Los expertos ven posible la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea
El Cercle d¡¯Economia debate la posici¨®n brit¨¢nica desde el cambio o la ruptura
Hace unos meses Reino Unido decidi¨® tomarle un pulso a la Uni¨®n Europea. El partido conservador del primer ministro David Cameron, m¨¢s euroesc¨¦ptico que nunca, plante¨® una renegociaci¨®n de las competencias cedidas y proponer el resultado en un refer¨¦ndum no m¨¢s tarde del 2017.
Ayer en el Cercle d¡¯Economia de Barcelona se debati¨® la cuesti¨®n planteando la posici¨®n brit¨¢nica frente la Uni¨®n Europea desde el cambio o la ruptura. La conclusi¨®n, poco halag¨¹e?a, apunta a que la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea es posible. Como se?al¨® el ponente David Gardner ¡°el peligro existe¡±. Pero como advirti¨® el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que Reino Unido deje la UE ¡°no sale gratis¡±. Como moderadora de la sesi¨®n estuvo Cristina Gallach, jefe de relaciones p¨²blicas del Consejo de la Uni¨®n Europea, y los ponentes fueron Carles Casajuana, ex embajador de Espa?a en el Reino Unido, y David Gardner, editor de Asuntos Internacionales del Financial Times.
Se pueden aducir muchos factores y actores a esta conclusi¨®n. Gardner hizo referencia a la transformaci¨®n del partido conservador que con el tiempo se ha contagiado de un euroescepticismo que no contemplaban sus predecesores Margaret Thatcher o John Major que contrariamente ¡°amansaban a los euroesc¨¦pticos¡± y ve¨ªan las posibilidades del libre mercado con sus vecinos europeos. Por otro lado, Carles Casajuana, a?ade un ¡°problema de identidad terrible¡± y matiza que de Reino Unido los ¨²nicos esc¨¦pticos son los ingleses, mientras que escoceses, galeses e irlandeses siguen viendo la UE como una oportunidad. ?A qu¨¦ se debe esta opini¨®n unilateral? Ambos expertos coinciden en que cierta ¡°complacencia brit¨¢nica¡± justificada por una democracia de gran calidad, la persistencia de Londres como capital en materia de soft power a¨²n despu¨¦s de la p¨¦rdida del imperio, la importancia de Reino Unido en ciertas transacciones internacionales y el m¨¦rito de no haber entrado en el euro y ¡°seguir siendo la capital financiera de la Uni¨®n¡±, es la responsable junto con una falta de explicaci¨®n profunda a la opini¨®n brit¨¢nica sobre las ventajas y posibilidades si Reino Unido se integrase al completo en la UE y una falta de esfuerzo por parte del gobierno brit¨¢nico de acomodar ambos actores.
Finalmente, ante esta encrucijada las opciones son escasas. Casajuana admite que en el supuesto que Reino Unido saliera de la UE, ambos saldr¨ªan perjudicados. La Uni¨®n se ver¨ªa obligada a reducir sus ambiciones como actor, perder¨ªa peso y la contribuci¨®n brit¨¢nica aporta ¡°sentido com¨²n¡± al motor franco-alem¨¢n. Por su parte, seg¨²n Casajuana, a Reino Unido no le quedar¨ªan muchas opciones, en primer lugar una situaci¨®n similar a la de Suiza, otra opci¨®n es la de Noruega, con la situaci¨®n de un mercado ¨²nico pero ejerciendo un papel secundario y obedeciendo normas en las cuales no podr¨¢ intervenir o por ¨²ltimo una especie de ¡°gran Caim¨¢n¡± con tal vez libre cambio y ventajas fiscales, ¡°siempre y cuando Bruselas lo permita¡±. As¨ª pues, hay varias posibilidades, pero ninguna, tal y como plantean, ser¨ªa tan ventajosa como ambos siguieran el mismo camino. Sea como sea, Gardner espera que si finalmente se celebra un refer¨¦ndum sirva para tratar el tema en profundidad, ayude a la opini¨®n p¨²blica a hacerse una idea clara y establezca una pauta firme a seguir en el futuro.
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