El segundo deporte del mundo
El cricket cuenta con centenares de aficionados en Madrid y un club con casi 40 a?os de historia
Desde hace casi 40 a?os se puede jugar al cricket en la Comunidad gracias al Madrid Cricket Club, un equipo decano en su disciplina en Espa?a y cuyo origen se remonta a 1975. Tras desaparecer en los noventa, fue refundado en 2001 por tres aficionados angl¨®fonos que se mor¨ªan por practicar su deporte favorito, y tambi¨¦n por hablar en su lengua. Se trata de un deporte eminentemente brit¨¢nico que goza de excelente salud gracias a que logr¨® asentarse las antiguas colonias, especialmente en India, Pakist¨¢n y Afganist¨¢n, donde millones de personas siguen y practican este juego ligado en sus or¨ªgenes a la alta sociedad.
En Espa?a no existe federaci¨®n, y el n¨²mero de aficionados es muy bajo, la mayor parte de ellos inmigrantes, aunque cada vez m¨¢s espa?oles se interesen por el juego. Ya hay registrados seis equipos en el pa¨ªs, uno de ellos compuesto de manera ¨ªntegra por nacionales. El Madrid Cricket Club re¨²ne a jugadores de 11 procedencias: adem¨¢s de espa?oles cuenta con paquistan¨ªes, canadienses, australianos, ingleses...
¡°El deporte m¨¢s parecido al cricket es el b¨¦isbol, pero realmente no tiene mucho que ver¡±, explica Jonathan Woodward, casado con una espa?ola de M¨®stoles y uno de los tres locos por el cricket que retomaron el sue?o iniciado en 1975. ¡°Tom Fryer puso un anuncio en un peri¨®dico que preguntaba si alguien estaba interesado en jugar. Y al final nos citamos tres personas en un irland¨¦s de Sol: el canadiense Alex King, Tom y yo. Desde entonces hemos ido creciendo¡±, relata Jon, que 12 a?os despu¨¦s de responder a ese anuncio en el peri¨®dico es presidente del club y sigue recurriendo al mismo m¨¦todo para captar jugadores. En los primeros a?os apenas lograban llegar a 11, el m¨ªnimo para un equipo. ¡°Nos junt¨¢bamos los fines de semana en una pista de baloncesto que no se utilizaba cerca de la parada de metro Estrella para dar unos golpes. Y apenas ten¨ªamos material: utiliz¨¢bamos una pelota de tenis y una mochila como diana o wiket¡±.
Lenta expansi¨®n
A los pocos meses el grupo se ampli¨® con la incorporaci¨®n de una docena de jugadores de or¨ªgenes variopintos: paquistan¨ªes, indios, escoceses y australianos. ¡°Fue entonces cuando se nos ocurri¨® jugar en un campo de c¨¦sped artificial en la British Council School. Adem¨¢s, conseguimos el material del antiguo club, y entonces ya pudimos disputar partidos de verdad¡±, rememora Jon, que explica que en la actualidad cuentan con 47 socios y tienen constancia de que m¨¢s de un centenar de personas de 11 nacionalidades practican el deporte cada fin de semana.
En 2007 el Madrid Cricket Club ya estaba asentado y los integrantes del equipo comenzaron a jugar la liga espa?ola. ¡°Ese a?o quedamos segundos en una competici¨®n de ocho equipos. Y ahora tenemos un equipo en la primera divisi¨®n y otro en la segunda. Pero nuestra ¨²nica intenci¨®n es jugar; competir no nos preocupa¡±.
En la actualidad juegan en un campo de rugby que no se utiliza desde hace varios a?os en el campus de Alcorc¨®n de la Universidad Rey Juan Carlos. ¡°No es lo ideal, porque es bastante irregular, pero por lo menos podemos jugar en c¨¦sped, y tenemos m¨¢s espacio, aunque no es suficiente porque un campo de cricket es dos veces uno de f¨²tbol¡±, explica Jon, que apunta que esta diferencia de tama?os es uno de los motivos de que en 12 a?os no hayan conseguido un terreno de juego id¨®neo.
Al contrario de lo que se podr¨ªa imaginar para un deporte minoritario, el Madrid Cricket Club no pasa ning¨²n apuro econ¨®mico. M¨¢s bien al contrario, gracias a que Jon organiza desde hace seis a?os un torneo internacional en La Manga del Mar Menor (Murcia). ¡°El 50% de lo que recaudamos va a organizaciones solidarias, como la Fundaci¨®n Vicente Ferrer, pero el otro 50% es para nosotros. Por eso hemos podido ahorrar unos 16.000 euros que queremos dedicar a habilitar un campo en condiciones¡±, rese?a. En estos momentos est¨¢n a punto de alquilar un terreno de juego en Algete: ¡°Pero todo va muy lento, porque al final creo que piensan que les vamos a pedir una subvenci¨®n. Pero nosotros no necesitamos ni un euro: hemos ahorrado bastante dinero¡±.
La organizaci¨®n del trofeo murciano ¡ªque este a?o contar¨¢ con los equipos internacionales de Rusia y Afganist¨¢n, un conjunto dan¨¦s, cuatro ingleses y dos espa?oles¡ª le ha valido a Jon un premio de la federaci¨®n internacional de cricket (ICC), que aplaudi¨® la promoci¨®n de este deporte en un pa¨ªs en el que no est¨¢ federado: ¡°Estamos aburridos de llevar papeles al Gobierno, pero no nos hacen caso. Es absurdo que en Espa?a no se considere el cricket un deporte y sin embargo s¨ª ocurra con el b¨¦isbol, que se juega en menos pa¨ªses. No hay que olvidar que el cricket es el segundo deporte m¨¢s visto del mundo y uno de los m¨¢s practicados: ?los m¨¢s de mil millones de indios se vuelven loco por este deporte!¡±, lamenta Jon, que ya est¨¢ deseando que comience la liga espa?ola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.