S¨ª a la voluntad del marqu¨¦s
Linares conserva la titularidad municipal del hospital donde muri¨® Manolete El Supremo confirma la vigencia de un testamento de 1901 y desestima la pretensi¨®n de los herederos
Han tenido que pasar 112 a?os para desempolvar la vigencia de un testamento de 96 folios en el que se declara la titularidad municipal del Hospital de los Marqueses de Linares (Ja¨¦n). El Tribunal Supremo ha desestimado esta semana la pretensi¨®n de los herederos del marqu¨¦s Jos¨¦ de Murga y Reolid (Madrid, 1833-1902), un destacado arist¨®crata del siglo XIX, y ha confirmado que su voluntad no fue otra que dejar su legado al pueblo de Linares. Se pone fin as¨ª a un contencioso por el que este hospital, c¨¦lebre porque en ¨¦l muri¨® Manolete tras la fat¨ªdica cogida del 29 de agosto de 1947, seguir¨¢ siendo de propiedad p¨²blica.
El testamento de Jos¨¦ de Murga ten¨ªa 46 cl¨¢usulas de donaci¨®n. En la n¨²mero trig¨¦simosegunda deja un mill¨®n de pesetas para la construcci¨®n de un hospital en Linares, as¨ª como para un asilo que habr¨¢ de ser construido ¡°en un lugar aireado y soleado¡±, para ancianos de ambos sexos. El marqu¨¦s, que leg¨® su t¨ªtulo por los servicios prestados al rey Amadeo I de Saboya, quer¨ªa contribuir as¨ª a paliar las penosas condiciones de vida de los mineros de Linares, donde la esperanza de vida no superaba los 30 a?os. Y es que la sociedad linarense de la segunda mitad del siglo XIX alberg¨® a un buen n¨²mero de burgueses, banqueros y comerciantes que llegaron atra¨ªdos por la explotaci¨®n de las minas de plomo. Tanto es as¨ª que la poblaci¨®n se multiplic¨® por seis en apenas una d¨¦cada.
Aunque el testamento es del a?o 1901, el marqu¨¦s y su esposa, Raimunda Osorio y Ortega, iniciaron mucho antes los trabajos para crear el hospital. En 1890 compraron los terrenos y su construcci¨®n la dejaron en manos de dos patronatos, uno de San Jos¨¦ y San Raimundo, que se encargar¨ªa del hospital, y otro de Nuestra Se?ora de las Mercedes, para el asilo, formados ambos por el Ayuntamiento y la Iglesia. ¡°Era una finca situada entonces a las afueras de Linares, en el camino de Baeza, pero que hoy est¨¢ en pleno desarrollo urban¨ªstico de la ciudad linarense¡±, asegura el teniente de alcalde de Linares, Luis Moya.
Todos los bienes de los marqueses, entre ellos el famoso Palacio de Linares de la madrile?a plaza de Cibeles, se legaron tras su muerte en la fundaci¨®n Instituci¨®n de Caridad que, a d¨ªa de hoy, sigue vigente, y que cuenta entre sus patronos con el cardenal-arzobispo de Madrid o el gobernador del Banco de Espa?a. Sin embargo, no qued¨® inscrito en ese momento el complejo asistencial de Linares, entre otras cosas porque el hospital no se termin¨® hasta a?os despu¨¦s y no abri¨® hasta 1917. Y ese limbo legal es el que han querido aprovechar los descendientes de los marqueses para intentar sacar provecho lucrativo, como indic¨® en su d¨ªa el alcalde linarense, Juan Fern¨¢ndez.
Pero la sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo no deja lugar a dudas: ¡°No fue voluntad del marqu¨¦s establecer un derecho de superficie, sino un aut¨¦ntico legado en cosa espec¨ªfica¡±, se dice en el fallo, donde se confirma que los terrenos objeto de disputa pertenecen a la ciudad y la fundaci¨®n que gestiona el complejo asistencial, pero no a los herederos. El Supremo no hace m¨¢s que confirmar lo que ya antes hab¨ªan dictaminado un juzgado de Linares y la Audiencia Provincial de Ja¨¦n.
En la demanda, los herederos ped¨ªan, a trav¨¦s de la fundaci¨®n Instituci¨®n de Caridad que gestiona sus bienes, que se reconociese su derecho de propiedad sobre la finca y que se declarase nulo el contrato entre el Ayuntamiento linarense y la fundaci¨®n que gestiona el hospital y el asilo. Adem¨¢s, solicitaba que se procediese a la devoluci¨®n de la superficie sobre la que se alza el asilo, sin derecho a indemnizaci¨®n y compensaci¨®n alguna al Ayuntamiento ni a la fundaci¨®n.
Desde el Ayuntamiento de Linares, que antes tuvo que batallar por mantener en la ciudad el legado del maestro Andr¨¦s Segovia, se felicitan por el fallo y tienen claro que el marqu¨¦s Jos¨¦ de Murga recurri¨® a los patronatos para la gesti¨®n del hospital y del asilo ante el temor de que su patrimonio familiar fuese de nuevo esquilmado, como ocurri¨® durante la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal. Pero, ?qu¨¦ hubiera ocurrido si la sentencia hubiera dado la raz¨®n a los herederos? ¡°Se hubieran quedado con un edificio totalmente rehabilitado y que cumple la funci¨®n social que quiso el marqu¨¦s¡±, se?ala el edil Luis Moya. Fue en 2002 cuando Linares recuper¨® el edificio de los Marqueses, que ahora alberga una residencia privada de mayores, un asilo y, en la antigua capilla, un centro cultural del Ayuntamiento.
El marqu¨¦s de Linares no tuvo descendencia directa y fue su ahijada Raimunda Avecilla la que leg¨® la mayor parte de la fortuna, desde el Palacio de la Plaza de Cibeles, el palacete de verano de Zarautz y un buen n¨²mero de coches y carruajes. El resto se reparti¨® entre otros herederos de sus t¨ªtulos, que son los que han avivado el contencioso en los ¨²ltimos a?os. En concreto, la sociedad que reclamaba la titularidad de los terrenos ten¨ªa al frente a Antonio Mar¨ªn de Urquijo.
En su testamento dej¨® escrito que tanto ¨¦l como su esposa deb¨ªan descansar en una cripta del hospital de San Jos¨¦ y San Raimundo de Linares, que se fundar¨ªa tras su muerte por su voluntad testamentaria y adonde fueron trasladados en mayo de 1918. En ese mismo edificio hay una zona muse¨ªstica dedicada a recordar el funcionamiento del hospital, que estuvo activo hasta 1980. Y tampoco pod¨ªa faltar una sala dedicada al torero cordob¨¦s Manolete.
El pueblo tambi¨¦n litig¨® por el legado de Andr¨¦s Segovia
La reivindicaci¨®n de la titularidad p¨²blica del Hospital de los Marqueses no ha sido el ¨²nico contencioso que ha tenido que afrontar el municipio de Linares en os ¨²ltimos a?os. En 2007 ocurri¨® algo similar con el legado del guitarrista universal Andr¨¦s.
Segovia (Linares, 1893¡ª Madrid, 1987). Su viuda, Emilia del Corral, recurri¨® a los tribunales para intentar llevarse fuera de Linares buena parte de los enseres del m¨²sico por entender que no cumpl¨ªan los fines por los que se cre¨® la Casa Museo Andr¨¦s Segovia. A este lugar, en el restaurado Palacio de los Orozco del siglo XVI, fueron trasladados los restos de Segovia en 2001.
Su viuda, que al parecer hab¨ªa recibido ofertas para trasladar el museo a Italia, aleg¨® que su marido solo dej¨® los fondos en donaci¨®n y con car¨¢cter reversible. Pero la Fundaci¨®n Andr¨¦s Segovia, que gestiona la Casa Museo y de la que forma parte del Ayuntamiento, interpretaba que la voluntad del guitarrista fue donar todo su legado al pueblo de Linares. Y en esa lucha fue clave el papel jugado por Alberto L¨®pez Poveda, bi¨®grafo de Andr¨¦s Segovia y miembro de la fundaci¨®n, que reiter¨® en varias ocasiones la voluntad inequ¨ªvoca del guitarrista de donar todo su legado a su pueblo natal. Finalmente, en abril de 2008 un Juzgado de Linares desestim¨® la demanda de la viuda del guitarrista que, curiosamente, sigue ostentando la presidencia de la fundaci¨®n. Se dio as¨ª carpetazo a ese culebr¨®n por cuanto la viuda y sus hijos no recurrieron el fallo.
La Casa Museo de Andr¨¦s Segovia acoge enseres personales, partituras y un fondo documental del m¨²sico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.