El Canto del Pico amenaza ruina
El edificio, abandonado y deteriorado, sigue so?ando con ser un hotel de lujo
De residencia del conde de las Almenas ¡ªque la construy¨® en 1920¡ª a rinc¨®n de asueto del dictador Francisco Franco y de su familia, pasando por un proyecto de hotel de lujo nunca edificado y alg¨²n intento de compra por parte del Ayuntamiento de Torrelodones. Y todo ello, para acabar en estado de abandono.
La Casa-Palacio del Canto del Pico, calificada como Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), se divisa, desde kil¨®metros a la redonda, encaramada a una colina de 1.022 metros de altura, coronando el municipio de Torrelodones. Todav¨ªa, porque al ritmo de deterioro actual, con poco o ning¨²n mantenimiento desde hace m¨¢s de 30 a?os, puede llegar a desaparecer. ¡°La gente no ve m¨¢s all¨¢ de que fue la casa de Franco, y ese es un hecho anecd¨®tico en una finca y unas viviendas de gran valor arquitect¨®nico y medioambiental que se est¨¢n dejando morir¡±, advierte Isabel P¨¦rez Van Kapell, paisajista y experta en el Canto del Pico.
Stoyman Holdings Limited (SHL) adquiri¨® la finca de 83 hect¨¢reas en 1988 a los herederos de Franco por 1,8 millones de euros. Los socios acariciaban un sue?o: edificar un hotel de lujo en esa atalaya, ubicada en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, desde donde se divisan Madrid y 37 municipios m¨¢s. Y no han desistido, asegura la empresa, a pesar de que el paso del tiempo transcurrido merma las fuerzas.
Se han topado con problemas de licencias en un terreno protegido. ¡°Una gran burocracia como solo te puedes encontrar aqu¨ª¡±, en opini¨®n de uno de los socios. SHL obtuvo un permiso de obras municipal en mayo de 1991. Tard¨® nueve a?os en comenzar a construir, y el Ayuntamiento paraliz¨® la licencia al entender que hab¨ªa caducado.
Aquel intento se plasm¨® en una gr¨²a inoperante que qued¨® asociada al conjunto arquitect¨®nico durante meses. La empresa present¨® un recurso contencioso, ampar¨¢ndose en que el Ayuntamiento hab¨ªa incurrido en silencio administrativo. La Justicia dio la raz¨®n a la Administraci¨®n en 2011.
A pesar de este ¨²ltimo varapalo, la empresa est¨¢ convencida de que no tendr¨¢ ning¨²n problema si decide pedir otra licencia para construir el hotel, que seg¨²n el proyecto primitivo contar¨ªa con 20 habitaciones ¡ªm¨¢s otras 30 en dos casas adyacentes¡ª, piscina cubierta y un aparcamiento para 100 veh¨ªculos.
A su favor esgrime que la Comunidad de Madrid aprob¨® en 1990 la modificaci¨®n puntual de las normas subsidiarias de Torrelodones en el ¨¢mbito del suelo no urbanizable protegido del Canto del Pico, permiti¨¦ndoles edificar. Pero mientras llega esta u otra soluci¨®n, la Casa-Palacio se desvanece d¨ªa a d¨ªa.
Ni siquiera se ha instalado la reproducci¨®n de los 10 arcos g¨®ticos del claustrillo del siglo XIV que adornaba el edificio, y que regres¨® en 2007 a su ubicaci¨®n primitiva, el monasterio cisterciense de Santa Mar¨ªa de Valldigna. La Generalitat Valenciana pag¨® un mill¨®n de euros por ¨¦l y se comprometi¨® a realizar una copia exacta de las 238 piezas que lo compon¨ªan para el Canto del Pico. SHL explica que no ha habido ninguna dejaci¨®n ni por parte de la Generalitat ni por parte suya. ¡°No lo podemos poner porque s¨®lo hay un guarda durante el d¨ªa, porque es lo que nos podemos permitir. Y eso no evita que siga entrando gente que da?a el edificio. Hace cinco a?os, destruyeron 10 columnas romanas... ?C¨®mo vamos a poner la copia!¡±, sostiene uno de los socios.
Algo impensable cuando Jos¨¦ Mar¨ªa del Palacio y Ab¨¢rzuza, conde de las Almenas, un ferviente coleccionista, construy¨® la casa con elementos arquitect¨®nicos de los m¨¢s diversos estilos y ¨¦pocas, tra¨ªdos desde diferentes puntos de Espa?a. El edificio incluso lleg¨® a gozar de la calificaci¨®n de monumento hist¨®rico art¨ªstico en 1930, y de una exenci¨®n de contribuci¨®n territorial urbana concedida por el Tribunal Supremo en 1955 ¡°por ser de hecho un museo del Estado¡±, seg¨²n documentaci¨®n facilitada por el Colegio de Arquitectos de Madrid.
Aunque tambi¨¦n tuvo que ver ¨¦pocas peores, como cuando el Gobierno regional intent¨® rebajar su protecci¨®n de BIC e incluirlo en un simple inventario de bienes en 2004. En un Consejo regional de Patrimonio se asegur¨® que hab¨ªa perdido todo su valor con el paso de los a?os.
Y tiempos mejores: en noviembre de 2005, el entonces alcalde, Carlos Galbe?o, anunci¨® a bombo y platillo que hab¨ªa alcanzado ¡°un acuerdo hist¨®rico¡± para que el Canto del Pico pasara a engrosar el patrimonio p¨²blico.
Su intenci¨®n era intercambiar alguna parcela municipal con la SHL, y as¨ª dedicar tanto el palacio como sus jardines y sendas a todos los ciudadanos. Era un primer paso que se consolidar¨ªa en un convenio definitivo en seis meses. El coste de la rehabilitaci¨®n, todav¨ªa sin cuantificar, se iba a cofinanciar con el Gobierno regional. Pero no pas¨® de ah¨ª, nunca se alcanz¨® el siguiente escal¨®n.
Pasan los a?os, y el callej¨®n del Canto del Pico sigue sin tener una salida. Por unos o por otros, la ruina sigue atenazando a la casa y sus jardines, ya casi desaparecidos. La semana pasada hubo una reuni¨®n con la Consejer¨ªa regional de Empleo, Turismo y Cultura en un intento m¨¢s de vislumbrar una soluci¨®n que garantice la conservaci¨®n del Canto del Pico. Pero hasta el momento, ha sido imposible de hallar.
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