La defensa de los catalanes

Muchos son los que dicen que defienden a Catalu?a. Pocos los que piensan en la defensa de los catalanes. El gasto militar nunca est¨¢ de moda. Su popularidad es nula y menos en estos tiempos tan agradecidos para la demagogia.

¡°Esa man¨ªa de continuar gastando en defensa y de recortar en cambio mucho m¨¢s el Estado de bienestar es muy dif¨ªcil de entender¡±, declar¨® el portavoz del Gobierno catal¨¢n y consejero de presidencia, Francesc Homs, en su conferencia de prensa del 29 de enero. ?l es el hombre del contacto permanente con los periodistas, tambi¨¦n del cuidado y subvenci¨®n del periodismo, y hay que ser comprensivo en consecuencia con su tarea sistem¨¢tica de cultivo e instigaci¨®n de los instintos m¨¢s a ras de tierra.

Homs es tambi¨¦n el hombre de la proyecci¨®n exterior de Catalu?a, despu¨¦s del presidente se entiende, hasta el punto de que ten¨ªa previsto exhibir en el t¨ªtulo de su departamento el r¨®tulo de Relaciones Exteriores, aunque luego por inexplicables e inexplicadas peripecias de ¨²ltima hora se qued¨® sin tan brillante denominaci¨®n, aunque al parecer no sin su contenido.

Nadie m¨¢s en el Gobierno, a excepci¨®n de Artur Mas, tiene por su posici¨®n te¨®rica el punto de vista que corresponde a la defensa de los catalanes, es decir, al gasto p¨²blico en el mantenimiento de su seguridad ante hipot¨¦ticos peligros exteriores. Estamos hablando de un Gobierno que ha convertido la independencia de Catalu?a en objetivo de su acci¨®n, por lo que necesariamente deber¨ªa entrar en sus preocupaciones que los catalanes no se queden inermes en alg¨²n momento de la transici¨®n nacional prometida. El presidente aventur¨® en los primeros compases del proceso que dicha seguridad exterior quedar¨ªa confiada a la Alianza Atl¨¢ntica, cabe suponer que a trav¨¦s de la aportaci¨®n que hace el ej¨¦rcito espa?ol ya que no entraba en los prop¨®sitos presidenciales, al menos entonces, la incorporaci¨®n del cap¨ªtulo del hard power, el poder duro, en el tipo de soberan¨ªa plena a la que se aspira.

Hay una curiosa filosof¨ªa de la seguridad, que no prev¨¦ gasto alguno propio y critica el que hacen los otros

Ahora resulta que el consejero de Presidencia quiere ir m¨¢s lejos y lamenta el excesivo gasto que hace el ej¨¦rcito espa?ol en defensa y lo contrapone a los recortes del Estado de bienestar, cap¨ªtulo en el que precisamente el anterior Gobierno catal¨¢n, del que tambi¨¦n era portavoz, obtuvo y exhibi¨® notas de m¨¢ximo y precoz podador, configur¨¢ndose as¨ª una filosof¨ªa de la seguridad al menos curiosa, en la que no se prev¨¦ gasto alguno propio y se critica en cambio el gasto de quienes hasta ahora han venido cubri¨¦ndola. Es dif¨ªcil saber a qu¨¦ corresponde esta actitud, porque los datos de la realidad no acompa?an a tanto buen¨ªsimo antimilitarista.

Sin necesidad de extenderse mucho, recordemos la crisis b¨¦lica en Mali y la implicaci¨®n de los intereses catalanes en ella, a trav¨¦s sobre todo del gas argelino, pero tambi¨¦n de las estrechas relaciones con la entera regi¨®n, donde ciudadanos catalanes han sufrido secuestros. Hay que recordar todav¨ªa m¨¢s cu¨¢l es la situaci¨®n del gasto p¨²blico en defensa en el conjunto de Europa y en el presupuesto espa?ol, donde se est¨¢ produciendo, como resultado de la crisis, una ca¨ªda en picado paralela al aumento en recursos militares en todo el mundo emergente. Basta con recordar como ejemplo que solo para Espa?a el gasto militar se ha reducido la cuarta parte en los cuatro a?os de crisis.

Tampoco acompa?an al se?or Homs quienes tienen ideas y buenas sobre estos temas en su propio partido, como Jordi Pujol sin ir m¨¢s lejos, a quien pertenece esta ristra de preguntas a prop¨®sito precisamente de la crisis maliense: ¡°?Quiere Europa tener un peso en la pol¨ªtica mundial? ?En las grandes decisiones? ?Para contribuir a la seguridad mundial o aunque solo sea para defender los intereses europeos? ?O piensa dejar los temas de la seguridad totalmente en manos de Estados Unidos?¡±. Pujol tiene claro y as¨ª lo explica en la web de su fundaci¨®n, que ¡°no se puede jugar un papel importante en el mundo sin una cierta potencia militar, y ¨²ltimamente hay que a?adir que sin ello tampoco se puede combatir al terrorismo a gran escala¡±.

Queda por saber si la actitud de Homs y de Mas es parte de la ruptura generacional con el pujolismo, directamente fruto de la adhesi¨®n al ideario de Oriol Junqueras o una mera concesi¨®n circunstancial a la facilidad del momento.