El tributo de los flamencos a Rancapino

Este lunes, Sevilla va a acoger, en el Teatro Lope de Vega, a las 20.30 horas, el que debiera ser el primero de los homenajes que los flamencos le rindan al cantaor Alonso N¨²?ez N¨²?ez (Chiclana de la Frontera, C¨¢diz, 1945), siempre conocido como Rancapino, desde que siendo peque?o, un pariente suyo dijo que, por su color negruzco, parec¨ªa "un pino arrancao". Con ese piel suya tan gitana y una voz roz¨¢ o ronca "de andar descalzo", como a ¨¦l le gusta contar (no en vano titula su biograf¨ªa), el cantaor ha construido una trayectoria que es paradigma de la de muchos de los artistas de su generaci¨®n. Una carrera hecha con muchas fatigas y pocas ocasiones para el relumbr¨®n, que bien merece el reconocimiento de todo el mundo flamenco.

Una buena muestra suya la compone el cartel de este homenaje: cantaores j¨®venes que, m¨¢s all¨¢ de sus estilos y sellos personales, constituyen un modelo representativo de los artistas que est¨¢ dando el relevo al homenajeado y a su generaci¨®n, a la que rinden pleites¨ªa de forma agradecida y con la solidaridad y generosidad que los flamencos saben sacar cuando se les llama. Acudir¨¢n as¨ª a la cita del coliseo hispalense el onubense Arc¨¢ngel, el jerezano Jes¨²s M¨¦ndez, el chiclanero Antonio Reyes, el joven de ?cija Kiko Pe?a, adem¨¢s del heredero de la estirpe del homenajeado, Rancapino Hijo, y de Miguel Poveda. La generaci¨®n de Alonso N¨²?ez va estar representada por el guitarrista Paco Cepero y el cantaor del barrio de La Vi?a de C¨¢diz, Juan Villar. Con ellos, las guitarras de Ni?o Jero, Antonio Higuero, Manuel Valencia y Jes¨²s Guerrero; las palmas de Diego Montoya, Tate N¨²?ez y Carlos Grilo, y la percusi¨®n de Paquito Gonz¨¢lez.

El cantaor Miguel Poveda, que promueve y organiza este evento, quiere destacar que el homenaje, al margen de los problemas que Rancapino pueda tener, es el reconocimiento a una trayectoria llena de generosidad. "El es un hombre noble que irradia simpat¨ªa, personalmente transparente, pero tan profundo a la hora de cantar y de dolerle cuando canta", relata Poveda de un maestro que, para ¨¦l, ha sido siempre generoso y que, por ello, debe ser correspondido. Y lo va a ser en Sevilla, con un cartel muy cuidado, que podr¨ªa ser m¨¢s largo, pero que es muy representativo. A¨²n as¨ª, su promotor espera que este homenaje no sea el ¨²nico. "Lo he hecho en Sevilla que es donde pod¨ªa, pero creo que se lo merece tambi¨¦n en su tierra y en Madrid, en todos los escenarios donde se ha gastado la voz y ha ido dejando sus vivencias, su poso". Para el cantaor de Badalona, es el momento de reivindicar figuras como la de Rancapino, sobre todo porque "los homenajes se deben hacer en vida".

Mientras llega el d¨ªa, el maestro de la voz ronca, con su bonhom¨ªa y sencillez habituales, reconoce la ilusi¨®n que le hace este homenaje y admite que debe ser por "su seguimiento en llevar esta cultura flamenca pura, pura ¨Crecalca- por todo el mundo y con muchas fatigas". Solamente una pena le embarga, la ausencia de su mujer, Juana, fallecida hace pocos a?os. Sin ella, estar¨¢ arropado por sus hijos, su ni?a Ana, y por el calor de todos los flamencos presentes y ausentes.