Un camino lleno de accidentes felices
Depedro estrena esta noche en ac¨²stico su nuevo trabajo, ¡®La incre¨ªble historia de un hombre bueno¡¯, otro cap¨ªtulo de una at¨ªpica carrera con vocaci¨®n global
Jairo Zavala ha llegado de Brasil hace unos d¨ªas y viene ¡°tocado¡±. Ha actuado en la favela carioca Parada de Lucas, con los alumnos y profesores de la escuela infantil de m¨²sica Le?ozinho, un proyecto al que le arrastr¨® el locutor de Radio 3 ?ngel Carmona. ¡°Ha sido uno de los tres mejores conciertos de mi vida¡±, explica ilusionado Zavala, el hombre tras Depedro: ¡°Los otros dos no los he dado a¨²n, pero tengo la esperanza de que lleguen a este nivel. No hab¨ªa escenario ni equipo y adem¨¢s llovi¨®, pero dio igual¡±.
Zavala no ha parado de viajar de una esquina a otra del mundo en los cinco a?os que lleva con Depedro, nombre que da techo a un tipo de canci¨®n de autor folk-rock indudablemente latina. Hoy estrena su tercer ¨¢lbum, La incre¨ªble historia de un hombre bueno, en el Caf¨¦ Libertad 8, en ac¨²stico (las entradas est¨¢n agotadas, pero el pr¨®ximo 10 de mayo repetir¨¢ con banda en la sala But). ¡°Las canciones est¨¢n decoradas de una u otra manera, pero se pueden defender s¨®lo con una guitarra, son canciones peque?itas¡±, se?ala el m¨²sico de 39 a?os, que aclara que el disco lo grab¨® hace un a?o, ¡°por cuesti¨®n de calendario. Me preguntan que cu¨¢nto llevo de gira y digo que 21 a?os. No tengo la suerte, ni tampoco las ganas, de cogerme un a?o sab¨¢tico¡±.
La explicaci¨®n a una agenda tan repleta es que, al margen de Depedro, Zavala es guitarrista de directo de Calexico, el exquisito d¨²o de Arizona que le ha abierto muchas puertas. ¡°Me invitaron a Tucson [su ciudad] a grabar el primer disco y me dieron confianza. Unos meses despu¨¦s, me llamaron para tocar en su disco. 'Toca el piano', me dijeron. 'No s¨¦', respond¨ª. 'T¨² t¨®calo'. Me abrieron las miras, me hicieron ver que pod¨ªa llegar a m¨¢s sitios. Es un tema de complejos, la diferencia entre la mirada c¨ªnica europea y la mirada luminosa americana. Nosotros tenemos 1.500 a?os m¨¢s de mierda encima, ellos solo 500. Y eso lo trasladan a la m¨²sica, tienen cero complejos, lo prueban todo. Eso me abri¨® la cabeza, soy mas libre¡±.
Prueba del alcance global de Depedro es que su debut fue la primera referencia del sello discogr¨¢fico de National Geographic: ¡°Fue otro accidente feliz, mi vida est¨¢ llena de ellos. Era el primer disco, estaba en las oficina de National Geographic en Nueva York o actuando en el Radio City Music Hall y pensaba, '?pero qu¨¦ pasa? ?Si soy de Aluche!¡±.
Pese a que ¨¦l se considere un hombre afortunado, no se puede culpar a la suerte ni al azar de su ¨¦xito: Jaro Zavala es un inveterado trabajador de la m¨²sica que a mediados de los 90 ya tocaba en s¨®tanos abovedados de bares de Malasa?a versiones de Led Zeppelin y Jimi Hendrix con su grupo La Vacazul. Despu¨¦s fue m¨²sico de directo de Amparanoia, form¨® parte de la banda del programa televisivo El club de la comedia y, ya en 2008, decidi¨® lanzarse como Depedro: ¡°Ten¨ªa canciones que no encontraban c¨®mo salir. Vengo de algo m¨¢s hardrockero como la Vacazul, y estos temas no entraban en la aspereza ni el punto c¨ªnico rockero. Por otro lado, me he criado escuchando m¨²sica africana, pues mi familia ha vivido 15 a?os en Guinea, y sobre todo latinoamericana, ya que mi padre es peruano¡±. En La incre¨ªble historia de un hombre afortunado hay afrobeat (incluida una sutil colaboraci¨®n del baterista nigeriano Tony Allen), trompetas mariachis al estilo Calexico y una versi¨®n de El pescador, una cumbia colombiana cl¨¢sica. ¡°Esa se la rob¨¦ a un amigo que estaba toc¨¢ndola en la calle. Siempre busco una canci¨®n que est¨¦ un poco fuera de contexto. Me pas¨® con La llorona, que me la cant¨® un mexicano a las 5 de la ma?ana y me lleg¨®¡±.
En el ¨¢lbum est¨¢ presente la huella del 15-M, con temas como ?Qu¨¦ hab¨¦is hecho?: ¡°Es un movimiento que me toc¨® mucho como madrile?o que soy. Me pareci¨® bonito y emocionante el di¨¢logo y que la gente despertara al margen de los partidos pol¨ªticos¡±.
Zavala ya no reside en la ciudad, sino en un pueblo de la sierra, con su mujer y tres hijos de 9, 6 y 1 a?o. Por mucho mundo que recorra, afirma que su viaje favorito ¡°es el de vuelta a casa. Y me gusta vivir en el campo. ?Aburrirme? Con tres hijos es imposible, los d¨ªas son parpadeos¡±.
Depedro presenta hoy en el Caf¨¦ Libertad 8 su ¨²ltimo trabajo, La incre¨ªble historia de un hombre bueno. Entradas agotadas.
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