Nuestra vida entre dos muertes
Carol L¨®pez trata asuntos graves de un modo amable en ¡®Hermanas¡¯, versi¨®n actual y estilizada de las comedias de costumbres
Carol L¨®pez, joven autora y directora, nos sorprendi¨® en 2005 en la sala Cuarta Pared con una comedia sobre la pareja (V.O.S.) que hubiera arrasado en cualquier teatro comercial. Como todo acaba encontrando su sitio, hela aqu¨ª, por fin, en el Maravillas, con Hermanas, comedia sobre los afectos familiares, el amor, la muerte de los seres queridos y la fugacidad de la vida, en la que echa mano de un repertorio variad¨ªsimo pero abigarrado de t¨¦cnicas narrativas y de recursos dram¨¢ticos, empleados con suma inteligencia: flashbacks, mon¨®logos interiores, fabulaciones on¨ªricas, repentinas tomas de conciencia de los personajes de su condici¨®n de tales¡
La autora aborda asuntos graves desde una perspectiva amable (por c¨¢ustico que sea su humor a veces), cuidando de no perforar ning¨²n nervio dram¨¢tico, para no incomodar al espectador. Como Bach en El arte de la fuga, L¨®pez desarrolla en Hermanas un torrente de variaciones sobre un mismo tema: la dif¨ªcil convivencia entre tres hijas y su madre a ra¨ªz de la muerte del padre y esposo, y de la ruptura matrimonial que sufre la primog¨¦nita.
Hermanas
Autora y directora: Carol L¨®pez. Int¨¦rpretes: Amparo Larra?aga, Maria Pujalte, Marina San Jos¨¦, Amparo Fern¨¢ndez, Chisco Amado y Adri¨¢n Lamana. Teatro Maravillas. Hasta el mes de mayo.
La dramaturga teje limpiamente una red de conflictos formidable, sobre los que pasa con ligereza, r¨¢pido y cosquilleando, sin salidas de tono. Como los impresionistas, pinta cuadros de costumbres con pinceladas fugaces cuya suma produce un efecto general vivamente expresivo. La comedia mantiene la tensi¨®n intacta hasta el desenlace, sus di¨¢logos no tienen desperdicio, la puesta en escena resulta imaginativa y las interpretaciones, divertidas, graciosas, a tono con la hoja de ruta que su autora se marca con tanta firmeza.
Amparo Fern¨¢ndez le da brillo al papel de la madre castradora, Marina San Jos¨¦ crea una divertida hermana menor seductora e inconsciente, la In¨¦s de Amparo Larra?aga es una hirviente olla de negatividad a punto del estallido final, Chisco Amado conquista por la naturalidad que transmite y Mar¨ªa Pujalte se lleva el gato al agua con un papel bomb¨®n (de madre abnegada, amante fracasada y bell¨ªsima persona) que gobierna tres escenas de emoci¨®n verdadera, las mejores del espect¨¢culo.
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