El juez proh¨ªbe a los despedidos de Cubigel acercarse a la f¨¢brica
Los ex trabajadores, que deber¨¢n permancer a un kil¨®metro del centro, bloqueaban la entrada de la factor¨ªa
La actividad en la f¨¢brica de Sant Quirze del Vall¨¨s de Cubigel, la antigua Unidad Herm¨¦tica, lleva varios meses bajo m¨ªnimos. No solo por el descenso de pedidos que ha supuesto la recesi¨®n, ni tampoco por el concurso de acreedores en el que entr¨® la compa?¨ªa el pasado mes de febrero. Un grupo de trabajadores que fueron despedidos a ra¨ªz de un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) llevaban semanas bloqueando la factor¨ªa e impidiendo la entrada y salida de camiones con mercanc¨ªas o suministros.
Para restablecer la actividad habitual en el centro, el juez de lo Mercantil n¨²mero 3 de Barcelona, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, ha dictado una medida de auxilio por la que los Mossos d¡¯Esquadra de Sabadell y la polic¨ªa municipal de Sant Quirze facilitar¨¢n el acceso de camiones ¡°ordenando el alejamiento de cuantas personas interfieran en la normal entrada, carga y descarga de mercanc¨ªas y suministros¡±. Por ello, el auto proh¨ªbe a los antiguos empleados a acercarse a menos de un kil¨®metro del centro productivo.
La compa?¨ªa, controlada por la estadounidense AIAC, pidi¨® la tutela judicial en febrero de 2012 con un pasivo de 27 millones de euros. Los trabajadores denunciaron que la firma, que fabrica motores para neveras, solicit¨® la antigua suspensi¨®n de pagos por la falta de liquidez, y no de pedidos. En todo caso, el proceso termin¨® con una buena y una mala noticia. La parte positiva era que la empresa seguir¨ªa viva tras ser adquirida por el grupo chino Huayi por 600.000 euros. La negativa, que el plan de viabilidad pasaba por suprimir 162 de los 550 empleados.
El juez dice que el bloqueo pone en peligro los puestos de trabajo actuales
La empresa, adem¨¢s, arrastra deudas con muchos de los despedidos, que llevaban hasta 40 a?os en la empresa. En total, les debe 1,7 millones de euros. La empresa debe a¨²n a los trabajadores, por ejemplo, el 25% del salario que adelantaron para que la empresa comprara materias primeras, pagas extra, o los sueldos de los dos a?os que estuvieron en un ERE temporal consumiendo paro con el compromiso de reingresar. Los d¨ªas de mayor tensi¨®n de la protesta se vivieron a finales de noviembre, donde el bloqueo de la f¨¢brica fue total, d¨ªa y noche, y la planta tuvo que parar un par de d¨ªas por falta de suministros.
A finales de mes, los despedidos lograron un compromiso por parte de la empresa de que les devolver¨ªa parte de los salarios correspondientes al paro consumido y el bloqueo se relaj¨®. Cobraron el equivalente a seis meses, pero nunca han dejado de acudir a protestar. ¡°No hay manera de recuperar todo lo que nos deben. Estamos pidiendo hablar con los chinos a ver qu¨¦ saben y qu¨¦ intenciones llevan, si est¨¢n dispuesto a pagar indemnizaciones o nos vamos al Fogasa¡±, explicaba ayer Pedro, uno de los protagonistas de la protesta.
El auto del juez, al que ha tenido acceso este diario, recuerda que la ley Concursal permite que los administradores soliciten al juzgado el auxilio que estimen necesario y, en este caso, indica que estos han acreditado mediante denuncias presentadas ante las fuerzas de seguridad correspondientes que ¡°un grupo de personas, antiguos trabajadores de la compa?¨ªa¡±, han acampado a la puerta de la empresa y, ¡°como medida de protesta, impiden el normal funcionamiento de la compa?¨ªa¡± al impedir ¡ª¡°o cuanto menos, obstaculizar¡±¡ª la entrada y salida de suministros.
Los trabajadores lamentan que la empresa sigue debi¨¦ndoles dinero
El juez recuerda que en la f¨¢brica todav¨ªa se mantienen 388 puestos de trabajo y que el ¡°mantenimiento de la actividad industrial de la compa?¨ªa es fundamental¡± no solo para mantener el valor de sus activos, sino tambi¨¦n para que pueda ser traspasada a Huayi, puesto que el grupo chino todav¨ªa est¨¢ pendiente de la adjudicaci¨®n definitiva. El magistrado admite que ¡°la presencia de personas protestando¡± en la entrada de la f¨¢brica ¡°no es perjudicial para la actividad¡±, pero indica que las actuaciones que le han sido comunicadas y que los propios trabajadores han admitido ¡°interfiere en el normal funcionamiento de la compa?¨ªa¡±, de la actividad y, por lo tanto¡±, en ¡°el mantenimiento de los puestos de trabajo¡±. ¡°M¨¢s all¨¢ de ser expresi¨®n del derecho de protesta supone una interferencia grave que, por su continuidad en el tiempo (dos meses) obliga a adoptar medidas que tienen como finalidad b¨¢sica la garant¨ªa de la continuidad de la actividad¡±.
Cubigel, la antigua Unidad Herm¨¦tica, fue una de las grandes empresas del Vall¨¨s. La factor¨ªa lleg¨® a emplear en su mejor momento a m¨¢s de 2.000 personas y fabricaba cinco millones de compresores al a?o, hasta 600 modelos de motores, y exportaba la pr¨¢ctica totalidad de su producci¨®n.
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