Los ciudadanos, grandes perdedores

En el asunto de la reforma local, lo que reviste m¨¢s gravedad es c¨®mo el Gobierno ha conseguido colocar al municipalismo en el disparadero de la opini¨®n p¨²blica, present¨¢ndolo ante la ciudadan¨ªa como la operaci¨®n de ahorro que necesita Espa?a para salvar la crisis, recortando el n¨²mero y las retribuciones de alcaldes y concejales.

En esa l¨ªnea, a diario hemos asistido a titulares que nos hablan de que el 82% de los concejales no cobrar¨¢ a partir de ahora, dando la imagen de que los mun¨ªcipes estuvieran ahora en su mayor¨ªa percibiendo una remuneraci¨®n.

Y ah¨ª, la sorpresa llegar¨¢ cuando se compruebe que en torno al 80% de concejales no percibe nada por su trabajo en los Ayuntamientos. Y junto a esa falacia principal, el otro chivo expiatorio, la reducci¨®n de sueldo de alcaldes y la rebaja de personal eventual, solo ser¨¢ el 2% del ahorro total de 7.129 millones que Montoro dice que conseguir¨¢.

En definitiva, nos quieren colar una injerencia flagrante en la autonom¨ªa local por parte de otro poder territorial, en este caso el del Gobierno central, con la excusa de que una tijera de 146 millones de euros ¡ªlos que se derivar¨¢n del ahorro en sueldos¡ª justifica el golpe de gracia que consumaron el pasado 15 de febrero en el Consejo de Ministros.

Ah¨ª radica una cruel sin¨¦cdoque: La reforma local, a base de tomar la parte por el todo, aprovecha de manera desleal, cruel y lacerante un estado de cosas (la crisis) para ahogar, maniatar, secuestrar y enterrar la autonom¨ªa de los Ayuntamientos de este pa¨ªs.

Porque lejos de los titulares, lo que verdaderamente se est¨¢ cociendo detr¨¢s de esta reforma no es ahorrar aqu¨ª o all¨¢. En la penumbra de los pasillos, probablemente el gran capital est¨¦ ya preparando su desembarco en los Ayuntamientos para cuando entren de lleno en el fest¨ªn privatizador que el PP ha orquestado, para cuando las diputaciones no den abasto prestando los servicios que el Gobierno pretende usurpar a los Ayuntamientos que no cumplan con ciertos requisitos econ¨®micos.

Esa es la verdadera raz¨®n de esta reforma, planificada concienzudamente desde el PP y para la que, durante meses, ya hemos asistido a la demonizaci¨®n del poder local para, desde ah¨ª, justificar las medidas que contempla la reforma. A partir de ahora, los siguientes pasos ser¨¢n vaciar de contenido pol¨ªtico los Ayuntamientos, colapsar las diputaciones con encomiendas de servicios y, finalmente, llegar irremisiblemente a la necesidad de privatizar la mayor¨ªa de esos servicios que los Ayuntamientos prestan a sus vecinos y vecinas.

Para el final de la historia podemos elegir cualquiera de las cr¨®nicas que hablan hoy en d¨ªa de las consecuencias que ya est¨¢ teniendo la privatizaci¨®n y cierre de servicios, por ejemplo en el ¨¢mbito de la salud. Y siempre, el ciudadano es el gran perdedor en esas historias.

En la reforma local, el ciudadano tambi¨¦n perder¨¢ por dos razones de peso. Primero porque su Ayuntamiento ser¨¢ una empresa m¨¢s ofreci¨¦ndole servicios que solo se rigen por cuentas de resultados y balances economicistas; y segundo y m¨¢s grave a¨²n, con ese panorama, ?qu¨¦ sentido tendr¨¢ el voto en las municipales?

Fernando Rodr¨ªguez Villalobos es presidente de la Diputaci¨®n de Sevilla

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