Han renacido dos estrellas
Carles Flavi¨¤ y Jaume Sisa comparte escenario, en un espect¨¢culo de dif¨ªcil definici¨®n
No s¨¦ si es la primera vez que Carles Flavi¨¤ y Jaume Sisa comparten escenario pero est¨¢ claro que, tanto por su trayectoria profesional como por la amistad que les une, estaban destinados a asociarse en un espect¨¢culo, y que este adem¨¢s no pod¨ªa ser de f¨¢cil definici¨®n. Ellos lo intentan en el programa de mano: ¡°Propuesta metateatral basada en hechos reales de un augusto y un carablanca sobre una obra fallida con ruptura de la cuarta pared¡¡±. Es decir, un montaje con los dos a pelo sobre lo que ten¨ªa que ser y no ha sido, de ah¨ª el t¨ªtulo, y que a partir de sus vivencias y abstracciones al son de m¨¢s de una canci¨®n provoca unas risas y se hace con la complicidad del espectador.
Tan b¨¦ que an¨¤vem es una especie de metamorfosis conjunta que aglutina las muchas que cada uno ha experimentado por separado y que les convierte en una nueva pareja c¨®mica equilibrada gracias a la direcci¨®n de Pau Mir¨®, que ha conseguido poner a cada uno en su sitio. Qu¨¦ bien le sienta algo de contenci¨®n a Flavi¨¤, acostumbrados a la narraci¨®n dispersa e improvisada, y qu¨¦ sorpresa descubrirle como actor. Y c¨®mo se desenvuelve Sisa con la palabra hablada, qu¨¦ suelto, resuelto y gracioso.
Tan b¨¦ que an¨¤vem
Autor¨ªa e interpretaci¨®n: Carles Flavi¨¤, Jaume Sisa.
Direcci¨®n: Pau Mir¨®.
La Seca-Espai Brossa,
Barcelona. Hasta el 14 de abril
Era cuesti¨®n de tiempo, pues, que las tablas de Flavi¨¤ ¡ªcomo sacerdote desde el p¨²lpito, que no deja de ser un escenario, como monologuista y entrevistador televisivo¡ª y las de Sisa ¡ªcomo cantautor gal¨¢ctico desde sus diversos personajes¡ª confluyeran m¨¢s all¨¢ de las barras de bar, y que de sus divagaciones en trago largo pudieran regocijarse otros espectadores aparte de sus ac¨®litos y amigos. Y era cuesti¨®n de poner un poco de orden en la manera de hacer de cada uno. Luciendo un esmoquin dorado y zapatos a juego en el caso de Sisa, que aparece guitarra en mano, su gran amor, y m¨¢s casual y menos llamativo en el de Flavi¨¤, la cosa discurre fluidamente entre recuerdos, canciones, confesiones y reflexiones. Del Mu?equita linda a la influencia de los Maristas; de los usos de las pinzas de tender ropa a los abusos de las ex novias; de la Boqueria al supermercado; de la revelaci¨®n que supone Bob Dylan a un tema a d¨²o compuesto para la ocasi¨®n. Tan b¨¦ que an¨¤vem no alude directamente a la situaci¨®n pol¨ªtica pero tampoco la elude y la reflexi¨®n sobre qu¨¦ pasar¨ªa si Catalu?a fuera independiente no tiene desperdicio.
Tienen m¨¢s escenas brillantes, como la recreaci¨®n del primer empleo de Sisa como corredor de grifos siguiendo los pasos de su padre y con Flavi¨¤ haciendo de ferretero indolente; y tienen en todo momento ese humor basado en una complicidad a prueba de bombas que les permite decir y decirse cualquier animalada.
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