¡°No s¨¦ c¨®mo alimentar¨¦ a tres personas si me recortan el sueldo¡±

Botellas de agua, algunos termos, cartones de zumo y varios sacos de dormir y mantas. En el campamento de los empleados de FCC, la empresa concesionaria de limpieza, en Valdemoro hay lo justo para llevar de la mejor manera posible el fr¨ªo y aguantar ¡°hasta que haga falta¡±. Tambi¨¦n hay carteles en los que muestran sus reivindicaciones y una hucha con fondos para gastos comunes. Los 148 empleados de esta contrata municipal llevan acampados frente al Ayuntamiento una semana y en huelga indefinida desde el 19 de marzo por la modificaci¨®n en el convenio que la empresa les ha propuesto, que incluye la rebaja del sueldo de hasta un 5% con efecto retroactivo desde 2011.

La empresa quiere recortar los salarios un 5% con car¨¢cter retroactivo

Por la noche hacen turnos y durante el d¨ªa se suelen congregar en la acampada una buena parte de los trabajadores ataviados con camisetas de protesta. Es un campamento sin tiendas, porque les han comunicado que est¨¢n prohibidas en la v¨ªa p¨²blica. Daniel Agudo es uno de los empleados: ¡°No queremos molestar a los vecinos, pero s¨ª que se enteren de lo que est¨¢ pasando¡±. La plantilla sostiene que hace tres semanas la compa?¨ªa puso encima de la mesa varios cambios en el convenio, en vigor hasta 2018, que ellos consideran ¡°inaceptables¡±. Esta propuesta incluye supresi¨®n de permisos, del fondo social o de la cl¨¢usula en caso de despido improcedente. Pero el peor para el personal es la reducci¨®n de un 5% del sueldo de manera retroactiva desde hace dos a?os. Unos 4.000 euros por trabajador, seg¨²n sus c¨¢lculos.

Daniela Ognianova es otra de las empleadas. Con su m¨®vil est¨¢ haciendo fotos del campamento para colgarlos en un blog que ha abierto para hablar del conflicto laboral. Es barrendera y cobra 1.000 euros al mes. Con ese sueldo paga el alquiler de su casa, de unos 500 euros al mes, en la que viven su hijo y su madre, que tiene una pensi¨®n de 150 euros. ¡°Con mi sueldo tengo que alimentar a tres gargantas, no s¨¦ c¨®mo lo har¨¦ si me lo recortan¡±, reconoce.

Los trabajadores realizaron hace unos d¨ªas una procesi¨®n silenciosa por la localidad, tambi¨¦n con el objetivo de dar a conocer a los valdemore?os su lucha. Gema del Pino, otra empleada, que ha dormido varias noches al raso, bajo los soportales de la plaza, asegura que los vecinos les apoyan, les dan comida y cuenta que uno de los bares cercanos les ofrece churros y porras.

La huelga no se nota en las calles. La mayor¨ªa de los contenedores est¨¢n vac¨ªos y las v¨ªas bastante limpias, salvo algunas excepciones. Esto es, aduce la plantilla, porque la empresa ¡°tira de eventuales¡± para que los paros no se noten y porque los servicios m¨ªnimos son del 50%. Tres empleados recorren el centro equipados con aspiradores y acompa?ados de un cami¨®n. En efecto, ellos son eventuales. No tienen por qu¨¦ ir a la huelga porque no se rigen por el mismo convenio. El encargado les sigue mientras realizan su trabajo y el gerente est¨¢ en una furgoneta que recorre el centro de Valdemoro.

La medida har¨ªa perder unos 4.000 euros a cada trabajador

¡°Vete a la plaza, all¨ª te informar¨¢n de lo que pasa. A m¨ª se me ha borrado la memoria¡±, responde el encargado cuando se le pregunta por la postura de FCC. El responsable toma im¨¢genes con su m¨®vil del periodista que saca una foto de los trabajadores que cumplen con los servicios m¨ªnimos. Los acampados se quejan de constantes enfrentamientos entre los altos mandos de FCC en Valdemoro y el personal en huelga. El entendimiento entre ambas partes parece lejano en este conflicto laboral.

El Ayuntamiento se mantiene al margen y se limita a apuntar que respeta el derecho de huelga pero insta a las partes a ¡°negociar los t¨¦rminos del convenio colectivo que haga posible alcanzar cuanto antes un acuerdo que ponga fin a este conflicto laboral entre la empresa y los trabadores en beneficio de todos los valdemore?os¡±.

El personal de FCC de Valdemoro ya realiz¨® una huelga en febrero de 2012 por el retraso acumulado en el pago de las n¨®minas. En esa ocasi¨®n, el problema se resolvi¨® cuando el Consistorio ingres¨® a su contrata la deuda contra¨ªda.