Aburto se enfrenta a su primer obst¨¢culo
Los sindicatos exigen que Empleo no cree la comisi¨®n de arbitraje que fija la reforma laboral Confebask considera b¨¢sico ese ¨®rgano en el ¨¢mbito de la empresa
El consejero de Empleo y Pol¨ªticas Sociales, Juan Mar¨ªa Aburto, acaba de llegar al puesto y, si a¨²n no la conoc¨ªa, se est¨¢ enterando de golpe de la tela de ara?a que han tejido alrededor de su departamento la reforma laboral que el Gobierno central aprob¨® en julio pasado, la crisis y la divisi¨®n sindical. Tras la ronda que ha mantenido con centrales y patronal, con desplante del secretario general de ELA, Adolfo Mu?oz, incluido, y ante unos datos de coyuntura econ¨®mica cargados de malos augurios ahora debe solucionar el primero de los grandes obst¨¢culos que afrontar¨¢ esta legislatura: la creaci¨®n de la comisi¨®n tripartita de arbitraje entre el Gobierno y los representantes de trabajadores y empresarios.
La constituci¨®n de esa comisi¨®n de nuevo cu?o que dise?a la reforma laboral para dirimir los conflictos en la empresa y los descuelgues ¡ªno aplicar las condiciones pactadas en convenio en el ¨¢mbito de una firma¡ª supone un casus belli para las fuerzas sindicales. Sin embargo, para la patronal Confebask su puesta en marcha resulta una condici¨®n imprescindible en el nuevo modelo de relaciones laborales abierto por las sucesivas reformas aprobadas por el anterior Ejecutivo de Zapatero y, sobre todo, el actual de Mariano Rajoy, que dinamita la negociaci¨®n sectorial provincial. ¡°El despacho de Aburto es un polvor¨ªn¡±, enfatiza el responsable de recursos humanos de una empresa alavesa de automoci¨®n.
Fuentes de Empleo destacan que se trata de un asunto que genera gran preocupaci¨®n en el departamento. Nada m¨¢s llegar, el consejero ha de decidir si la constituye o no y, de hacerlo, c¨®mo, en un contexto de gran divisi¨®n sindical y cambio normativo. ¡°Estamos estudiando qu¨¦ es de obligado cumplimiento y qu¨¦ no antes de aplicar la nueva legislaci¨®n¡±, aseguran las citadas fuentes.
El citado ¨®rgano de arbitraje dejar¨ªa en manos de terceros las discrepancias, poniendo fin a 30 a?os de un modelo que obligaba a las empresas a mantener las condiciones laborales en caso de desacuerdo. ¡°Si no hay comisi¨®n, no hay ¨®rgano en el que dirimir las discrepancias, luego no hay ninguna excusa para rebajar las condiciones¡±, sostiene ELA. La patronal no considera ni siquiera como opci¨®n que el Gobierno remolonee con este asunto y cree urgente su puesta en marcha como una v¨ªa de salida a la creciente conflictividad que se va a dar en una coyuntura econ¨®mica y laboral ¡°complicad¨ªsima y desconocida¡±.
El presidente del CRL propone la mediaci¨®n frente al arbitraje
Pr¨¢cticamente medio mill¨®n de trabajadores vascos tienen en la actualidad bloqueados sus convenios y, por lo tanto, congeladas sus condiciones salariales, y de jornada, adem¨¢s de otros derechos. De ellos, unos 200.000 se van a quedar el pr¨®ximo mes de julio sin un paraguas normativo al acabarse la ultraactividad (la pr¨®rroga indefinida) de sus pactos provinciales. Sus convenios no tienen un referente en los estatales, luego se ver¨¢n abocados a la regulaci¨®n que fija el Estatuto de los Trabajadores. El empleador estar¨ªa entonces en condiciones legales de rebajar sus emolumentos hasta el Salario M¨ªnimo Interprofesional, fijado para 2013 en 645 euros al mes.
Aunque sindicatos y patronal creen que no va a ser una medida generalizada, todos coinciden en que puede producirse una ca¨ªda salarial en el caso de peque?as empresas, y una p¨¦rdida general de otras condiciones como jornada y otros derechos en el caso de las pymes. Un escenario desconocido para empresarios y trabajadores y que nadie se atreve a aventurar qu¨¦ panorama social alumbrar¨ªa.
La reforma laboral explicita, adem¨¢s, que para evitar el vac¨ªo en una comunidad aut¨®noma, en caso de no haber una comisi¨®n tripartita que arbitre las discrepancias, la autoridad laboral tienen que solicitar la colaboraci¨®n del Ministerio de Empleo para crear un mecanismo de arbitraje transitorio.
El presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Tom¨¢s Arrieta, propone una salida pactada a ese nudo, a¨²n mayor en Euskadi, que supone el arbitraje obligatorio en las empresas. Frente a esa externalizaci¨®n del conflicto laboral, Arrieta propone dejarlo en casa: pactar entre los agentes que, en primera instancia, la discrepancia se resuelva en un ¨®rgano de mediaci¨®n como el Preco, en el que las partes siguen manejando el conflicto.
Los sindicatos ven dif¨ªcil un acuerdo para preservar los convenios sectoriales
¡°Si queremos que la flexibilidad se negocie en las empresas y mayoritariamente se aplique a trav¨¦s de acuerdos, necesitamos dise?ar procedimientos que, pactados en los convenios y desarrollados en el Preco, conviertan la intervenci¨®n de terceros [la comisi¨®n tripartita] en una soluci¨®n marginal¡±, explica.
La realidad es que, en una comunidad en la que ELA se mantiene deliberadamente al margen de cualquier iniciativa relacionada con el di¨¢logo social, LAB se configura como el sindicato clave que puede abrir y cerrar puertas en una u otra direcci¨®n. CC OO y UGT no son demasiado optimistas respecto de que sea posible volver a intentar un pacto entre sindicatos y patronal para salvaguardar los convenios provinciales.
Arrieta opina que un ¡°acuerdo interprofesional¡± puede suponer un esfuerzo extra para los agentes sociales, pero tendr¨¢ la ventaja de ¡°dejar la negociaci¨®n colectiva aqu¨ª¡± y de proteger la negociaci¨®n sectorial para evitar que ¡°una parte muy importante de la poblaci¨®n asalariada se quede sin cobertura¡±. En muchas pymes, que suponen la gran mayor¨ªa del tejido industrial, no hay representaci¨®n sindical.
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