Todas no podemos ser Claudia Schiffer
Al ladr¨®n Kim Dotcom, nombre que suena a d¨¦spota coreano, se le ve contento con nosotros
Domingo: Leo en Live Science un reportaje de la directora Jeanna Bryner en la que re¨²ne los resultados de diferentes trabajos cient¨ªficos, seg¨²n el cual hay siete rasgos de car¨¢cter que son objetivamente malos para la salud: la tristeza, la ansiedad, la excesiva competitividad, la falta de autocontrol, la neurosis, la carencia de objetivos vitales y el cinismo,como llama a la hostilidad, desconfianza y desprecio generalizados.
Por experiencia o intuitivamente, todos entendemos que estar permanentemente triste o ansioso tiene que hacer da?o; los neur¨®ticos y carentes de autocontrol mueren antes ¡ªafirma la revista Health Psychology¡ª porque est¨¢n m¨¢s inclinados al desorden y los excesos. Y seg¨²n un estudio del Journal of Psychosomatic Medicine, carecer de un objetivo en la vida afecta negativamente al sistema inmunol¨®gico, y eso tampoco cuesta de creer. Pero ?por qu¨¦ el cinismo es malsano, en el sentido f¨ªsico de la palabra? Pues parece que los que tienden a desconfiar de todo el mundo y sospechan sistem¨¢ticamente de los motivos de los dem¨¢s, desarrollan m¨¢s f¨¢cilmente ataques al coraz¨®n. En un estudio con 300 veteranos de la Guerra del Vietnam que estaban sanos al principio del estudio, se detect¨® que los que estaban muy afectados por el sentimiento de hostilidad general ten¨ªan una tendencia estad¨ªstica muy superior a padecer infartos, porque desarrollaban una prote¨ªna del sistema inmunol¨®gico llamada c-3, relacionada con diversas enfermedades, entre ellas la diabetes. Es mejor ser cr¨¦dulo, confiado, p¨¢nfilo. Esto me recuerda a aquella campesina portuguesa que vi en la tele; hab¨ªa cumplido cien a?os, y le preguntaron ¡°?Cu¨¢l es su secreto?¡±. Lo explic¨®: ¡°trabajar, trabajar, trabajar y no pensar en nada¡±.
Lunes. Comento con Juan D¨ªaz, el editor de DeBolsillo, la entrevista a Kim Dotcom, ladr¨®n colosal de derechos de autor, que sali¨® el otro d¨ªa en EL PA?S. A Kim Dotcom, nombre que suena a d¨¦spota coreano, se le ve muy contento con nosotros, porque Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s visitas rinde a su nuevo portal, Mega. ¡°Los espa?oles aman a Mega y Mega ama a los espa?oles¡±, dice el pirata, y tiene incluso el fantasioso descaro de proponer una asociaci¨®n con nuestro Gobierno para demandar a Estados Unidos ante los tribunales internacionales.
Pienso que igual que nuestros pol¨ªticos roban en gran escala, la buena gente, que hace lo que puede, que apenas llega a fin de mes, roba al detall, y todos en alegre impunidad. Juan D¨ªaz me da un par de datos que obviamente est¨¢n relacionados. El primer dato: entre los a?os 2009 y 2012 la ca¨ªda del mercado editorial se acerc¨® al 40%. El segundo dato: por cada dispositivo de lectura electr¨®nica que se vende en Espa?a (tabletas, kindles etc¨¦tera) se venden s¨®lo 0'3 libros. Es decir, que toda esa gente que se ve por ah¨ª leyendo en sus tabletas, lo hace ¡°gratis total¡±.
Martes. Hoy, nada.
Mi¨¦rcoles. Hoy, a¨²n menos.
Jueves. Cuando le entrevist¨¦ a prop¨®sito de Barcelona cau, Valent¨ª Puig me dijo que T¨¢cito "es tiniebla patricia, un altivo conocedor de la condici¨®n humana, un estoico de solemnidad que no puede creer en futuros ilusorios". Hoy he le¨ªdo la cr¨®nica del reinado de Tiberio, que ocupa casi la mitad de los Anales; por cierto que ya le¨ª este libro en 1994 pero, naturalmente, no me acordaba de nada. (Dicen que guardamos de nuestra vida un recuerdo semejante al que guardamos de las pel¨ªculas que vimos y de las novelas que le¨ªmos: alguna noci¨®n atmosf¨¦rica, los jirones de tres o cuatro escenas, una frase o dos; es verdad; la excepci¨®n que confirma la regla es Marcos Ord¨®?ez, cuya memoria y cuya prosa lo rescatan gloriosamente todo, o casi todo, de los a?os sesenta y setenta, cfr Un jard¨ªn abandonado por los p¨¢jaros.) Tiberio era un gobernante cruel, envidioso, receloso, rico en prote¨ªnas c-3; potenci¨® la figura del delator; pero no a lo Santiago Espot, el chota ling¨¹¨ªstico, sino a lo grande. Cuando mat¨® a su valido, el temido Sejano, tambi¨¦n mand¨® ejecutar a sus inocentes hijos. (V, 9). Cima de abyecci¨®n: "Cuentan los historiadores de aquellos tiempos que, como no se ten¨ªa noticia de que una virgen hubiera sido castigada con la pena de muerte, la ni?a fue forzada por el verdugo a la vez que se le echaba la cuerda al cuello".
Viernes. Ingo Niermann me pide un curriculum en dos l¨ªneas, y le env¨ªo ¨¦stas: ¡°Ignacio Vidal-Folch, a writer, was born in Barcelona and lives in Barcelona.He¡ but.. oh, well, that's life!¡±.
S¨¢bado. En el bar del mercado: la camarera, mujer corriente, activa, agradable, declara con alegr¨ªa: ¡°?Todas no podemos ser Claudia Schiffer!¡±. Est¨¢ categ¨®ricamente conforme con no ser supermodelo. Un pescatero con delantal y botas de goma, obeso, rubicundo, apopl¨¦jico, con las gu¨ªas del bigote empapadas, bebe cerveza de pie, aprisa, y responde:
¡ª?Pero somos m¨¢s simp¨¢ticos!
¡ª?Nos divertimos m¨¢s! -tercia una cliente.
¡ª?Hambre no pasamos! -remata la camarera.
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