Gald¨®s resucita su culto literario

Un grupo de escritores afincados en Madrid resucit¨® ayer la tradici¨®n de evocar la memoria del escritor Benito P¨¦rez Gald¨®s (Canarias, 1843-Madrid, 1920) al pie de la estatua tallada en caliza por Victorio Macho y erigida por suscripci¨®n popular junto a la Rosaleda del Retiro en 1919, un a?o antes de su muerte, un 4 de enero.

Rafael Soler, Alberto Infante, Jos¨¦ Elgarresta, Antonio Daganzo, Ram¨®n Hern¨¢ndez y Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, fueron algunos de los escritores que acudieron a la convocatoria del poeta Pablo M¨¦ndez para reiniciar el homenaje, interrumpido desde hace d¨¦cadas, que fue rubricado con flores y libros del inmortal novelista depositados por ellos en una cercana librer¨ªa de f¨¢brica, de las tres con las que cuentra el Retiro. Seg¨²n recordaba Jos¨¦ Elgarresta, ¡°Gald¨®s, cuando ya hab¨ªa perdido la visi¨®n, asisti¨® aqu¨ª mismo a la inauguraci¨®n de su estatua y palp¨® emocionado su perfil mientras averiguaba qui¨¦n era ¨¦l, ya que su timidez le impidi¨®, durante a?os, saberlo¡±. El escritor Rafael Soler, por su parte, se?ala que ¡°el afecto de Gald¨®s por Madrid m¨¢s que a un sentimiento casticista obedeci¨® a que fue aqu¨ª donde estableci¨® el centro de su rico universo literario¡±.

Para Alberto Infante, ¡°este homenaje significa el recobrar la memoria de una personalidad literaria sin precedentes en la historia de Espa?a, por su valor c¨ªvico y por su compromiso social con el pueblo¡±.

Muchos de los asistentes resaltaron que en el origen de sus vocaciones literarias se hallaba la impronta de la lectura del autor de los Episodios Nacionales. Algunos de los reunidos recordaron el t¨®rrido romance vivido entre Gald¨®s y la escritora naturalista Emilia Pardo Baz¨¢n. Pocos madrile?os saben que la literata gallega, emblema del progresismo femenino, se encuentra enterrada en la cripta de la cercana iglesia de la Concepci¨®n, en un sepulcro signado con las iniciales de la Venerable Orden Tercera franciscana.

Entre los asistentes, Luis Fern¨¢ndez Mosquera, estudiante de Bachillerato en el Instituto Monserrat, confiesa su pasi¨®n galdosiana y encarna el duradero futuro de su memoria.