Y la puerta se abri¨®

Hab¨ªa pasado un poco m¨¢s de una hora de concierto cuando el siciliano Franco Battiato por fin se levant¨® de esa especie de banco cubierto con una alfombra persa. Cantaba E ti vengo a cercare tras haber repasado parte de su reciente disco ?brete S¨¦samo.

La vuelta al espa?ol como idioma de sus canciones ha puesto de nuevo a Franco Battiato en boca de todos. Anoche, en un Circo Price abarrotado, recuper¨® ese pulso que ya tuvo en los ochenta con sus adaptaciones entendibles de canciones como Centro de gravedad permanente, Quiero verte danzar, o su versi¨®n sui g¨¦neris de Cucurrucuc¨² paloma.

Arranc¨® el siciliano con su nuevo disco a saco, tal y como vienen una tras otra las canciones en la grabaci¨®n. Para abrir, Un irresistible reclamo, y luego su declaraci¨®n de principios, Mi testamento, o la autobiogr¨¢fica Cuando era joven, donde aunque parece una exaltaci¨®n de la juventud, acaba reconociendo que esta, ¡°afortunadamente, pasa¡±. Todas en espa?ol, gracias a las adaptaciones de dos rutilantes letristas del pop indie patrio, Jota y Manu Cerr¨®n, de Los Planetas, y Grupo de Expertos Solynieve.

Pero aunque el p¨²blico segu¨ªa con mucho agrado el estreno de las canciones de ?brete S¨¦samo, la puerta no se abri¨® del todo hasta que lleg¨® su primer cl¨¢sico, Perspectiva Nevski, en el segundo bloque de la noche. Battiato no es de grandes aspavientos, apenas sorbe de vez en cuando un vasito que tiene a su lado sobre la alfombra-banco que parece de t¨¦ ¨¢rabe, y apenas se mueve, pero mantiene una sonrisa de felicidad durante todo el concierto, que hace que el p¨²blico parezca tambi¨¦n feliz.