Los Mossos niegan ser responsables de la p¨¦rdida de unas armas

Los Mossos d'Esquadra niegan ser los responsables de la desaparici¨®n de tres armas, entre ellas un fusil de asalto ruso, propiedad del presidente de la Asociaci¨®n de Armas y Munici¨®n de Arag¨®n, Juan Morat¨®. El coleccionista interpuso una denuncia contra la inspectora jefe de la comisar¨ªa de Valls (Alt Camp), Maria Ant¨°nia Bardina, y un cabo por sustracci¨®n de armas y abuso de poder.

La inspectora y el cabo declararon el martes en un juzgado de Valls, imputados por prevaricaci¨®n. En un principio, la polic¨ªa auton¨®mica rechaz¨® dar ning¨²n tipo de informaci¨®n sobre el caso, pero ahora el intendente jefe de los Mossos del Camp de Tarragona, Jaume Gin¨¦, ha remitido una carta a este diario en la que exime a la inspectora de responsabilidad.

Los hechos se remontan al 20 de julio del 2009 cuando Morat¨® fue parado por un control de los Mossos. Seg¨²n el relato del coleccionista, se dirig¨ªa a una dependencia de la Guardia Civil, polic¨ªa encargada del control de armas, para regularizar tres armas ¡°anteriores a 1870, dos de ellas inutilizadas¡±, que hab¨ªa comprado el d¨ªa anterior en un mercadillo.

Gin¨¦ se?ala que Morat¨® ¡°advirti¨® a los agentes que transportaba dos armas y munici¨®n. En el registro se localizaron las dos armas y una tercera escondida que, seg¨²n ¨¦l, no recordaba, as¨ª como diversas gu¨ªas de armas y munici¨®n. Ninguna gu¨ªa coincid¨ªa con las armas que llevaba¡±. Morat¨® fue detenido y trasladado a la comisar¨ªa de Valls. All¨ª, cuenta el intendente, en su primera declaraci¨®n ¡°manifest¨® espont¨¢neamente que ten¨ªa gran cantidad de armas en su domicilio, as¨ª como un escondite enterrado en una finca con armas y explosivos¡±. Los Mossos consiguieron una orden judicial para registrar su domicilio y se incautaron de una treintena de piezas y munici¨®n, calcula Gin¨¦. Las legales fueron entregadas a la Guardia Civil; las irregulares las enviaron a la Unidad Central de Armas de los Mossos, as¨ª como ¡°las gu¨ªas que no correspond¨ªan a ninguna arma¡±. ¡°Todo qued¨® debidamente reflejado en el acta judicial que el detenido firm¨®¡±, explica Gin¨¦.

A partir de ah¨ª, la historia se embroll¨® y las versiones chocan: ¡°Despu¨¦s, cuando la Guardia Civil en 2011 reclama a Morat¨® que entregue determinadas armas, y dado que no puede dar cuenta de d¨®nde se encuentran, presenta una denuncia responsabilizando a los Mossos de su desaparici¨®n y acusa a la inspectora Bardina de un presunto delito de sustracci¨®n de armas; armas que los Mossos nunca recogieron y que no figuran en el acta judicial¡±, sentencia Gin¨¦.

En cambio, Morat¨® acusa a la polic¨ªa auton¨®mica de ¡°destrozar¡±, metiendo en sacos sin miramientos, su colecci¨®n y de perder al menos tres armas. Sostiene que todo estuvo urdido por la inspectora porque dos d¨ªas antes de su detenci¨®n hab¨ªan mantenido una acalorada disputa en el establecimiento Can Bosch, en Torrefarrera (Urgell). Su propietario, Josep Maria Bosch, ratific¨® la discusi¨®n entre Bardina y Morat¨®, califica su negocio de ¡°armer¨ªa¡±, asociado a tres campos de tiro, y afirma que Bardina irrumpi¨® en la tienda acus¨¢ndole de tener un muestrario ¡°ilegal¡±. Los Mossos, en cambio, afirman que no es una armer¨ªa, sino una ¡°tienda de electrodom¨¦sticos¡± y niegan la discusi¨®n con Morat¨®. ¡°La inspectora ni conoc¨ªa ni tuvo ninguna discusi¨®n con el denunciante¡±, zanja Gin¨¦.