La doble vida fotogr¨¢fica de Echag¨¹e
El MNAC expone las im¨¢genes ¡®pictorialistas¡¯ realizadas en ?frica por este ingeniero militar
El primer destino del ingeniero militar Jos¨¦ Ortiz Echag¨¹e (Guadalajara, 1886) despu¨¦s de graduarse en 1909 fue la zona del Rif, cerca de Tetu¨¢n, donde las minas de hierro que Espa?a ten¨ªa estaban siendo atacadas por las tribus rife?as. En ?frica, el joven de 23 a?os recibi¨® el encargo de dirigir el servicio de fotograf¨ªa de la unidad de Aerostaci¨®n, en la que realizaba im¨¢genes, primero desde globos y luego desde aviones, para elaborar mapas y localizar las posiciones enemigas. Pero junto a estas im¨¢genes profesionales, Echag¨¹e tambi¨¦n dirigi¨® el objetivo de su c¨¢mara de aficionado hacia los hombres y mujeres del pa¨ªs, hacia los paisajes y los temas de la vida cotidiana. Una realidad amenazada, precisamente, por la presencia de las tropas espa?olas. ¡°Creo que la parte m¨¢s importante para que un fot¨®grafo consiga el ¨¦xito est¨¢ en el hecho de ponerse en contacto con los personajes en sus rincones, seguir sus costumbres, observarlas y tratar de capturarlas en su ambiente¡±, dej¨® escrito Echag¨¹e en su diario. Casi 80 de las im¨¢genes (pertenecientes a la Universidad de Navarra) que el ingeniero fot¨®grafo cre¨® en el norte de ?frica, adem¨¢s de una selecci¨®n de im¨¢genes in¨¦ditas procedentes del Archivo General Militar de Madrid con fotograf¨ªas de dirigibles y vuelos a¨¦reos, pueden verse ¡ªhasta el 21 de julio, gratis¡ª en el Museo Nacional de Arte de Catalunya, MNAC.
El comisario Javier Ortiz-Echag¨¹e tiene clara la labor de experimentaci¨®n de su abuelo, creando texturas tras raspar im¨¢genes como Muchacho rife?o, creando primer¨ªsimos planos como en Moro del Rif 2, Rife?a 2 o Mora de Fez 3, y nuevas composiciones en diagonal, puntos de vista y luces extremas, parecidas a las que luego usaron las vanguardias, como en Porteadores. ¡°Presentes en sus primeros a?os, no las abandonar¨¢ nunca¡±, asegura.
Sus fotograf¨ªas de ni?os, jinetes armados, comerciantes o incluso escenas de la cruda guerra, son perfectamente reconocibles. Reveladas manualmente, con mucha paciencia y habilidad, Echag¨¹e us¨® la t¨¦cnica del carb¨®n fresson ¡ªen la que empleaba serr¨ªn que luego rascaba para sacar la luz¡ª, interviniendo en el resultado final de cada una de las im¨¢genes. Representante del pictorialismo fotogr¨¢fico espa?ol ¡ªalgo que ¨¦l negaba¡ª sus obras, que parecen m¨¢s grabados que fotograf¨ªas, van m¨¢s all¨¢ del mero registro de la realidad.
Tercer piloto de aviaci¨®n con t¨ªtulo en Espa?a, Echag¨¹e fue un pionero con vida de novela. Tras volver de Marruecos, abandon¨® el ej¨¦rcito y fund¨® en 1923 Construccions Aeron¨¢uticas SA (CASA) y, en 1950, la empresa de automoci¨®n SEAT.
Echag¨¹e realiz¨® varios libros que le dieron fama mundial. American Photography lo consider¨® el tercer mejor fot¨®grafo del mundo en 1935. Public¨® Tipos y Trajes de Espa?a (1930), Espa?a. Pueblos y paisajes (1939), Espa?a m¨ªstica (1943) y Espa?a. Castillos y alc¨¢zares (1956). Echag¨¹e retom¨® su pasi¨®n por ?frica al final de su carrera en tres viajes en 1964 y 1966 (cuando ten¨ªa 78 a?os). Ahora, el fot¨®grafo se centra m¨¢s en paisajes y arquitecturas utilizando la misma t¨¦cnica de carbones de gran formato e intentando ocultar los elementos m¨¢s modernos que ya se percib¨ªan en la sociedad norteafricana. De esta etapa es una de sus im¨¢genes m¨¢s famosas: Siroco del Sahara publicada hasta en China y Mosc¨² (fue portada del diario Pravda en 1966). ¡°Son im¨¢genes on¨ªricas e incluso surrealistas¡±, asegura el comisario delante de Fez 1, en la que el enorme grupo de hombres parece ajeno al fot¨®grafo. Todos menos un ni?o que corre en su direcci¨®n ¡°y que parece un Cartier-Bresson¡±, se?ala Echag¨¹e nieto.
Las im¨¢genes de Ortiz Echag¨¹e recuerdan a fortunys fotografiados. En abril, el di¨¢logo entre los dos autores ser¨¢ posible. Ser¨¢ tras inaugurarse la exposici¨®n monogr¨¢fica que el MNAC ha programado alrededor de la enorme La batalla de Tetu¨¢n de Mari¨¤ Fortuny.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.