El plan contra la droga, al borde de la quiebra
Los recortes de Sanidade estrangulan la estructura de atenci¨®n a los toxic¨®manos
El desenlace va a ser terrible. Si tenemos que cerrar, tanto en la calle como en las c¨¢rceles cundir¨¢ el caos. Ser¨¢ un desastre total¡±, advierte Carmen Avenda?o, alma y tim¨®n de ?rguete, despu¨¦s de contar que ¡°en los tres ¨²ltimos a?os¡±, si se confirma el nuevo hachazo del 10% para las ONG de lucha contra la droga en los presupuestos de Feij¨®o, su colectivo habr¨¢ acumulado ¡°un recorte del 35%¡±. El plan gallego contra la droga, ejemplo exportado a toda Europa y a Latinoam¨¦rica, puesto en pie en primer lugar por las madres y los padres de los j¨®venes que cayeron en los ochenta e impulsado por un Fraga concienciado, amenaza con desmoronarse. Unos y otros, miembros de las asociaciones y profesionales que desarrollan su trabajo en esta red de centros, dicen que en lo que fall¨® el difunto presidente fue en no dar el paso de integrar la estructura paralela en el Sergas.
Sanidade subvencion¨® siempre la lucha contra la droga, aprovision¨® a las asociaciones de metadona y tiras reactivas (de estas, en los ¨²ltimos tiempos, escasamente) para detectar las adicciones, pero los m¨¦dicos, los enfermeros, los psic¨®logos, los trabajadores sociales, nunca entraron en el sistema. Se formaron fuera, con cada chico que llegaba por la puerta enganchado hasta la m¨¦dula, durante tres d¨¦cadas, en una suerte de Servizo Galego de Sa¨²de de los yonquis. Eran ¡°demasiado apestados¡±, critica Avenda?o, para seguir la v¨ªa normal.
Todos los grupos de la oposici¨®n en el Parlamento (PSdeG, AGE y BNG) se comprometieron la semana pasada con esta estructura sanitaria levantada desde la calle y presentaron mociones a los presupuestos de la Xunta. Seg¨²n las cuentas del Gobierno gallego para el a?o 2013, se reducir¨¢ entre un 10% (para las asociaciones) y un 15% (para los Ayuntamientos) la financiaci¨®n de la que viven todos los programas de atenci¨®n a los trastornos adictivos en Galicia. Un castigo que se suma a los infligidos desde 2011 y que ya hab¨ªan puesto al l¨ªmite a muchos colectivos: ¡°El ¨²nico objetivo que nos marcamos es el de subsistir¡±, reconoc¨ªa hace ya un a?o Miguel Plaza, gerente de Aclad (Asociaci¨®n Ciudadana de Lucha contra la Droga), cuando las cosas no se presentaban a¨²n tan negras como ahora.
Adem¨¢s, seg¨²n comunic¨® la Fegamp (Federaci¨®n Galega de Municipios e Provincias) a los consistorios el 21 de diciembre, la Conseller¨ªa de Sanidade decidi¨® eliminar por completo la subvenci¨®n a los servicios municipales de prevenci¨®n, formativos, que cubr¨ªan el territorio de 125 ayuntamientos y el 75% de la poblaci¨®n gallega. Para educaci¨®n contra los estupefacientes ya no hay un c¨¦ntimo. A consecuencia de esto, ¡°de las 43 unidades que se repart¨ªan este territorio, 17 ya se han desmantelado, toda esa gente est¨¢ en la calle¡±, informa Beatriz Camba, vicepresidenta de la Asociaci¨®n Galega de Profesionais de Condutas Adictivas.
De momento, la semana pasada, solo Vilagarc¨ªa tom¨® la iniciativa en pleno de asumir el coste de la prevenci¨®n y dar servicio a la comarca por su propia cuenta. ¡°Es que Arousa, en materia de drogas, es un desmadre¡±, explica Camba, que es psic¨®loga del Servizo Preventivo Asistencial de Drogodependientes de Vilagarc¨ªa: ¡°Esta crisis es el caldo de cultivo para que repunten las adicciones, empezando por el alcohol, porque ante la situaci¨®n ca¨®tica mucha gente no ve m¨¢s alternativa, por duro que parezca: o bebes o te suicidas¡±.
El riesgo creciente lo confirman miembros de ?rguete y de Asfedro, la ¨²nica asociaci¨®n que asiste a los drogadictos entre los municipios de Ma?¨®n y Mi?o. ¡°La depresi¨®n actual es peor que la anterior, cuando se dispar¨® el consumo¡±, asegura Avenda?o desde Vigo. ¡°Cada d¨ªa viene m¨¢s gente pidiendo ayuda, y cada d¨ªa hay chicos m¨¢s j¨®venes. Est¨¢n ah¨ª, en la sala de espera, acompa?ados de sus madres¡±, ejemplifica Eduardo Carpente, enfermero de la asociaci¨®n de Ferrol. Los trabajadores de Asfedro se concentraron este viernes para llamar la atenci¨®n sobre el estado comatoso en el que est¨¢ entrando su entidad. Si Asfedro, al borde de la quiebra desde hace un a?o, se acaba finalmente, en el norte de A Coru?a no hay alternativa. En sus dos centros atiende a mil personas (24, residentes) y m¨¢s de 700 reciben dosis de metadona.
Los trabajadores de Asfedro (Asociaci¨®n Ferrolana de Drogodependencias) est¨¢n habituados al sacrificio. Si pudieron pasar 20 a?os sin conocer una subida del IPC, ahora les han anunciado una reducci¨®n del sueldo del 20% para ¡°preservar los puestos de trabajo¡± y est¨¢n dispuestos a ello. ¡°Estamos implicad¨ªsimos¡±, reconoce el enfermero, ¡°pero no hay un duro, y la actividad diaria peligra. Por nuestra parte, tenemos familia que alimentar, llevamos dos meses sin cobrar y seguimos: el problema es que hay diferentes gastos como la luz y el tel¨¦fono que est¨¢n prorrogados¡±. No es la primera vez, el a?o pasado aguantaron as¨ª, sin sueldo, tres meses, y se lleg¨® a reconocer desde la entidad que incluso faltaban alimentos para los residentes. Hasta que la Xunta pag¨® un dinero que deb¨ªa. La propuesta para conservar el empleo en ?rguete se parece bastante: Una reducci¨®n de jornada del 20% y por tanto de sueldo. Claro que en este gremio, las emergencias son emergencias y no se pueden aparcar para ma?ana.
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