Un a?o para aprenderlo todo
Empieza 2013 y Madrid renueva y multiplica su oferta de cursos. Para divertirse, y qui¨¦n sabe si para encontrar una nuevo futuro profesional, por ex¨®tico que sea
Faltan dos meses para el Hina Matsuri, un festival japon¨¦s que rinde culto a las ni?as del hogar con la representaci¨®n de una serie de mu?ecas de papel que simbolizan a la familia y la corte del emperador nip¨®n. Para tal fecha, Ana Romero, profesora de papiroflexia japonesa en la Casa Asia, se ha propuesto que sus alumnos del taller de creaci¨®n de mu?ecas preparen un altar con las 14 figuritas de papel. El curso, que comenz¨® el pasado jueves y durar¨¢ hasta finales de febrero, tiene como objetivo ense?ar la t¨¦cnica del origami japon¨¦s, que consiste en construir figuras de papel sin necesidad de tijeras ni adhesivo. Seis alumnos asistieron a la primera clase, de diez a 12 de la ma?ana, y a pesar de la dificultad de la t¨¦cnica, Sara R. estaba encantada con su nueva experiencia. Esta profesora de italiano, de 40 a?os, se ha propuesto este enero sumergirse en la cultura nipona conociendo los entresijos del origami.
Al comenzar el nuevo a?o es bastante com¨²n que los mundanos hagan una lista de prop¨®sitos para mejorar sus h¨¢bitos, adquirir nuevas habilidades y ocupar su tiempo libre. Para ello, Madrid ofrece un escaparate de m¨²ltiples cursos y talleres en los que cualquier prop¨®sito puede cumplirse. Por exc¨¦ntrico que sea. Conocer los pasos de la biodanza, aprender a tocar la arm¨®nica o convertirse en el poeta que siempre quiso ser son algunas de las actividades que la capital propone para este 2013.
La estudiante de arquitectura Mar¨ªa Mochi ten¨ªa muy claro que quer¨ªa gastarse el dinero de Reyes en un taller de costura y confecci¨®n, y el pasado jueves asisti¨® a su primera clase en el local Tet¨¦ Caf¨¦ Costura. Mientras se probaba el patr¨®n de un vestido que ella misma hab¨ªa trazado bajo la supervisi¨®n de Teresa Barrera, due?a y profesora del taller, Mar¨ªa aseguraba que el dinero del curso (un total de 65 euros por cuatro horas de clase) hab¨ªa sido una inversi¨®n: ¡°Adem¨¢s de divertirme entre telas, aprender¨¦ a coserme mi propia ropa y complementos¡±.
Aunque la mayor parte de los cursos en academias y escuelas son anuales (comienzan en septiembre y finalizan en junio), enero es un buen mes para captar alumnos e incorporar nuevos talleres. As¨ª lo explica Germ¨¢n Sol¨ªs, subdirector de la Escuela de Escritores, una organizaci¨®n privada sin ¨¢nimo de lucro que cuenta con unas 1.400 matriculaciones al a?o. ¡°A primeros de a?o se da un repunte en el n¨²mero de matriculados de cursos trimestrales o de menor duraci¨®n¡±. La Escuela de Fotograf¨ªa Centro de Imagen de Madrid, con m¨¢s de 950 matriculados al a?o, tambi¨¦n reconoce el repunte de enero. La actividad cultural que m¨¢s practicaron los madrile?os en el curso 2011/12, seg¨²n el Instituto Madrile?o de Estad¨ªstica, fue la fotograf¨ªa, seguida de la pintura y el dibujo. El tercer lugar lo ocupan los v¨ªdeos. El cuarto y quinto corresponden a la escritura y a la m¨²sica.
El abanico de cursos que ofrece la ciudad va m¨¢s all¨¢ de las escuelas. Cada vez es m¨¢s com¨²n que cafeter¨ªas y tiendas ofrezcan diferentes actividades a sus clientes. Es el caso del Taller de Tartas, una tienda de reposter¨ªa creativa de Chamber¨ª que ense?a a elaborar cupcakes y chupa-chups de bizcocho, entre otros dulces. Alejandra Crespo escucha atentamente las indicaciones de la profesora para que la pasta de az¨²car quede completamente lisa con el uso del rodillo. Esta farmac¨¦utica de 30 a?os reconoce que hacer este curso la relaja. ¡°Por unas horas me olvido del estr¨¦s que vivo en la farmacia desde que la Comunidad ha aprobado el euro por receta¡±, bromea.
Escapar de la rutina y conocer a gente son algunos de los motivos para hacer un curso. Lo sabe muy bien Miriam Soliva, profesora de biodanza en el Centro de Desarrollo Personal Baraka (Campomanes, 10). ¡°Esta disciplina que combina salud, arte y educaci¨®n en movimiento, fomenta la interacci¨®n social y ayuda a recuperar el equilibrio emocional¡±, cuenta. Cada martes, de ocho de la tarde a diez de la noche, ense?a a una decena de pupilas a desconectar de su d¨ªa a d¨ªa con una serie de ejercicios de baile y t¨¦cnicas de relajaci¨®n. El precio del taller es de 55 euros mensuales. A pesar de la crisis, Soliva reconoce que la biodanza gana cada vez m¨¢s adeptos. ¡°En tiempos de incertidumbre, la gente se preocupa m¨¢s de su paz interior¡±, sentencia.
Un curso b¨¢sico de tartas. Es el obsequio que Thais Andrade ha recibido de su marido por Reyes. Lo que no sab¨ªa es que mientras esta maestra de primaria en paro aprend¨ªa a preparar una tarta de frambuesa, se planteaba dedicarse al mundo de la reposter¨ªa. ¡°En Toledo (localidad donde reside) no hay ning¨²n taller especializado en dulces y puede ser una buena idea abrir un local¡±, confiesa. Los profesionales consultados reconocen que cada vez se dan m¨¢s casos en los que el alumno que se apunta a determinados cursos para entretenerse acaba impartiendo clases sobre dichas disciplinas. Cuando Sara, de 35 a?os, perdi¨® el a?o pasado su trabajo como administrativa en una asesor¨ªa, decidi¨® alquilar dos salas en el barrio de Carabanchel y formar a las chicas en la danza del vientre, baile que ella practicaba como entretenimiento. Aunque apenas lleva un par de meses con el negocio, Sara ya cuenta con una treintena de alumnas e incluso ha abierto un grupo para embarazadas. Ella, por su parte, sigue recibiendo clases de danza oriental para mejorar su t¨¦cnica. La profesora de origami japon¨¦s Ana Romero cuenta tambi¨¦n que muchos de sus alumnos han acabado lucr¨¢ndose con la papiroflexia nipona. ¡°En tiempos de crisis, cualquier afici¨®n puede sacarte del apuro¡±, asegura Romero.
Gonzalo Abru?a, alumno de la Escuela de Blues de Madrid, tiene muy claro que lo suyo es la inform¨¢tica. Las clases de este estilo musical son parte de su tiempo libre. Junto a otros alumnos, forman la clase grupal que imparte el m¨²sico y subdirector de la escuela, Rom¨¢n Mateo. El pasado mi¨¦rcoles por la tarde, la clase ensayaba en uno de los locales de El Observatorio Musical, en el barrio de Oporto. Gonzalo, de 25 a?os, repite el solo que tiene en la canci¨®n It hurts me too, un cl¨¢sico del cantante Elmore James. Guiomar Hidalgo pone la voz. A la bater¨ªa, Cecilia Ortiz. Valeriano toca el bajo mientras Rom¨¢n Mateo supervisa la actuaci¨®n. Abierta hace poco m¨¢s de un a?o, la Escuela de Blues ofrece tanto clases particulares de instrumentos relacionados con este estilo musical (trompeta, arm¨®nica, saxof¨®n, guitarra, entre otros) como talleres grupales. ¡°Tambi¨¦n organizamos festivales, preparamos conciertos con los alumnos m¨¢s avanzados y proyectamos pel¨ªculas. Porque nuestro principal objetivo es difundir la cultura del blues¡±, explica el subdirector. De m¨²sica de fondo, los alumnos aprenden a tocar la famosa canci¨®n de blues Key to the Highway.
Elija su propia clase
Costura a m¨¢quina para principiantes. Tet¨¦ Caf¨¦ Costura ofrece clases de dos horas, de martes a domingo, por 30 euros (San Pedro, 7).
Iniciaci¨®n a la escritura creativa. La Escuela de Escritores imparte este curso trimestral cuyo precio es de 270 euros (Francisco de Rojas, 2).
Biodanza. Los martes, de 20.00 a 22.00, en el centro Baraka. El precio es de 55 euros mensuales (Campomanes, 10).
Taller de impulso al ¨²tero. La tienda er¨®tica Los Placeres de Lola imparte esta clase de 16.00 a 21.00 el s¨¢bado 26 de enero. 50 euros (Doctor Fourquet, 34).
Modelaje de chocolate. El Taller de Tartas ense?a a trabajar el chocolate durante una ma?ana o tarde por 85 euros (Santa Feliciana, 5).
Blues. La Escuela de Blues de Madrid tiene clases individuales de instrumentaci¨®n y grupales. Entre 65 y 135 euros (Ver¨®nica, 7).
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