Una prestaci¨®n acorde con la crisis

Las Ayudas de Emergencia Social (AES) pueden ser un elemento relevante cuando Euskadi se halla en situaci¨®n de ¡°emergencia nacional¡±, en palabras del lehendakari, I?igo Urkullu, que muchos pol¨ªticos del PNV han repetido despu¨¦s en sus discursos.

La decisi¨®n de devolver las AES a su situaci¨®n de partida se encuentra ahora en manos de Juan Mar¨ªa Aburto, consejero de Empleo y Pol¨ªticas Sociales ¡ªla nueva denominaci¨®n de la cartera¡ª, quien deber¨¢ firmar en los pr¨®ximos d¨ªas la orden que fije los criterios para su concesi¨®n en 2013.

Aburto hereda de Gemma Zabaleta ¡ªy de su propia gesti¨®n, hasta hace a?o y medio, en la cartera de Acci¨®n Social en la Diputaci¨®n de Bizkaia¡ª una Euskadi con niveles de pobreza inferiores a la media europea. ?La raz¨®n? ¡°La crisis no pone en entredicho todos los avances observados hasta 2008, manteni¨¦ndose las tasas de pobreza y de precariedad real de 2012 lejos de los niveles de 1986 y 1996. Esta realidad se asocia en gran medida al impacto positivo del sistema de prestaciones¡±, se?ala el ¨²ltimo estudio sobre pobreza y desigualdades sociales elaborado por el Ejecutivo vasco.

Esas prestaciones son de tres tipos: la Renta de Garant¨ªa de Ingresos (RGI), la Prestaci¨®n Complementaria de Vivienda (PCV) y las Ayudas de Emergencia Social (AES). Mientras que las dos primeras son ayudas mensuales para personas en una situaci¨®n m¨¢s compleja, las AES suponen una ayuda puntual para familias con ingresos que pasan por dificultades en momentos concretos.

El citado estudio aprecia un aumento de la pobreza del 28% con respecto a 2008. Los porcentajes apuntan a cifras escalofriantes: 114.000 personas en situaci¨®n de pobreza real, 124.608 ciudadanos que no pueden afrontar gastos b¨¢sicos, casi el doble que hace cuatro a?os, y otros 46.000 que pasaron hambre en el ¨²ltimo a?o.

Sin embargo, la crisis no est¨¢ afectando a todas las capas sociales por igual ¡ªde hecho, aumenta el n¨²mero de personas en situaci¨®n de bienestar¡ª, lo que lleva a pensar que ¡°la pobreza y la precariedad afectan cada vez m¨¢s a los grupos considerados de riesgo [...] mientras que las tasas de pobreza se reducen entre los colectivos m¨¢s favorecidos de la sociedad¡±, dice el texto. Dicho de otro modo, pone entre interrogantes la sensaci¨®n instalada en la sociedad de que la crisis golpea m¨¢s a las clases medias.