Una oportunidad para el Renoir

Los cines Renoir de Majadahonda ser¨¢n los pr¨®ximos en echar el cierre definitivo en la Comunidad de Madrid salvo que ocurra un milagro. El pasado 1 de abril la empresa propietaria, que pertenece al productor y presidente de la Academia de Cine Enrique Gonz¨¢lez Macho, plante¨® un ERE a sus siete empleados en vista de las continuas p¨¦rdidas que acarrea la sala, en torno a los cien mil euros anuales.

No ha servido reducir el precio de la entrada hasta los cinco euros para mayores de 60 y menores de 30 o lanzar la tarjeta Renoir para obtener descuentos: la sala ha pasado de los 130.000 a los 70.000 espectadores en los ¨²ltimos dos a?os, asegura Enrique Gonz¨¢lez Kuhn, portavoz de la empresa. ¡°De los cinco euros que vale una entrada, la mitad se lo lleva la distribuidora. Con dos euros y medio tienes que pagar los derechos de autor, a tus empleados, los suministros¡­¡±. No salen las cuentas en un momento en que todo est¨¢ en contra de la gran pantalla. Durante 2011, al menos 21 cines cerraron en Madrid seg¨²n datos del Ministerio de Cultura. Aunque a¨²n no hay datos oficiales de 2012, la plataforma Salvemos los cines, formada por varias asociaciones de vecinos de Madrid, denuncia que desde 2007 al menos 40 salas apagaron sus proyectores para siempre. El Luchana y El Lido, en Bravo Murillo, fueron los ¨²ltimos.

Los espectadores de los cines Renoir de Majadahonda podr¨¢n ser pocos, pero los que hay, destacan por su fidelidad. Cuando Pilar V¨¢zquez se enter¨® de que sus cines favoritos desaparec¨ªan, decidi¨® no cruzarse de brazos. ¡°Llevo 35 a?os viviendo aqu¨ª y m¨¢s de 20 viniendo a estos cines, cerrarlos ser¨ªa como asesinar una forma de cultura", explica. Porque los Renoir no tienen nada que ver con los cines modernos de hoy en d¨ªa. El espacio, reducido pero muy acogedor, solo tiene cuatro salas. Es silencioso, est¨¢ extremadamente limpio ¡ªno se ve ni una sola palomita de ma¨ªz en el suelo¡ª y la programaci¨®n est¨¢ pensada para un p¨²blico m¨¢s maduro y aficionado en muchos casos a la versi¨®n original. "Este es el ¨²nico cine de la zona que no est¨¢ en un centro comercial¡±, se?ala Pilar. ¡°Hay mucha gente a quienes no nos gusta ir a estas grandes superficies donde se consume cine como se consumen hamburguesas, no comulgamos con esa forma de vida".

Pilar habl¨® con una amiga sobre el fat¨ªdico destino de estas salas y ambas decidieron emprender una recogida de firmas. Un mes despu¨¦s, ense?a con orgullo un taco de folios con 2.800 r¨²bricas. En ese tiempo conoci¨® a Delia Mateos, Carmen Pitillas y Dolores Ram¨ªrez, tres vecinas la zona que, por su cuenta, tambi¨¦n trataban de impedir el cierre, y formaron la Plataforma en contra del cierre los cines Renoir. ¡°Hicimos un llamamiento por correo electr¨®nico a amigos de Majadahonda, Pozuelo, Las Rozas y hasta de Boadilla del Monte¡±, comenta Delia. El boca a boca hizo el resto: ¡°En seguida empezamos a recibir much¨ªsimos correos de gente que no conocemos de nada y que se mostraba dispuesta a dar incluso dinero para mantener abierto el cine¡±, relata.

Entre las cuatro, en poco menos de un mes arrancaron a 500 personas un compromiso firme de colaboraci¨®n para poder hacer una propuesta a la empresa: un micro mecenazgo llamado Amigos del Renoir. ¡°Los 500 que ya nos hemos comprometido abonar¨ªamos cien euros anuales a cambio de unas contrapartidas, explica. ¡°No queremos simplemente tener un descuento en el precio de la entrada por haber puesto dinero, queremos crear un espacio cultural con cabida para ciclos tem¨¢ticos, tertulias, m¨¢s pases en versi¨®n original¡­¡± detalla Delia.

La familia Gonz¨¢lez Macho se mostr¨® abierta a estudiar la propuesta de los amigos del Renoir, seg¨²n Delia. "Fueron muy atentos, nos recibieron y durante m¨¢s de hora y media nos explicaron con todo detalle la situaci¨®n del cine, y nos dijo que estudiar¨ªa nuestra oferta¡±, subraya. Dos semanas despu¨¦s, lleg¨® el ERE. Fernando Villanueva y Susana Ugena, que llevan 35 y 31 a?os trabajando en estas salas, reconocen que les cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa. "?ramos conscientes de la situaci¨®n pero como quedaron en dar una respuesta a estas se?oras, pens¨¢bamos que podr¨ªa hacerse algo¡±, dice Fernando.

Con la experiencia de tres d¨¦cadas a sus espaldas, no entiende la decisi¨®n de cerrar ahora: ¡°Hemos pasado por diferentes manos y hemos sido todo tipo de cines, del m¨¢s comercial al m¨¢s minoritario. Hace unos a?os estuvimos mucho peor que ahora, vend¨ªamos la mitad de entradas, pero remontamos¡±, recuerda. ¡°Lo que habr¨ªa que hacer es pensar c¨®mo revitalizarlo antes de cometer un error irreversible¡±.

Enrique Gonz¨¢lez Kuhn es menos optimista: ¡°Habr¨ªa que doblar la clientela que tenemos ahora¡±, indica. Al descenso de espectadores se une la elevada inversi¨®n que supondr¨ªa digitalizar el cine, obligatorio a d¨ªa de hoy porque cada vez se hacen menos pel¨ªculas en 35 mil¨ªmetros y m¨¢s del nuevo formato. ¡°Cada proyector cuesta unos 65.000 euros y har¨ªan falta cuatro, uno por cada sala, no es suficiente con la aportaci¨®n de estos vecinos¡±, explica. ¡°No podemos asumir una inversi¨®n as¨ª en un cine que ha perdido la mitad de espectadores¡±.

La empresa ya ha cerrado salas durante el ¨²ltimo a?o en Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Palma de Mallorca, y Gonz¨¢lez Kuhn vaticina que la situaci¨®n empeorar¨¢. ¡°El contexto es muy preocupante, no hay pa¨ªs en Europa con seis millones de parados y un IVA del 21% sobre los espect¨¢culos¡±, denuncia. Cuando en septiembre de 2012 se produjo la subida del 8 al 21%, un estudio encargado por distribuidores de pel¨ªculas a la firma Pricewaterhouse vaticin¨® que la recaudaci¨®n de Hacienda en los cines descender¨ªa casi diez millones de euros y obligar¨ªa a cerrar 859 salas (el 21% de las 4.044 registradas en 2011). Esto se traduce en el despido de unos 3.500 empleados.

¡°A eso hay que sumar el da?o de la pirater¨ªa (el valor de los contenidos pirateados en Espa?a en 2012 ascendi¨® a 15.204 millones de euros, de los que 3.338 millones pertenecen a pel¨ªculas, seg¨²n el Observatorio de Pirater¨ªa y H¨¢bitos de Consumo de Contenidos Digitales) y que los alquileres son cada vez m¨¢s costosos: t¨² puedes ofrecer una cantidad por el local pero luego vienen los de Zara y pagan cuatro veces m¨¢s, dentro de poco no habr¨¢ cines en el centro, solo tiendas¡±, lamenta con resignaci¨®n.

Los vecinos de Majadahonda lamentan que la empresa planteara el ERE sin darles al menos una respuesta, pero no est¨¢n dispuestos a rendirse tan pronto: han conseguido m¨¢s apoyos y firmas, y el pr¨®ximo mi¨¦rcoles las llevar¨¢n a la empresa y pedir¨¢n que hagan una petici¨®n de capital si con ello pueden mantener abierto el cine. "Los empresarios deben aceptar que tienen que reducir ganancias y que hoy en d¨ªa es quiz¨¢ mejor tener dinero invertido en unos cines que en un banco", advierte Pilar. "Lo que no pueden hacer es cerrar lugares con un apoyo tan masivo".