La ciudad de la vieja guardia del rock
Los hermanos De Castro est¨¢n a punto de salir de gira con su banda Bar¨®n Rojo. Armando y Carlos recuerdan el Madrid de su infancia y juventud
1. Madrid Musical. Para nosotros, que somos guitarristas, una tienda de instrumentos es de esos sitios donde te sientes m¨¢s c¨®modo. Adem¨¢s los due?os son personas s¨²per agradables que te atienden muy bien, no solo vas a probar una guitarra y a tocarla sino que vas a pasar un buen rato (Alberto Aguilera, 50, y M¨¢laga, 8).
?2. Teatro Real. Antes era el Real Conservatorio Superior de M¨²sica de Madrid y tenemos buenos recuerdos porque durante cinco o seis a?os fuimos all¨ª a estudiar. Lo pasamos bien, ¨ªbamos a clases de solfeo, de guitarra, piano¡ Bar¨®n Rojo se fragu¨® entre las paredes de aquel sitio, porque aunque ya conoc¨ªamos a Sherpa [cantante del grupo] fue all¨ª donde lo empezamos a montar. Coincidimos con ¨¦l y con su mujer, Carolina Cort¨¦s, que luego acabo siendo letrista de los temas m¨¢s reconocibles de Bar¨®n. El recuerdo que tenemos es que por dentro es un absoluto laberinto, como no lo conozcas, te pierdes siempre (Plaza Isabel II s/n).
3. El Museo del Ferrocarril. Lo conocemos porque nuestro padre sol¨ªa hacer viajes a Lisboa, el tren sal¨ªa de ah¨ª y muchas veces fuimos a despedirle. Luego se convirti¨® en museo y nos gusta visitarlo, nos gustan las locomotoras de vapor y los ferrocarriles antiguos (Paseo de las Delicias, 61).
4. Edificio de la sociedad de autores. Durante much¨ªsimos a?os hemos estado yendo all¨ª a cobrar; se formaban unas colas interminables el d¨ªa de cobros, que era cada tres meses. Una vez le dieron 30 millones de pesetas a uno que iba delante. Pero en la fila est¨¢bamos todos, era muy democr¨¢tico (Palacio Longoria, Fernando VI, 4).
5. Antiguo Cuartel de la Monta?a. Somos aficionados al tenis, y sol¨ªamos ir a lo que ahora es el Templo de Debod, que es donde se levantaba el Cuartel de la Monta?a. Eran campos un poco guarrindongos, como de tierra o ceniza, pero lo pas¨¢bamos bien. (Monta?a del Pr¨ªncipe P¨ªo).
6. Plaza del Dos de Mayo. Nacimos ah¨ª, y tenemos recuerdos de m¨¢s de 25 a?os en los que cada ma?ana, al levantarnos, sal¨ªamos al balc¨®n y ve¨ªamos la plaza. Toda nuestra infancia la pasamos all¨ª jugando.
7. Estaci¨®n del Norte. En la antigua estaci¨®n nos encantaba mirar los trenes que pasaban por el paso a nivel del Paseo del Rey; oblig¨¢bamos a nuestra madre a quedarse la tarde ah¨ª. Tambi¨¦n nos divert¨ªa poner una moneda en la v¨ªa para que el tren la aplastara. Se quedaba como una pesta?a de fina (Estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo).
8. Ciudad deportiva del Real Madrid. Donde est¨¢n ahora las cuatro torres hemos visto much¨ªsimos conciertos. All¨ª ha ido Queen con Freddy Mercury, G¨¦nesis, Uriah Heep, Iron Maiden... hemos visto a la flor y nata del rock, y tambi¨¦n all¨ª grabamos nuestro primer disco en directo en el 84. Nos dio mucha pena que desapareciera, la historia el rock de Madrid sin este pabell¨®n no habr¨ªa sido la misma.
9. Piscina M-86. Tiene una piscina ol¨ªmpica extraordinaria, es una de las mejores instalaciones de Madrid para nadar, algo muy aconsejable cuando se llega a nuestra edad porque es habitual tener dolores de hueso (Jos¨¦ Mart¨ªnez Velasco, 3).
10. Quinta de la Fuente del Berro. Es como estar en plena naturaleza en medio de la ciudad; tiene muchos recovecos, te puedes meter por muchos sitios, hay hasta un peque?o estanquito. Respiras bien, es un buen sitio para andar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.