Una dura lecci¨®n necesaria

Por una vez y que no sirva de precedente, la abundancia de textos no entorpece a un espect¨¢culo de danza actual, sino todo lo contrario. Esto es quiz¨¢s porque la verdadera m¨²sica de esta obra, su base r¨ªtmica est¨¢ en las voces que recitan, a veces impersonales, a veces ir¨®nicas.

La Veronal, grupo creado en 2005, se supera despu¨¦s de sus otras piezas te tem¨¢tica territorial como Rusia (2011); Finlandia (2010); Maryland (2009) y Suecia (2008). En Islandia van m¨¢s lejos en su compromiso pol¨ªtico y en su exposici¨®n. Lo bordan desde la primera escena hasta el desgastador final. El uso del blanco, la danza geometrizada hasta lo esquem¨¢tico, la pantomima de caj¨®n recurrente, la ¨¢cida iron¨ªa, el no morderse la lengua ni con tirios ni troyanos, todo aboca a una lecci¨®n trascendental e inmediata dicha desde una asepsia precisa e inquietante.

Ya es una pena que s¨®lo se pudiera ver ayer, y para nada la sala roja de los Teatros del Canal les queda grande, sino justa, sobre todo cuando hay algo que decir y transmitir.

Las evoluciones regladas con matem¨¢tica, esa materia cor¨¦utica desdoblada en paisaje escult¨®rico y secuencial, y hasta a veces esa separaci¨®n tendenciosa entre lo que se oye y lo que se ve, termina extendiendo un hipn¨®tico ambiente de indefensi¨®n. La Veronal demuestra madurez y un estilo personal de presentarse.