El adi¨®s sin despedida

?Pap¨¢ debe de haber perdido la cabeza, porque lleva un buen rato sec¨¢ndose la cara con la cortina del ba?o! Nada queremos saber de lo peor, hasta que nos damos de bruces con ello. En Mi amigo en m¨ª, ¨®pera prima cuasi documental, Tony Casla, actor mallorqu¨ªn de ascendencia finlandesa, nos habla del alzh¨¦imer a trav¨¦s de Jos¨¦, m¨²sico viudo que contrae la enfermedad con cincuenta y tantos a?os; de su hija Sonia, ocupada en labrarse un futuro en tiempos dif¨ªciles, y de Petra, joven inmigrante georgiana que se encargar¨¢ de cuidarle.

Casla soslaya el tema de la amistad incipiente entre ambas j¨®venes de cultura y posici¨®n tan dispares, y el de la herida abierta entre hija y padre, que podr¨ªan tener mayor recorrido dram¨¢tico, para poner el foco en el desarrollo de la enfermedad, en los s¨ªntomas que caracterizan cada una de sus etapas y en el c¨®mo eso repercute en el c¨ªrculo del enfermo. De su espect¨¢culo, resuelto con producci¨®n modesta, escenograf¨ªa aproximativa y una direcci¨®n eficaz de Sol L¨®pez, y sito a un paso del teatro testimonio, acaba calando la verosimilitud de lo que se cuenta, lo que tiene de transmisi¨®n de experiencia y la entrega de sus int¨¦rpretes. Casla encarna con exactitud la conducta del desarbolado Jos¨¦ y clava sus estereotipias. La Sonia de Maitane Aldako es un Jano cuya mitad amorosa apenas opone resistencia a los deseos de ¨¦xito profesional de su otra mitad. Y la actriz eslovaca Mar¨ªa Karol'ov¨¢ galvaniza la funci¨®n por la calidez y sensual humanidad que imprime a su abnegado personaje.