?Y a m¨ª cu¨¢ndo me toca?
Una sentencia anula una moci¨®n de censura en Campo Real contra el PP, al olvidarse de votar uno de los ediles que apoyaban la propuesta
Los olvidos y silencios salen caros, sobre todo cuando se trata de emitir un voto imprescindible a la hora de sacar adelante una propuesta que va a cambiar el signo pol¨ªtico de un municipio. Algo que han comprobado los tres grupos pol¨ªticos que presentaron el 1 de junio de 2012 una moci¨®n de censura en Campo Real (5.668 habitantes), que desaloj¨® a la alcaldesa, Concepci¨®n Guerra, del PP, del sill¨®n consistorial. Hasta ahora, porque una sentencia del juzgado de lo contencioso-administrativo de Madrid considera nulos de pleno derecho la aprobaci¨®n de dicha moci¨®n y la proclamaci¨®n como alcalde de Felipe Moreno Morera, del grupo Centro Democr¨¢tico Liberal (CDL), por vulnerar el derecho fundamental de participaci¨®n pol¨ªtica de Guerra. Por lo que, dice el fallo, ¡°deber¨¢ repon¨¦rsele en el cargo de alcaldesa de dicho municipio¡±.
La resoluci¨®n judicial concluye que uno de los concejales que apoy¨® la propuesta, Miguel ?ngel Escobar, del Partido Independiente (PI), no vot¨®, a pesar de estar presente en la sesi¨®n plenaria, lo que provoc¨® que no se alcanzara la mayor¨ªa necesaria para aprobar la propuesta. La votaci¨®n se realiz¨® a viva voz con el resultado de seis votos en contra del PP y seis a favor, repartidos en cuatro del CDL, uno del PI y uno del PSOE. Faltaba un sufragio, el de Escobar, del PI. A la secretaria se le olvid¨® llamarle para que diera su voto, seg¨²n la sentencia de forma involuntaria. En ese momento, nadie pareci¨® darse cuenta. No hubo protestas, ni del edil, ni de la alcaldesa, ni de los concejales del PP que perd¨ªan el gobierno municipal.
El pleno continu¨® y la secretaria contabiliz¨® el voto de Escobar, aunque no lo hab¨ªa emitido. La moci¨®n prosper¨® con el resultado de siete sufragios a favor y seis en contra. ¡°Sencillamente se call¨®, permitiendo de forma incomprensible que se realizara una proclamaci¨®n que no se correspond¨ªa con el resultado de la votaci¨®n¡±, indica la sentencia en referencia a la actitud de Escobar. En el mismo acto se entreg¨® el bast¨®n de mando al nuevo alcalde del CDL. Pero, como dice el fallo, realmente no se alcanz¨® la mayor¨ªa absoluta que exige la Ley 5/1985 del R¨¦gimen Electoral General.
?C¨®mo pudo ocurrir? Escobar explica que el desencadenante de este importante error fue ¡°un malentendido¡±, y que se siente ¡°una v¨ªctima¡±, pero con la conciencia tranquila ¡°porque no ha hecho da?o a nadie¡±. Describe el pleno del 1 de junio como muy tenso, con insultos desde el p¨²blico. Una situaci¨®n, incluidos c¨¢maras de televisi¨®n y periodistas, a la que ¨¦l no est¨¢ acostumbrado y que le sobrepas¨®. ¡°Estaban todos los alcaldes de la zona del Partido Popular, adem¨¢s de familiares de la alcaldesa. Hubo gente del pueblo que se tuvo que quedar fuera¡±, relata el edil.
En ese ambiente se dio paso a la votaci¨®n oral, por petici¨®n de la todav¨ªa alcaldesa. ¡°Se hizo de forma muy desordenada. La secretaria nos nombr¨® sin ning¨²n orden l¨®gico y a m¨ª no me llamaron. No reaccion¨¦. Hab¨ªa mucha tensi¨®n¡±, contin¨²a. Cuando se quiso dar cuenta, el nuevo alcalde ya estaba nombrado. Escobar alude a su poca experiencia pol¨ªtica para explicar su actitud en ese momento y a no querer incrementar la crispaci¨®n que se viv¨ªa en el sal¨®n de plenos. No calcul¨® las implicaciones de su decisi¨®n. ¡°Yo me considero vecino, no pol¨ªtico y, de hecho, soy independiente. Me present¨¦ porque no me gustaba c¨®mo estaba el pueblo y apoy¨¦ la moci¨®n de censura por el estado de las cuentas y la falta de transparencia del gobierno del PP¡±, explica.
Para el juzgado su silencio durante el pleno no se puede interpretar como un s¨ª, solo porque hubiera firmado previamente la moci¨®n, porque ¡°la experiencia pone de manifiesto que en el momento en el que se produce este tipo de votaciones por el debate, el ambiente crispado, o incluso pactos o promesas ocultas, hacen cambiar de opini¨®n y oponerse a algunos de los que en un principio la apoyaban¡±.
La sorpresa salt¨® pasados unos d¨ªas. El 5 de junio, al repasar los v¨ªdeos de la sesi¨®n plenaria se descubri¨® que a Escobar ni se le hab¨ªa llamado, ni emiti¨® el voto, ni protest¨® por ello. Concepci¨®n Guerra interpuso un contencioso administrativo contra el acuerdo del pleno del Ayuntamiento. Argumentaba que al no haberse alcanzado una mayor¨ªa legalmente necesaria, se vulneraba su derecho fundamental a participar en los cargos p¨²blicos.
El nuevo equipo de gobierno, del que ya formaba parte Escobar como responsable de Servicios Sociales, Mayor, Empleo y Participaci¨®n Ciudadana, decidi¨® volver a repetir la votaci¨®n en un intento de revertir la situaci¨®n. El nuevo pleno se celebr¨® el 25 de junio de 2012. Sin sorpresas en esta ocasi¨®n: siete ediles a favor, incluido Escobar. Los concejales del PP decidieron abandonar la sesi¨®n y no ejercer su derecho. Pero la sentencia deja claro que la primera votaci¨®n fue v¨¢lida, porque quien pod¨ªa impugnarla (por Escobar) no lo hizo, por lo tanto el alcalde entrante ni los grupos pol¨ªticos que promueven la moci¨®n no pueden volver a repetirla para modificar su resultado ¡°solo porque es contrario a sus intereses y al margen del procedimiento legalmente establecido¡±.
De momento, los populares de Campo Real est¨¢n a la espera de ver c¨®mo se resuelve la situaci¨®n creada. Concepci¨®n Guerra, por su parte, ha declinado realizar alg¨²n tipo de declaraci¨®n hasta que la situaci¨®n no vuelva a la normalidad.
El CDL, grupo al que pertenece Moreno, tiene previsto mantener hoy una reuni¨®n con el Comit¨¦ de Madrid y estudiar el expediente con los servicios jur¨ªdicos con los que decidir¨¢n las acciones a seguir, que podr¨ªan pasar por interponer un recurso de apelaci¨®n ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
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