El secreto como sello
Son tantas las declaraciones de soberan¨ªa emitidas que, posiblemente, indican que lo importante de ellas es su emisor
Disponemos un stock de cuatro declaraciones de soberan¨ªa emitidas por el Parlament, y una quinta emitida por el Govern y/o ERC. Cinco declaraciones son muchas. Son tantas emisiones que, posiblemente, indican que lo importante de ellas es su emisor. ?La declaraci¨®n de CiU-ERC es eso? Si es as¨ª, ?qu¨¦ funciones tiene?
La primera funci¨®n ser¨ªa, entonces, escenificar el inicio de un proceso. Lo que indicar¨ªa que una parte de los emisores est¨¢n m¨¢s por la escenograf¨ªa que por el proceso. En ese sentido, redactar una declaraci¨®n de soberan¨ªa ¡ªalgo, corr¨ªjanme, jam¨¢s declarado en otro biotopo sensible de independizarse¡ª, evitar¨ªa otro tipo de declaraci¨®n, m¨¢s dada a procesos.
La segunda funci¨®n ser¨ªa canalizar el proceso. Hacia el Parlament ¡ªcon mayor¨ªa gubernamental¡ª, reivindicado en la declaraci¨®n como epicentro, y que pasar¨ªa a ser el ¨²nico Parlamento del Sur posdemocr¨¢tico que es epicentro de algo. En detrimento de la sociedad, con m¨¢s sed democr¨¢tica que el Parlament. O del municipio. Y aqu¨ª, ojo: ya hay varios municipios que se han declarado libres, optando por un proceso constituyente que ya se utiliz¨®, con ¨¦xito, en 1931 y 1936, otros momentos con el Parlament mirando a Pek¨ªn.
CiU y ERC optan por la esencia de la cultura pol¨ªtica espa?ola de los ¨²ltimos 35 a?os: el secreto.
La tercera funci¨®n ser¨ªa la gubernamentalizaci¨®n del proceso. Es decir, su rapto. El Govern lo lidera y fija su ¨²nico final posible, que puede cambiar en cualquier momento. La ANC ha cedido toda su iniciativa al Govern, y el primer partido de la oposici¨®n es, glups, Gobierno, que se dice r¨¢pido. Desde ERC y CiU, se da a entender que lo incomprensible de este proceso sin control es comprensible a trav¨¦s de lo pactado secretamente. Lo que, socorro, nos lleva a la cuarta funci¨®n: que el proceso sea secreto y entre ¨¦lites. CiU y ERC, en ese sentido, optan por la esencia de la cultura pol¨ªtica espa?ola de los ¨²ltimos 35 a?os: el secreto.
El pasado mes asist¨ª a la Universidad de Bourdeaux, invitado por el profesor Fran?ois Godicheau, a un encuentro de historiadores de la Transici¨®n, lejos de la historiograf¨ªa oficial espa?ola, en clave de secuestro de procesos, y de desactivaci¨®n de otras formas de democracia en beneficio de un sistema pactado, en secreto, en las alturas. Joan Garc¨¦s ¡ªautor de Soberanos e intervenidos, que va por su 4? edici¨®n¡ª, ilustr¨® la din¨¢mica a trav¨¦s de un ejemplo: en la d¨¦cada de los setenta, document¨®, se coopt¨® a l¨ªderes peninsulares ¡ªes decir, se les pag¨® trinco-trinco¡ª a trav¨¦s de fundaciones alemanas socialdem¨®cratas, democristianas, socialcristianas y liberales ¡ªcasi todo el abanico, vamos¡ª, con el objetivo geoestrat¨¦gico de que, pasara lo que pasara por aqu¨ª, todo pasara por la OTAN. Para asegurar el liderazgo de los cooptados y la devaluaci¨®n democr¨¢tica de sus propuestas, se opt¨® por el sistema de listas cerradas ¡ªpor el secretario de Organizaci¨®n / el partido vertical¡ª, y por la maravilla d¡¯Hont. Y, para todo lo dem¨¢s, por el pacto secreto. A trav¨¦s de una pregunta en el Bundestag, se sabe que tan tarde como en 1992-93, las fundaciones entregaron a partidos espa?oles/catalanes 1.700 millones de las ?futuras? pesetas. Esa din¨¢mica deshonesta dibuja, en todo caso, la g¨¦nesis de un sistema deshonesto, fundamentado en el secreto, con facilidades para el secreto y muy proclive a la venta, en el que dejarse el grifo abierto es estructural, y al que Itziar Gonz¨¢lez, que sabe lo suyo, define como ¡°privatizaci¨®n de partidos¡±.
Reivindicar el secreto es reivindicar la alta grifer¨ªa democr¨¢tica, cuyos frutos gozamos cada d¨ªa. Reeditar el secreto cuando esa cultura posfranquista est¨¢ seriamente contestada, indica que, tal vez, el proceso de CiU-ERC es tambi¨¦n la improvisaci¨®n de una clase pol¨ªtica ya fuera de su tiempo, incapaz de oler las nuevas formas de democracia. Y la ¨¦poca. ?poca: aqu¨ª hay hambre. Son 35 a?os de hambre de decidir. Muchas m¨¢s cosas que la ¨²nica propuesta ahora. Y hambre de la otra. 2013 ser¨¢ duro. Si quieren ir tirando, necesitar¨¢n algo m¨¢s que recortes colectivos y pactos secretos.
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