Hijos de inmigrantes sin papeles
Extranjer¨ªa deneg¨® el a?o pasado en Catalu?a la renovaci¨®n de permisos a 376 menores
La crisis se ha cebado con los inmigrantes. Tanto como para provocar el regreso de decenas de miles a sus pa¨ªses de origen despu¨¦s de a?os luchando por tener una vida mejor que la que les aguardaba all¨ª. Y la realidad de los que aguantan no es nada f¨¢cil. La falta de trabajo est¨¢ provocando que las oficinas de Extranjer¨ªa de la Delegaci¨®n del Gobierno central en Catalu?a hayan denegado en los ¨²ltimos a?os miles de permisos de renovaci¨®n de la residencia o el permiso de trabajo. Si se suman los a?os 2010, 2011 y 2012, las denegaciones fueron 8.195, una cifra abultada pero que en porcentaje sobre el total de solicitudes es peque?a: son entre el 2,6% y el 3,7% de las demandas de renovaci¨®n. El resto, m¨¢s del 96%, se conceden.
El problema es que en muchos casos estas denegaciones no solo dejan en situaci¨®n irregular a personas adultas, sino tambi¨¦n a sus hijos. Chavales que llegaron durante la d¨¦cada de 2000 y que despu¨¦s de un tiempo en situaci¨®n irregular y de adaptarse a una nueva vida se encuentran de nuevo sin papeles. El a?o pasado la Delegaci¨®n deneg¨® 376 renovaciones a menores y en los a?os anteriores fueron 564 y 490, siempre seg¨²n datos de la propia oficina de Extranjer¨ªa. En porcentaje, la cifra vuelve a ser peque?a: entre el 2,6% y el 1,7%. En cualquier caso es significativo que en 2005 las denegaciones de permisos de menores no llegaban ni al 1%.
¡°Como si acab¨¢ramos de llegar¡±
Tiene tanto miedo a perder lo que tiene que no quiere aparecer con su nombre real ni decir d¨®nde vive exactamente. Dej¨¦moslo en que se llama Dora y vive en un pueblo de la Catalu?a central. Es boliviana (all¨ª ejerc¨ªa de maestra) y lleg¨® en 2005 con sus dos hijos peque?os. Los mayores ya llevaban un tiempo en Espa?a. Como tantos inmigrantes entr¨® como turista, trabaj¨® tres a?os en negro, encontr¨® un empleo que le permiti¨® regularizarse, pero lo perdi¨® al cerrar la empresa. Con la mala suerte de que le faltaba un mes para tener derecho a paro. S¨ª tuvo derecho al subsidio ¡°el de los 426 euros¡±, pero despu¨¦s de dos a?os ha dejado de cobrarlo. ¡°Al perder yo los papeles tambi¨¦n ellos se han quedado sin¡±, cuenta en referencia a sus dos hijos peque?os: un chaval de 16 a?os con s¨ªndrome de Down que perder¨¢ las ayudas que ten¨ªa para la escuela especial, la comida y el autob¨²s, y una chica de 20 que terminar¨¢ en junio los estudios de auxiliar de enfermer¨ªa y no podr¨¢ obtener el t¨ªtulo porque no tiene NIE. Ni podr¨¢ seguir estudiando.
¡°?C¨®mo voy a haber cotizado si no hay trabajo?¡±, pregunta Dora y se desespera ante ¡°el muro¡± de la delegaci¨®n del Gobierno. ¡°No tengo derecho a renovaci¨®n porque no he cotizado en los dos ¨²ltimos a?os¡±, repite. La paradoja es que ahora s¨ª est¨¢ trabajando y que ni la familia para la que trabaja puede ayudarla. ¡°Tengo que empezar de cero, como si acabara de llegar. Lo que m¨¢s miedo me da es que mis hijos no puedan estudiar¡±, dice, y lamenta la situaci¨®n en la que se encuentra ¡°despu¨¦s de haber contribuido a levantar el pa¨ªs, haber pagado impuestos y cotizado lo que tocaba¡±.
Si se trata de ni?os peque?os es probable que las familias ni se enteren. La escuela y la sanidad p¨²blica son universales. El problema llega con los extras: si el ni?o hace f¨²tbol de extraescolar y se quiere federar; si la familia pide seg¨²n qu¨¦ becas; si se trata de un chaval de 16 a?os que quiere trabajar; con seg¨²n qu¨¦ estudios¡ Si el menor cumple a?os entre septiembre y diciembre, por ejemplo, tendr¨¢ problemas para matricularse en la universidad.
El sindicato CC OO lleva dos a?os denunciando esta situaci¨®n. Es m¨¢s, su secretario de inmigraci¨®n, Ghassan Saliba, asegura que la Delegaci¨®n del Gobierno ha endurecido las exigencias para renovar los permisos de residencia o trabajo y el de residencia de larga duraci¨®n. Saliba recuerda que entre los estudios no obligatorios a los que un menor sin papeles no podr¨ªa acceder figuran las guarder¨ªas. La normativa no es nueva, explica Saliba. Pero si hasta la llegada del PP al Gobierno se aplicaba ¡°con cierta flexibilidad¡±, el actual Ejecutivo exige los ingresos m¨ªnimos (800 euros si se tiene un hijo, 1.050 si se tienen dos y 1.300 si se tienen tres) para renovar la residencia de los hijos. La p¨¦rdida del permiso de residencia afecta sobre todo a menores de familias de origen marroqu¨ª o de Latinoam¨¦rica, constata, y est¨¢ muy vinculada al desempleo de los padres. Para renovar es necesario haber cotizado la mitad del tiempo de la autorizaci¨®n que se quiere renovar o una cuarta parte del tiempo siempre que la p¨¦rdida del empleo se deba a un despido y el afectado haya buscado empleo.
La versi¨®n sobre el fen¨®meno desde la Delegaci¨®n del Gobierno es completamente opuesta: ¡°Precisamente se est¨¢n flexibilizando las condiciones respecto al reglamento para evitar crear una bolsa de extranjeros en situaci¨®n irregular¡±, aseguran fuentes de la subdelegaci¨®n. Las mismas fuentes subrayan lo peque?os que son los porcentajes de denegaciones respecto al total de solicitudes concedidas.
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