La incierta ruta del Guadalquivir

El presunto enfrentamiento entre conservaci¨®n medioambiental y creaci¨®n de empleo vuelve a saltar en Sevilla cuando m¨¢s de 300.000 personas de esta ciudad buscan un trabajo que no encuentran. Quiz¨¢s sea el peor escenario para plantear un pulso centrado en dos de los s¨ªmbolos m¨¢s importantes de Andaluc¨ªa: Do?ana y el Guadalquivir. Pero la Autoridad Portuaria de Sevilla intenta relanzar el proyecto de ampliaci¨®n del dragado del estuario, al que muchos dieron por muerto en 2011 tras el rechazo del Consejo de Participaci¨®n de Do?ana. Y el principal argumento que esgrimen los defensores del dragado es la creaci¨®n de puestos de trabajo para luchar contra esa tasa de desempleo de m¨¢s del 32%.

20.000 empleos directos e indirectos se crear¨ªan si se ampliara el calado del ¨²ltimo tramo del r¨ªo, argumenta el PP (que gobierna con c¨®modas mayor¨ªas en Sevilla y en La Moncloa). Primero fueron 15.000. Luego, 17.000. Y, recientemente, ha subido hasta los 20.000, seg¨²n el texto del denominado Pacto por la ciudad de Sevilla que los populares han presentado a PSOE e IU. Ahora, como novedad, se a?ade el riesgo de que se pierdan parte de los actuales 16.000 trabajos vinculados a la actividad del puerto si no se aumenta el calado del estuario, seg¨²n advierte Manuel Fern¨¢ndez, presidente de la Autoridad Portuaria. Si hay m¨¢s calado, habr¨¢ m¨¢s barcos, m¨¢s contenedores de mercanc¨ªas, m¨¢s actividad y m¨¢s trabajo. Es la cadena argumental de los promotores, que cuentan con el apoyo de los empresarios de la ciudad.

"El dragado es fundamental y tendr¨ªa que estar ya", opina, por ejemplo, Francisco Garc¨ªa, gerente de Sevitrade, una de las empresas de log¨ªstica que hay instaladas en el puerto sevillano. "Ampliamos las instalaciones pensando en barcos mayores", a?ade. "Ahora estamos operando al 50% de nuestra capacidad", indica este defensor del dragado. En contra de la profundizaci¨®n est¨¢n cient¨ªficos, ecologistas y agricultores, que temen el impacto de esta pol¨¦mica actuaci¨®n en una cuenca en la que el regad¨ªo acapara el 87% de los usos del agua.

Manuel Fern¨¢ndez sostiene que el consejo de administraci¨®n del puerto aprobar¨¢ el proyecto de licitaci¨®n este mes o, como m¨¢ximo, el siguiente. "Luego lo daremos a conocer al Consejo de Participaci¨®n de Do?ana, a la comunidad aut¨®noma y al Ministerio de Medio Ambiente, que es el que debe darnos el visto bueno para la licitaci¨®n".

El reloj avanza contra el dragado. "Queremos hacerlo pronto", admite Fern¨¢ndez. La obra de profundizaci¨®n costar¨ªa 31 millones y Europa financiar¨ªa el 80% de las actuaciones a trav¨¦s de los fondos Feder. Pero parte del dinero est¨¢ consignado dentro de un programa plurianual que termina este 2013. "Si no somos capaces de licitar en este a?o, se perder¨ªan los m¨¢s de 12 millones de fondos europeos", afirma Fern¨¢ndez.

El PP fue el que concedi¨® en 2003 la Declaraci¨®n de Impacto Ambiental (DIA) favorable al proyecto. El PP ser¨¢ el que tenga que dar la autorizaci¨®n para que las dragas empiecen a trabajar una d¨¦cada despu¨¦s.

Pero, en estos diez a?os, han ocurrido muchas cosas en los aleda?os del dragado.

El proyecto completo del puerto constaba de tres patas: la construcci¨®n de una nueva esclusa para ganar manga (cost¨® 160 millones y funciona desde 2010), dragados de mantenimiento para garantizar la navegaci¨®n (que se realizan peri¨®dicamente) y la profundizaci¨®n del calado para pasar de los 6,5 a los ocho metros (una actuaci¨®n que despert¨® dudas entre cient¨ªficos, regantes y ecologistas desde el principio).

Cuando el PSOE lleg¨® al Gobierno central en 2004, la ministra Cristina Narbona decidi¨® paralizar la DIA. Argument¨® que no se hab¨ªan tenido en consideraci¨®n las conclusiones del Patronato de Do?ana. En junio de 2005, se constituy¨® una comisi¨®n cient¨ªfica para evaluar el proyecto, que, a su vez, encarg¨® a los investigadores del CSIC Miguel A. Losada y Javier Ruiz un estudio. Ese an¨¢lisis cient¨ªfico, el mayor que se ha realizado sobre el estuario, se concluy¨® en septiembre de 2010. Un mes despu¨¦s, la comisi¨®n cient¨ªfica dictamin¨® que la profundizaci¨®n no era "recomendable". "Se ha demostrado incompatible con la conservaci¨®n del estuario y por lo tanto de Do?ana", se a?ad¨ªa en el dictamen, que cont¨® con el voto negativo de la Autoridad Portuaria. Poco despu¨¦s, el Consejo de Participaci¨®n de Do?ana ¡ªheredero del Patronato¡ª asumi¨® esas conclusiones. Muchos dieron el proyecto por muerto o, al menos, por paralizado sin fecha.

"El r¨ªo puede morir en cualquier momento", advierte Fernando Hiraldo, exdirector de la Estaci¨®n Biol¨®gica y miembro de aquella comisi¨®n cient¨ªfica. Recuerda que, tras el pronunciamiento de Do?ana, lo que parec¨ªa que se acord¨® con el puerto fue que los cient¨ªficos hicieran un seguimiento de los dragados de mantenimiento para evaluar si se pod¨ªa acometer la profundizaci¨®n.

"El puerto no hizo nada, drag¨® sin consultar", cuenta Miguel A. Losada, del Centro Andaluz de Medio Ambiente de la Universidad de Granada y uno de los coordinadores de aquel completo estudio del estuario. "Hasta que no se conozca el de mantenimiento no se puede hacer el de profundizaci¨®n", apunta.

¡°El perjuicio del dragado es mayor que el supuesto beneficio econ¨®mico¡±, opina Losada. Al margen de los da?os que se puedan provocar en Do?ana, en la agricultura por el aumento de la salinidad o en la pesca en la desembocadura, este experto en din¨¢mica de flujos ambientales advierte de la importante inversi¨®n que se necesitar¨ªa. ¡°Al profundizar el dragado, los costes econ¨®micos se multiplican por siete¡±, se?ala Losada en referencia a la fuerza de las mareas que arrastran los lodos al lecho del r¨ªo.

"El estuario necesita un planteamiento integral", se?ala Javier Ruiz, del Instituto de Ciencias Marinas de Andaluc¨ªa. Ruiz coordin¨® con Losada el an¨¢lisis del Guadalquivir. "Tras el informe, el puerto impidi¨® el acceso de los cient¨ªficos a los instrumentos que se instalaron en el estuario para elaborar el estudio", indica. Ruiz recuerda con "dolor" aquel episodio. "Se hizo una inversi¨®n de un mill¨®n de euros [que financi¨® la Junta a trav¨¦s de una subvenci¨®n al puerto] que se ha muerto".