Problemas
Me gustan los problemas, no existe otra explicaci¨®n. El Espanyol ten¨ªa un grave problema con Mauricio Pochettino de entrenador que est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n con Javier Aguirre. Lo curioso del caso es que el propio Pochettino fue en su momento la soluci¨®n al mismo tipo de problema que est¨¢ afrontando con ¨¦xito Aguirre. Y no puede asegurarse que Aguirre, en determinadas circunstancias futuras, no vaya a convertirse ¨¦l mismo en el problema a resolver. Pensar en t¨¦rminos de problemas y soluciones sea quiz¨¢s ¨²til para la matem¨¢tica, la f¨ªsica y la ingenier¨ªa, pero se revela simplista a la hora de comprender la naturaleza humana y futbolera, valga la redundancia. Los problemas humanos son por definici¨®n complejos. El maestro Edgar Morin lo deja bien claro: ¡°Antes de aprender a separar todo, los ni?os ven los v¨ªnculos entre todas las cosas¡±.
Y si todo est¨¢ conectado con todo, ?d¨®nde empieza el problema, d¨®nde la soluci¨®n? No importa el problema, no importa la soluci¨®n, me quedo con lo poco que queda entero en el coraz¨®n, cantaban Los Rodr¨ªguez en 1996, a?o en que el sheriff Pochettino mandaba en la defensa blanquiazul a las ¨®rdenes del capit¨¢n general de Cieza, Jos¨¦ Antonio Camacho. Por aquel entonces, Sarri¨¤ era una fiesta celebrando la clasificaci¨®n europea. Y solo un a?o despu¨¦s, en septiembre de 1997, la fiesta era reducida a escombros, el estadio demolido y convertido en polvo, m¨¢s polvo enamorado. Luego vino el exilio de Montju?c y el 2 de agosto de 2009 se dio por inaugurada la hipoteca para toda la vida de Cornell¨¤-El Prat, donde se practica, desde el 8 de agosto de aquel mismo a?o, en homenaje a Dani Jarque, el quevedesco amor constante m¨¢s all¨¢ de la muerte en el minuto 21 de cada partido, un minuto de suspensi¨®n de las hostilidades, de la idiotez, de la sinverg¨¹encer¨ªa, del cretinismo humano. Todo el estadio sin excepci¨®n aplaude amorosamente, sin ning¨²n objetivo ni expectativa, sencillamente por gusto, sin que la muerte sea vista como un problema ni el amor como su soluci¨®n.
Pochettino fue en su momento la soluci¨®n al mismo tipo de problema que est¨¢ afrontando con ¨¦xito Aguirre
El problema no era Pochettino en s¨ª mismo, sino su cansancio, la p¨¦rdida de las ilusiones, las circunstancias cambiantes conformando un contexto en el que todo est¨¢ entretejido con todo, como en un jersey de la abuela. Pero ya las abuelas no tejen jerseys. Apenas existen ya las abuelas. Las pocas que existen ya no son abuelas, sino canguros de nietos saltarines, los hiperactivos. Es la decadencia. Javier Aguirre ha regenerado un equipo decadente, Stuani a la banda derecha, Ra¨²l Rodr¨ªguez de pivote defensivo y San Agust¨ªn de delantero centro: si no quieres sufrir, no ames, pero si no amas, ?para qu¨¦ quieres vivir?
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