Los pioneros del movimiento verde
La asociaci¨®n Guadalete, precursora de Ecologistas en Acci¨®n en C¨¢diz, cumple tres d¨¦cadas de activismo contra los desmanes medioambientales
Juan Clavero, Joaqu¨ªn Paloma, Mercedes Sousa y Jos¨¦ Manuel G¨®mez se colocan para la foto y recuerdan: ¡°Ah¨ª mismo, al lado del muelle del Vaporcito, estaba la salida de aguas residuales. Todos los vertidos de la ciudad, m¨¢s lo que ven¨ªa de r¨ªo arriba, incluidos los vertidos de las azucareras y las alcoholeras, llegaban aqu¨ª. La peste era impresionante y hab¨ªa vecinos que en verano ten¨ªan que cerrar las ventanas por las n¨¢useas¡±. As¨ª era la desembocadura del r¨ªo Guadalete en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) hace ahora 30 a?os. Hoy el r¨ªo baja turbio, por las lluvias, pero es s¨®lo eso. Sus aguas no son t¨®xicas, los peces no flotan muertos en su cauce y, junto al muelle, se ha construido un paseo peatonal y se han instalado bares con terrazas.
Acabar con la contaminaci¨®n de este r¨ªo fue uno de los primeros retos de la Asociaci¨®n Ecologista Guadalete y su primer gran ¨¦xito. Pero sus ocho socios fundadores se unieron, en realidad, movidos por otra amenaza: la construcci¨®n de un puerto deportivo que amenazaba a dos m¨ªticas playas de El Puerto. Cuando casi nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar de ecologismo, decidieron crear un colectivo que luchara por la conservaci¨®n del patrimonio natural. Convocaron manifestaciones en la playa, se amarraron a las m¨¢quinas de la obra y hasta trataron de impedir la llegada de las autoridades al acto de inauguraci¨®n con una cadena humana flotante. El proyecto de Puerto Sherry, con todo, sigui¨® adelante, si bien el tiempo demostr¨® que lo que se hab¨ªa presentado como un gran gancho econ¨®mico estaba lleno de deudas. ¡°No fue un fracaso de la asociaci¨®n, fue de toda la sociedad. Perdimos las playas y, adem¨¢s, todos hemos tenido que contribuir para acabar con su agujero econ¨®mico¡±, cuenta Joaqu¨ªn Paloma, uno de los fundadores.
Lamentan su inexperiencia de entonces, la falta de asesoramiento. ¡°Hoy habr¨ªamos podido parar Puerto Sherry¡±, asegura Juan Clavero, otro de los primeros socios. ¡°Ni siquiera iniciamos una v¨ªa judicial y hab¨ªa caso. Todo el proceso fue una mamarrachada¡±, a?ade. Jos¨¦ Manuel G¨®mez, el m¨¢s joven de los fundadores, con s¨®lo 18 a?os cuando se cre¨® la asociaci¨®n, apunta: ¡°Era otra ¨¦poca. Ahora las Administraciones tienen m¨¢s control, no se hacen tantas barbaridades¡±.
Depuradoras, lujos del T¨¢mesis
Hace 30 a?os, los peces muertos bajaban corriente abajo por el Guadalete hasta llegar, en alguna ocasi¨®n, a las playas. La contaminaci¨®n era evidente y tambi¨¦n sus consecuencias para el medio ambiente y para el turismo. Pero cuando la reci¨¦n creada Asociaci¨®n Ecologista Guadalete pidi¨® soluciones a los pol¨ªticos, estos contestaron que Espa?a era un pa¨ªs pobre: ¡°Las depuradoras son un lujo para r¨ªos como el T¨¢mesis¡±.
El colectivo organiz¨® una carrera por etapas desde el nacimiento del r¨ªo en Grazalema, hasta su desembocadura, con una botella de agua limpia como testigo. Fue la primera acci¨®n de una campa?a que concluy¨®, en 1995, con un ba?o popular de mil personas en el r¨ªo. Por primera vez los an¨¢lisis garantizaban que el agua del Guadalete no era t¨®xica.
Eso no significa que la asociaci¨®n se haya quedado quieta. El colectivo, hoy integrado en Ecologistas en Acci¨®n, ha centrado su foco en la ¨²ltima d¨¦cada en el control urban¨ªstico. ¡°Se han cometido muchos desmanes, pero si no hubi¨¦ramos actuado habr¨ªa sido peor¡±, asegura Joaqu¨ªn Paloma. Ponen como ejemplo un ¨¢rea de la ciudad, en los m¨¢rgenes de la carretera de Fuentebrav¨ªa. En el lado izquierdo se suceden las urbanizaciones; el derecho, llamado a convertirse en un reflejo, sigue virgen: la acci¨®n de los ecologistas logr¨® tumbar 24 convenios urban¨ªsticos s¨®lo en esta zona. ¡°Es lo que nos ha diferenciado de otros grupos, centrados s¨®lo en velar por los espacios protegidos, en la conservaci¨®n de las especies¡ Nosotros fuimos precursores cuando vimos la burbuja inmobiliaria, advertimos de la corrupci¨®n. Est¨¢bamos solos y el tiempo nos ha dado la raz¨®n¡±, se?ala Clavero. Tambi¨¦n les da la raz¨®n la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente de C¨¢diz, que en su memoria anual lleg¨® a reconocer ¡°la labor de control de Ecologistas en Acci¨®n¡±.
Presumen de independencia econ¨®mica. Las cuotas de sus m¨¢s de 100 socios (la crisis les ha robado a algunos, que siguen colaborando pero no pueden estar al d¨ªa en los pagos) les sirve para mantenerse. Y mucho trabajo altruista, ¡°muchos d¨ªas pringados¡±. Aunque haya a quien le sorprenda: ¡°A veces a la gente le cuesta entender que esto no lo hacemos por inter¨¦s propio, que no ganamos nada, que incluso pagamos¡±, dicen en coro. Se quejan de la falta de estructuraci¨®n de la sociedad, de las pocas v¨ªas de participaci¨®n ciudadana. ¡°Cuando nacimos no exist¨ªan apenas grupos ecologistas, pero s¨ª otras asociaciones. El movimiento vecinal era muy fuerte¡±, recuerda Mercedes Sousa, una de las dos mujeres integrantes del grupo fundador. Ahora la crisis se est¨¢ llevando por delante buena parte de la labor de los colectivos que permanec¨ªan activos y que depend¨ªan de las subvenciones. Ecologistas en Acci¨®n s¨®lo cuenta con fondos p¨²blicos para proyectos concretos, pero no para su funcionamiento normal, y eso les est¨¢ salvando.
Los fundadores de la Asociaci¨®n Ecologista Guadalete cuentan tambi¨¦n entre sus triunfos otros logros ¡°menos medi¨¢ticos¡±. Por un lado, la capacidad de coordinaci¨®n con otros grupos conservacionistas con la creaci¨®n de la Federaci¨®n Ecologista Pacifista Gaditana. En El Puerto se celebr¨® la primera reuni¨®n de la provincia y la de todos los colectivos de Andaluc¨ªa. Por otro, su trabajo de divulgaci¨®n, sobre todo entre los j¨®venes. Dicen que en estos a?os, desde 1983, no han perdido ni un ¨¢pice de ilusi¨®n y han ganado en experiencia y en conocimiento. Tambi¨¦n en credibilidad y comprensi¨®n social: hace tiempo ya que dejaron de responder a la pregunta de ¡°qu¨¦ es eso de ser ecologista¡±.
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