Los recortes, la ¡®l¨ªnea roja¡¯ con el PNV
Patxi L¨®pez insta a ¡°repensar Euskadi¡± y critica la falta de decisiones del Gobierno Urkullu
El PSE-EE ha movido ficha para adecuar su nuevo status en la pol¨ªtica vasca. Lo ha hecho en un apacible VII Congreso Nacional del que sale con un ideario ya ensamblado durante su paso por el Gobierno vasco y sobre todo en la recta final de su mandato, en el que sobresale una f¨¦rrea oposici¨®n a los recortes y al derecho a decidir, y que traza sus principales coordenadas sobre el manto ideol¨®gico que denomina ¡°repensar Euskadi¡±.
Para acompasar la letra peque?a de la ponencia pol¨ªtica aprobada mayoritariamente, Patxi L¨®pez se ha dotado de un discurso que maneja con soltura desde que forz¨® la ruptura de su criticado acuerdo pol¨ªtico con el PP. El PSE-EE quiere volver a las esencias socialdem¨®cratas como dique de resistencia ante las acometidas de la pol¨ªtica ultraliberal en tiempos de crisis y, sobre todo, porque entiende que es la ¨²nica v¨ªa para recuperar el terreno perdido en las urnas por el desafecto de su nicho tradicional, precisamente donde se agolpan miles de afectados por el impacto de la crisis.
Como prueba m¨¢s palmaria de su posici¨®n sirva la n¨ªtida advertencia al PNV que hizo ayer el l¨ªder de los socialistas vascos a prop¨®sito de su postura ante los Presupuestos del Gobierno Urkullu. ¡°Si hay recortes, no habr¨¢ apoyo del PSE-EE¡±, vino a decir Patxi L¨®pez como delimitaci¨®n expresa de la l¨ªnea roja que implantar¨¢ durante las venideras negociaciones entre ambos partidos. Si esta postura fuera invariable, la capacidad de maniobra del PNV quedar¨ªa seriamente comprometida porque perder¨ªa de esta manera el principal y ¨²nico aliado suficiente para sacar adelante sus primeras cuentas de esta legislatura.
Rechazo al derecho a decidir y frentismo a los recortes sociales
El PSE-EE no va a soltar la bandera de su oposici¨®n a los recortes porque asocia la imagen de una defensa del estado de bienestar con su ADN ideol¨®gico y ya lo demostr¨® cuando estuvo en el Gobierno. Es una acci¨®n compartida a nivel estatal con el PSOE, como ocurre con la higiene democr¨¢tica que supone el veto impuesto a los corruptos y la obligaci¨®n de sus cargos y representantes p¨²blicos de desnudarse fiscalmente ante la sociedad.
El PSE-EE sabe que oponerse a los recortes sociales es un arma de f¨¢cil recurso para atizar al PNV, ahora en el poder. Y lo har¨¢ para marcar su propio territorio, pero tambi¨¦n como f¨®rmula de desgaste del rival pol¨ªtico. La ¨²nica duda ahora es saber has d¨®nde apretar¨¢ el acelerador. De momento, L¨®pez, ante la mirada complacida de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se limit¨® a afear a su sustituto, el lehendakari Urkullu, la lentitud en la adopci¨®n de medidas que reactiven la econom¨ªa vasca. El l¨ªder socialista no olvida c¨®mo los nacionalistas le apremiaban reiteradamente a la convocatoria de elecciones porque Euskadi era un caso de ¡°emergencia nacional¡±. Por eso ahora, cuando el Gobierno vasco retrasa cuatro meses su plan para el impulso econ¨®mico y sigue sin resolver la estimaci¨®n de los temibles recortes, el dirigente socialista habla del ¡°vaguear renqueante de Urkullu¡±.
Pero L¨®pez no ha elevado excesivamente el tono cr¨ªtico con el PNV en un entorno tan propicio como es un congreso del partido porque su prop¨®sito es ofrecer una imagen m¨¢s constructiva que la mera dial¨¦ctica cruzada en los medios y tampoco quiere quedarse aislado. En ese tacticismo pol¨ªtico es donde inserta su propuesta de ¡°repensar Euskadi¡±. Lo hace desde el reconocimiento de una favorable situaci¨®n social y pol¨ªtica que supone el final del terrorismo, pero tambi¨¦n urgido por el riesgo de ¡°quedarnos en el vag¨®n de cola del progreso global¡±, advierte.
En esencia, la formulaci¨®n de ¡°repensar Euskadi¡± es sin¨®nimo de abordar cuanto antes el rosario de asignaturas pendientes que se precipitan ahora que la escasez de recursos propios compromete la solidez de un modelo social. El PSE-EE entiende que es el momento para debatir sobre los modelos institucional, econ¨®mico y tributario y en ello se empe?ar¨¢ una ejecutiva donde L¨®pez ha mezclado a colaboradores tradicionales que le aportan experiencia con nuevas incorporaciones que afloren la imagen de la renovaci¨®n sobre la que ide¨® este congreso.
Inmersos, adem¨¢s, en una regeneraci¨®n estatutaria que coloca las incompatibilidades en su frontispicio, los socialistas se han dotado del ropaje ideol¨®gico ¡ªrespaldado sin fisuras¡ª para jugarse sus suerte en los pr¨®ximos cuatro a?os. Junto a su inequ¨ªvoco frentismo hacia los recortes y la apuesta por la reforma tributaria, el PSE-EE sabe, no obstante, que las principales miradas se centran en su rechazo al derecho a decidir. Tambi¨¦n para L¨®pez, Euskadi no es Catalu?a. Por eso, los socialistas vascos han querido alejarse con rapidez del envite soberanista, proclamando la autonom¨ªa plena antes de que les atrape la envolvente de un debate que, sin duda, se antoja imparable.
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