Un asesinato que resume la historia
La asociaci¨®n memorialista de Coria busca los restos del jornalero Juan Landero El 52,52% de las v¨ªctimas de la Guerra en Sevilla fueron campesinos
¡°El ¨²ltimo recuerdo de mi padre es ver al suyo boca abajo con un tiro en la cabeza. Ahora solo quiere enterrarlo, como a todo el mundo¡±. Viki Landero ha vuelto al lugar donde asesinaron a su abuelo Juan en el oto?o de 1936, un crimen que resume gran parte de la represi¨®n fascista: fue uno de los miles de jornaleros y campesinos muertos a manos de los franquistas, que se cebaron con este colectivo, al que pertenec¨ªan el 52,52% de las 13.122 v¨ªctimas de las que hay constancia en Sevilla; y ejemplifica la brutal y desmesurada acci¨®n criminal del fascismo durante la primera fase de la represi¨®n, cuando se aniquilaron sin discriminaci¨®n a numerosas personas que ni siquiera hab¨ªan participado en la d¨¦bil resistencia. Este crimen, a sangre fr¨ªa y delante de su familia, va a empezar a ser desenterrado por su nieta y la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica de Coria del R¨ªo.
Juan Landero L¨®pez, natural de Jerez, miembro de la CNT y residente en Coria del R¨ªo en Sevilla al comienzo de la Guerra Civil, fue localizado entre octubre y noviembre de ese a?o por cinco hombres que acudieron a caballo a una zona de chozas situada en la orilla oeste del Guadalquivir. A Landero lo apartan mientras aseguran a los miembros de su familia ¡ªsu esposa, Juana Zamora, y sus cinco hijos, Fernando, Miguel, Jos¨¦, Juan y Josefa¡ª que no va a pasar nada.
Pero a escasos metros de la choza, le disparan sin mediar palabra y dejan su cad¨¢ver sobre la tierra. Su hijo Miguel, de seis a?os, est¨¢ cerca y a¨²n hoy, con 83 a?os, lo recuerda con todo detalle. Su testimonio es fundamental para delimitar la zona de b¨²squeda, situada en el entorno de un pozo que es el ¨²nico vestigio arquitect¨®nico que a¨²n permanece en el lugar.
¡°Enterradlo o seguimos matando¡±, dijo uno de los integrantes del escuadr¨®n, entre los que se encuentra el due?o de la finca a quien Landero hab¨ªa reclamado un a?o antes el pago de salarios que deb¨ªa a los jornaleros por la recogida de aceitunas.
Los temporeros que habitaban la hoy conocida como Dehesa La Atalaya, cavaron una fosa y lo enterraron con sacos a modo de mortaja. Mientras, los fascistas obligaron a un adolescente de 14 a?os a quemar la choza de la familia Landero. A partir de ah¨ª, vivieron un ¡°calvario¡± que impidi¨® a Juana ocuparse de todos sus hijos. La hermana de la viuda ayud¨® para evitar que murieran de hambre.
¡°Mi abuela no hablaba del tema, pero a mi padre no se le ha olvidado. Me lo ha contado a m¨ª y yo a mis hijos. Porque no se puede olvidar esta injusticia¡±, afirma Viki sobre la zona donde est¨¢ sepultado su abuelo.
Landero es uno de los 200 asesinados o desaparecidos durante la Guerra en Coria del R¨ªo, una poblaci¨®n tomada en pocos d¨ªas sin muchos incidentes y sin apenas resistencia. La localidad, ante la eventualidad de que fuera utilizada para impedir la navegaci¨®n, fue asaltada por el capit¨¢n retirado Diego L¨®pez de Morla, conde de Villacreces, a bordo de un mercante llamado Mogador, desde donde dispararon con mortero y fuego de fusiler¨ªa, seg¨²n recoge el historiador Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa M¨¢rquez en su libro Las v¨ªctimas de la represi¨®n militar en la provincia de Sevilla. Algunos trabajadores respondieron con disparos y mataron al conde con m¨¢s fortuna que intenci¨®n.
Un d¨ªa despu¨¦s, un avi¨®n riega la zona con octavillas amenazando con destruir el pueblo, a lo que los vecinos responden sacando s¨¢banas blancas a los balcones. Esta actitud permite tomar la poblaci¨®n, que entonces cuenta con unos 17.000 vecinos, con solo 30 guardias.
El ¨²nico incidente fueron los disparos al Mogador. Pero no impidi¨® una sucesi¨®n de asesinatos y represalias que cost¨® la vida a decenas de vecinos. Muchos fueron retenidos previamente en el buque, fondeado en el Guadalquivir, Cabo Carboeiro, m¨¢s conocido como El Barco; el cine J¨¢uregui y lo que en la actualidad es la plaza de abastos. Uno de ellos fue el concejal de Uni¨®n Republicana Mariano Baquero, abuelo y bisabuelo de los responsables hoy de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica de Coria del R¨ªo.
En la recuperaci¨®n de este episodio colaboran todas las administraciones implicadas: Direcci¨®n General de Memoria Democr¨¢tica de la Consejer¨ªa de Administraci¨®n Local y Relaciones Institucionales de la Junta de Andaluc¨ªa y los Ayuntamientos de Coria y Dos Hermanas. Este ¨²ltimo ha puesto a disposici¨®n de la asociaci¨®n memorialista de Coria tanto la maquinaria precisa como los operarios municipales. Tambi¨¦n participan en el proyecto la Asociaci¨®n Memoria Hist¨®rica y Justicia de Andaluc¨ªa (AMHyJA) y el grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andaluc¨ªa, de CGT.
El director general de Memoria Democr¨¢tica, Luis Naranjo, calific¨® esta circunstancia de ¡°fundamental¡± por el entendimiento entre las diferentes administraciones p¨²blicas y la necesaria coordinaci¨®n en favor del derecho que asiste a las v¨ªctimas.
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