entrada en el Gobierno de CiU en 1984 y su presencia en el segundo tripartito. Si los l¨ªderes pol¨ªticos saben combinar los objetivos de estos cuatro ¨¢mbitos, la decisi¨®n de mantenerse en la oposici¨®n y pactar con el Ejecutivo (que, por cierto, no son t¨¦rminos contradictorios) puede generar m¨¢s beneficios que los costes derivados de la participaci¨®n en el Gobierno en plena crisis econ¨®mica y en una legislatura llena de incertidumbres.
Por otro lado, ERC tambi¨¦n es consciente de aquella m¨¢xima que se?ala que la disminuci¨®n de la fortaleza parlamentaria del partido que gobierna (CiU ha pasado de 62 a 50 diputados) incrementa la capacidad de los partidos de la oposici¨®n para condicionar su actuaci¨®n y obtener beneficios. Es decir, cuanto mayor es la necesidad del Gobierno de atender las propuestas de la oposici¨®n, menores son los incentivos para entrar en el Gobierno. En este sentido, la cl¨¢usula quinta del pacto entre CiU y ERC, que establece la plena libertad de acci¨®n pol¨ªtica de sus grupos parlamentarios en todos los aspectos no previstos en el documento, es fundamental para que ERC pueda presionar, mantener una distancia prudente y evitar as¨ª el abrazo del oso convergente.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB
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