Miles de vacas bajo lupa

Tranquilidad. Esa es la palabra que m¨¢s se repite en los ¨²ltimos d¨ªas cuando se habla de Colmenar Viejo. Este municipio de 46.300 habitantes situado a 31 kil¨®metros de la capital vive desde hace 10 d¨ªas una situaci¨®n poco frecuente. La Comunidad de Madrid ha decretado la inmovilizaci¨®n de sus vacas tras haber hallado 134 reses que han dado positivo en las pruebas de la tuberculosis bovina. Lo que remarcan todos los sectores relacionados con la ganader¨ªa es que no existe ning¨²n riesgo por el consumo humano. Es m¨¢s, gracias a tanto control veterinario se puede afirmar que la carne de esta zona resulta perfecta para ser comercializada.

Si algo caracteriza a la carne de Colmenar es su intenso sabor y su caracter¨ªstica grasa de animales criados en medio del campo en vastas parcelas. Adem¨¢s, este a?o las fuertes y continuas lluvias ca¨ªdas han motivado que los pastos sean muy abundantes y que los animales est¨¦n m¨¢s cebados, lo que deriva en una calidad mayor a la de otros a?os.

La noticia de la inmovilizaci¨®n saltaba en plena Semana Santa. El Gobierno regional, a trav¨¦s de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio, ordenaba medidas muy claras para evitar que el ganado bovino fue trasladado. No puede entrar ni salir de este municipio. ?nicamente se librar¨¢n de esta prohibici¨®n las reses con la calificaci¨®n de T3 (oficialmente indemne de tuberculosis bovina) y B4 (oficialmente indemne de brucelosis bovina). Esta ¨²ltima enfermedad, conocida como fiebre malta o fiebre ondulante, ataca a varias especies de mam¨ªferos. Tambi¨¦n proponen una caza masiva de todos los animales salvajes que haya en el municipio, ya que estos pueden estar contagiados. Act¨²an en tal caso como reservorios (mantienen y transmiten la enfermedad).

La medida surgi¨® tras detectarse los 134 positivos en 13 reba?os de la localidad. Esta cuenta con 143 explotaciones que suman 8.900 animales bovinos, seg¨²n los datos facilitados por el subdirector de Recursos Agrarios de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, Jes¨²s Carpintero. ¡°Hemos notado un peque?o incremento en un determinado punto gracias a los controles continuos que hacemos en toda la regi¨®n. Se han tomado las medidas oportunas de tal forma que no se expanda a otras zonas o entre los propios reba?os¡±, reconoce este t¨¦cnico regional. ¡°Ante todo, el consumidor debe saber que puede comprar esta carne con tanta tranquilidad como antes. Estamos muy cerca de que las explotaciones est¨¦n al 100% libre de cualquier enfermedad¡±, afirma Carpintero. Este calcula que a lo largo de a?o puede estar libre todo el bovino de Colmenar. Entonces se podr¨¢ levantar la inmovilizaci¨®n.

De una opini¨®n similar es el director del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet) y catedr¨¢tico de la Universidad Complutense, Lucas Dom¨ªnguez, que asegura que Colmenar Viejo es un caso aislado. ¡°Se est¨¢ cumpliendo la normativa europea que obliga a limitar el movimiento del ganado. Llevamos unos 30 a?os con el programa de erradicaci¨®n de la tuberculosis y est¨¢ dando muy buenos resultados¡±, mantiene Dom¨ªnguez.

El director del Visavet mantiene que la tuberculosis bovina ha podido sufrir un incremento por dos causas. Una de ellas ser¨ªa el movimiento voluntario o involuntario de algunas vacas infectadas (la m¨¢s importante) o por haber entrado en contacto animales salvajes infectados con las reses. ¡°Como se han protegido tanto algunas especies en los ¨²ltimos a?os, sobre todo de mam¨ªferos, se han incrementado los grandes hospedadores de la tuberculosis. Esas poblaciones tan grandes tambi¨¦n son un propio problema para ellas mismas¡±, a?ade Dom¨ªnguez, que cita casos como los jabal¨ªes, los ciervos o los tejones entre otros. ¡°El riesgo de zoonosis [contagio de los animales a las personas] es pr¨¢cticamente despreciable¡±, concluye.

Pasear por los prados de Colmenar permite ver ejemplares enormes, cuyos pesos oscilan entre los 550 y los 600 kilos. De estos solo se aprovecha para carne la mitad, la llamada canal. Pertenecen en general a las razas avile?a y chaloresa, entre otras. Uno de los principales problemas a los que se est¨¢n enfrentando los ganaderos de Colmenar es la bajada del consumo en los ¨²ltimos meses. El n¨²mero de cabezas ha bajado, ha subido el precio de los piensos y est¨¢n sufriendo numerosos robos de materiales en sus fincas, como el gas¨®leo, o verjas y vallas para formar corrales. Una de las f¨®rmulas por la que est¨¢n optando es vender directamente ellos al consumidor, para rebajar as¨ª el precio de los intermediarios.

Cuando se detecta una vaca infectada, se manda al matadero y se sacrifica. Si no sufre lesiones graves, puede pasar al consumo humano sin ning¨²n problema. En caso contrario, que hasta el momento no se ha dado en Colmenar, sale del circuito para el consumo humano.

Al frente de la Asociaci¨®n de Ganaderos de Colmenar Viejo est¨¢ su presidente Jorge Izquierdo, hijo, nieto, biznieto y tataranieto de ganaderos. Junto con su hermano se dedica a las vacas y las ovejas. Izquierdo, que tiene unas 400 vacas y unas 3.000 ovejas, lo tiene claro. La forma de trabajar de los ganaderos es la misma desde hace a?os y no se hab¨ªa dado ning¨²n incremento de la tuberculosis bovina. Por eso echa la culpa a los animales salvajes. En una de sus fincas, lo demuestra sobre el terreno. Ense?a heces recientes de ciervos. Estos bajan a comer a las fincas de los piensos y el pan que distribuyen a su ganado. Igual ocurre con otros, como las gaviotas o los jabal¨ªes. ¡°?C¨®mo es posible que haya tanto buitre, que son capaces de matar y comerse a los terneros justo en el parto? Esto no ocurr¨ªa hace ocho o diez a?os. Se han puesto a sobreproteger a determinadas especies y no se dan cuenta del da?o que nos est¨¢n haciendo¡±, afirma el presidente de los ganaderos de Colmenar Viejo.