La previsible soledad de Urkullu
Oposici¨®n, sindicatos y patronal se alejan del Gobierno del PNV en sus primeros 100 d¨ªas. El Ejecutivo es firme: ¡°Hemos cumplido lo prometido¡±
El Gobierno vasco no tiene quien le escriba, m¨¢s all¨¢, claro, del PNV que le sustenta con precariedad. Al cumplir sus primeros 100 d¨ªas de mandato, I?igo Urkullu se ha quedado solo, aunque ya se lo imaginaba. ¡°Preparaos para lo que se nos viene encima¡±, les advirti¨® el lehendakaria sus consejeros en la toma de posesi¨®n, consciente de que la realidad econ¨®mica le ningunear¨ªa buena parte de sus expectativas. Sus cr¨ªticos dicen que se qued¨® corto en su previsi¨®n: ¡°Parece un gobierno atenazado, como si no supiera por d¨®nde tiene que empezar¡±.
¡°Un partido que siempre ha exhibido gesti¨®n, que sab¨ªa que iba a ganar las elecciones y que dec¨ªa saber lo que quer¨ªa este pa¨ªs no puede estar haciendolo peor en un momento tan grave¡±, acusan desde el PSE-EE. Es una contundente acusaci¨®n que se mantiene en el resto de las fuentes contactadas por este peri¨®dico en ¨¢mbitos pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos, donde no levantan el pie del suspenso. La ¨²nica excepci¨®n llega, l¨®gicamente, del propio Gobierno y del PNV. ¡°Todos los compromisos que el lehendakari anunci¨® en su proclamaci¨®n en el Parlamento los ha cumplido en el plazo de los 100 d¨ªas que se dio¡±, recuerda uno de sus colaboradores.
Los socialistas, a¨²n con las heridas abiertas por el desgaste que les provoc¨® el PNV desde la oposici¨®n, r¨¢pidamente exhiben como contragolpe un dossier de 12 folios en el que se recogen ¡°las 100 medidas tomadas por el Gobierno de Patxi L¨®pez en sus 100 primeros d¨ªas¡±, divididos en cinco grandes ¨¢reas. El PNV no dispone de ning¨²n estudio, pero espeta que Urkullu ha cumplido lo que prometi¨®: ¡°rebajar un 20% los cargos de la Administraci¨®n, aprobar unso presupuestos sociales, un plan de empleo y dar financiaci¨®n a las pymes¡±.
Por encima de estas l¨®gicas posiciones atrincheradas de Gobierno y oposici¨®n, sobre todo ahora que se transita por el momento t¨¢ctico de la negociaci¨®n presupuestaria, hay una sensaci¨®n bastante generalizada de que ¡°esper¨¢bamos unas medidas m¨¢s contundentes, cuatro pu?etazos en la mesa diciendo que hemos venido a hacer esto y que se nota que han entrado¡±, se?ala cr¨ªticamente un empresario no alejado de las tesis nacionalistas como resumen de otras opiniones similares.
¡°Parece atenazado, como si no supiera por d¨®nde empezar¡±, sobre el Gobierno
En este escenario tan adverso, el Gobierno se ha tropezado incluso con la patronal vasca, muy descontentada con el par¨®n inversor que detecta en los Presupuestos de 2013. Aunque un portavoz de Urkullu admite que ¡°ya nos lo hab¨ªan dicho¡±, la carga simb¨®lica del ataque no pasa desapercibida. La nacionalista Nuria L¨®pez de Guere?u, secretaria general de Confebask y consejera en un Gobierno de Ibarretxe, afe¨® las cuentas, en las que observa un excesivo peso social. Pero el PNV recuerda que el presupuesto ¡°no pretende ser el de Urkullu, sino el que atienda a todos los que vivimos en Euskadi¡±. En el caso de los sindicatos, es mucho m¨¢s comprensible aunque el PSE-EE recuerda que Patxi L¨®pez puso en marcha de inmediato la mesa de di¨¢logo social. Eso s¨ª, se mantiene la virulencia cr¨ªtica de ELA y el rechazo de LAB, que ya trabajan en la idea de otra huelga.
M¨¢s all¨¢ de las censuras puntuales, la oposici¨®n lamenta que no se adopten ¡°decisiones estrat¨¦gicas¡± y lo asocian al perfil de Gobierno que ha ideado Urkullu, donde ¡°no aparecen figuras de relevancia y que parece responder a una cierta improvisaci¨®n¡±. As¨ª, hay quien recuerda c¨®mo el lehendakari se ha visto obligado a recurrir a personas muy vinculadas ¡°al aparato o a etapas anteriores de la Administraci¨®n¡±, aunque es cierto que Urkullu ten¨ªa apuntada en su agenda con suficiente previsi¨®n a los nombramientos cu¨¢l ser¨ªa la identidad de sus consejeros y de los principales cargos de cara ¨¢rea, as¨ª como su procedencia territorial siempre decisiva en toda composici¨®n de gobierno, seg¨²n pudo comprobar este peri¨®dico. Sin embargo, dentro del Ejecutivo hay m¨¢s de una voz que culpa precisamente al ¡°secretismo¡± exhibido por Urkullu en la elaboraci¨®n de su gobierno del retraso en la definici¨®n de una n¨ªtida hoja de ruta, al margen de los evidentes retrasos para cerrar las estructuras de cada departamento.
Con todo, hay un dato que se antoja revelador ante la disputa dial¨¦ctica. En sus primeros 100 d¨ªas, el Gobierno Urkullu ha firmado un total de 217 decretos, de los cuales 200 se han destinado a nombramientos y ceses, seg¨²n un estudio del PP, desvelado durante la reuni¨®n de su ejecutiva el pasado mi¨¦rcoles ¡°y que lo dice todo de cu¨¢l ha sido la actividad que han tenido¡±.
Urkullu: ¡°Esto no es una carrera de tres meses, sino una de cuatro a?os¡±
Desde Lehendakaritza recuerdan, en cambio, que ¡°nuestro balance no puede ser comparable con el de ning¨²n gobierno anterior por las circunstancias y el momento en el que llegamos con todas las carpetas cerradas, teniendo que preparar un presupuesto antes que nadie y con una situaci¨®n de ingresos tan reducidos¡±. En cambio, los socialistas afean al PNV que ¡°todo lo que han hecho m¨¢s all¨¢ del tema de la paga de los funcionarios es presentar unos plan de empleo rastreando partidas de otros departamentos, un planito de financiaci¨®n a pymes con menos dinero que nunca y unos presupuestos que los presentan fr¨ªamente a los dem¨¢s grupos una semana antes¡±.
En el fondo, el hilo argumental de la oposici¨®n gira en funci¨®n de una falta de ¡°visi¨®n estrat¨¦gica¡± despu¨¦s de la contundente oposici¨®n desempe?ada por el PNV durante la anterior legislatura. ¡°Parece que se les hubiera olvidado mandar, como si fuera un gobierno ne¨®fito¡±, critican desde el PSE-EE. El PNV, en cambio, no se intranquiliza por esta visi¨®n descalificante ni siquiera el propio gobierno. ¡°Era previsible que pasara¡±, dicen. Eso s¨ª, desde Ajuria Enea niegan que el modelo de gesti¨®n de Urkullu est¨¦ influyendo en la ausencia de proyectos. ¡°Es un lehendakari que deja hacer y que solo repite una orden que dio al principio a los consejeros: ¡°solo comprometeos a lo que pod¨¢is cumplir¡±. En la oposici¨®n se sostiene, por contra, que Urkullu es quien ¡°dilata las cosas porque quiere supervisarlo todo¡±.
Desentendi¨¦ndose de la soledad pol¨ªtica que acompa?a al actual Gobierno, el lehendakari enfatiza que se est¨¢n haciendo bien las cosas ¡°en el a?o m¨¢s dif¨ªcil que nos ha tocado vivir¡±, como ya dijo el pasado jueves en su comparecencia ante representates de la sociedad vasca. Por todo ello, siempre que puede refresca en sus contactos con los consejeros la m¨¢xima con la que inici¨® su mandato: ¡°Esto no es una carrera de tres meses, sino una carrera de fondo que dura cuatro a?os¡±.
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