Surcar olas de hormig¨®n
El monopat¨ªn resurge con fuerza en la ciudad. Desde ¡®skate parks¡¯ a tiendas, escuelas o bares, Madrid presenta diferentes alternativas para los aficionados a una actividad que requiere de amplios espacios y cuestas
Por si alguna vez cupo la duda, ya lo certific¨® aquel himno ochentero firmado por The Refrescos: en Madrid (vaya, vaya) no hay playa. As¨ª que adi¨®s al sue?o de agarrar la tabla, enfundarse el neopreno y surcar las olas cristalinas y espumosas con la brisa salada acariciando el rostro. Aunque si la cosa va de tirar de cultura popular, tambi¨¦n se puede echar mano de aquel refr¨¢n que reza eso de a falta de pan, buenas son tortas. Porque con un poco de ganas e imaginaci¨®n, se pueden hacer olas de una rampa, escollos de unas tablas, y del suelo, el mar. Algo as¨ª ocurre en los varios parques de patinaje, o skate parks, dispersos entre la capital y la regi¨®n, una de las m¨¢s activas de Espa?a en la pr¨¢ctica, con permiso de Barcelona. Quiz¨¢, no obstante, la analog¨ªa del mar y las olas no parezca adecuada a todos los sectores de esta escena, un totum revolutum de deporte, moda, m¨²sica, creatividad y esp¨ªritu emprendedor que resulta en diferentes combinaciones, cada una a su modo y estilo.
Existen, de entrada, dos vertientes bien diferenciadas: las llamadas street y old school. Es esta ¨²ltima la que se aproxima m¨¢s a esa idea de surfear, frente a la otra categor¨ªa, enfocada en la pericia a la hora de realizar trucos, como saltos, giros o deslizamientos. ¡°Ahora mismo ambas conviven, mientras que lo que ha crecido es otra modalidad, el longboard¡±, explica Juan Antonio Mu?oz, alias Doc Caribbean, due?o de la primera tienda dedicada a estos menesteres en todo el pa¨ªs, Caribbean, abierta en 1975. Como pionero nacional ¨Ccuenta, a sus 60 a?os, que agarr¨® un pat¨ªn all¨¢ por el 72- este skater (c¨®mo no, fan¨¢tico del old school) es capaz de desgranar, d¨¦cada a d¨¦cada, todas las vicisitudes, cada uno de los altos y bajos que ha atravesado este, aunque no federado, deporte con vocaci¨®n de forma de vida.
En un Madrid que ha seguido m¨¢s o menos a pies juntillas los vericuetos trazados por la corriente originaria, la estadounidense, el monopat¨ªn triunfa hoy en su formato largo, a base de unas tablas ostensiblemente m¨¢s grandes de lo habitual en las que, frente a la flexibilidad, prima la estabilidad. ¡°Sirven sobre todo para trasladarse¡±, ilustra el Doc Mu?oz. ¡°El problema es que seg¨²n la administraci¨®n, en la v¨ªa solo puedes ir a velocidad de peat¨®n, lo que implica sanciones¡±. Aunque hay habilitadas m¨¢s de una decena, las instalaciones p¨²blicas -en las que patinadores y ciclistas se ven obligados a compartir terreno, casi siempre a su mutuo pesar-, se quedan cortas para muchos. ¡°Solo hace falta ver la gente que hay por metro cuadrado¡±, dice Nacho, un skater. ¡°Est¨¢n llen¨ªsimas¡±. Tanto para aprender como para perfeccionar la t¨¦cnica, resulta casi una imposici¨®n echarse a las calles. Pero claro, no todas sirven.
Madrid, pista de patinaje
Mientras que en otros tiempos la plaza de Col¨®n fue uno de los spots, como se llama en jerga estos emplazamientos, m¨¢s frecuentados, hoy la Polic¨ªa ha terminado de disuadir a los (pen)¨²ltimos resistentes a base de multas de 60 euros (muy lejanos, por cierto, de los 1.500 a los que se puede llegar en Barcelona). Con todo, no faltan las aceras, bien sean las de la plaza de las Cortes, la pendiente del ?ngel Ca¨ªdo en el Retiro o las del Parque del Oeste, cuando se cierra al tr¨¢fico los fines de semana. En la Cuesta de Moyano, cl¨¢sico paseo literario reconvertido en spot, la cuesti¨®n del pat¨ªn no marcha precisamente sobre ruedas. A pesar de que incluso existe una p¨¢gina de Facebook bajo el lema Libros de d¨ªa, patines de noche, que propone tal acuerdo con los comerciantes de la zona, estos no se declaran en absoluto satisfechos con la irrupci¨®n de las tablas, que se produjo, seg¨²n calculan, hace ¡°un par de a?os¡±, despu¨¦s de que el tramo pasara a ser peatonal en 2007.
Molestos por el ruido, los choques con los transe¨²ntes, los golpes en los ¨¢rboles o la rotura de los borriquetes sobre los que exponen sus ejemplares, los due?os de las casetas que se extienden sobre la calle se quejan de la ¡°falta de civismo¡± de algunos de estos patinadores. ¡°Hay un sector que son m¨¢s mayores y tolerantes y llaman la atenci¨®n a los otros¡±, puntualiza Efr¨¦n, uno de los propietarios, mientras se?ala el carril bici al otro extremo de la cuesta y que, en diez minutos de conversaci¨®n, es ignorado por todos los viajeros que la transitan. ¡°Pero los menores se lo pasan por alto en cuanto pueden¡±.
Colectivos como Madrid Longboard Crew (MLC), que a¨²na de manera informal a unos 5.000 aficionados, se muestran plenamente de acuerdo en la necesidad de encontrar un equilibrio entre ambas actividades, las de la vida cotidiana en la ciudad y el skate. ¡°Pero es que estas son las ¨²nicas zonas en las que se puede patinar¡±, recuerda Javier Mart¨ªnez Roca, administrador de la p¨¢gina de Facebook de MLC. Desde esta red social, su grupo lanza llamamientos para hacer cruising, esto es, rutas en grupo, que van desde Plaza de Castilla hasta Madrid R¨ªo, o para organizar competiciones, a las que suelen acudir entre 400 y 500 personas. ¡°Tambi¨¦n nos juntamos con gente de fuera de Madrid¡±, a?ade, ¡°aunque al no tener an¨®nimo de lucro, nos centramos m¨¢s aqu¨ª¡±.
¡®Skate¡¯ de interior
La carencia de espacios de libre uso fue la raz¨®n que motiv¨® a Jimmy, un ingeniero inform¨¢tico franc¨¦s, a montar en 2010 un novedoso proyecto: un skate park cubierto y gratuito que se ubica en el recinto de la Tabacalera. La idea, bajo la marca de Cultura Skate, la import¨® junto a otro compatriota movido, como subraya, por devoci¨®n a su ¡°primer amor¡±, el pat¨ªn. ¡°Todo est¨¢ hecho sin profesionales y con material reciclado¡±, explica, se?alando las rampas y tableros dispuestos en un local anejo a la antigua f¨¢brica de tabacos. ¡°Y lo que hemos pagado ha sido gracias a unas peque?as ayudas del Ministerio de Cultura y con dinero que hemos recaudado organizando fiestas¡±. Como parte de un proyecto autogestionado, la decena de colaboradores fijos que se involucran en las labores de limpieza o mantenimiento ¨Csiempre de manera desinteresada- no dan abasto para abrir todos los d¨ªas. As¨ª que, tambi¨¦n a trav¨¦s de Facebook, convocan al personal en las fechas m¨¢s convenientes. ¡°La respuesta es siempre muy r¨¢pida¡±, asegura. ¡°Enseguida tenemos a 50 personas aqu¨ª, sobre todo los d¨ªas que llueve¡±.
Tanto para burlar al mal tiempo, ac¨¦rrimo enemigo del skateboarding, como para materializar el anhelo multidisciplinar de su pr¨¢ctica, Blanca y su hijo Aitor abrieron hace siete meses el Old School, una mezcla de bar y tienda que, adem¨¢s, despliega una peque?a rampa en su interior. ¡°Tambi¨¦n damos clases, con alumnos de los cinco a los 38 a?os, hacemos proyecciones de cine, y tenemos pensado organizar talleres, siempre con la filosof¨ªa del Hazlo t¨² mismo¡±, explica Blanca, que se introdujo en el mundillo en los ochenta, en plena efervescencia del antiguo Parque Sindical (hoy Parque Deportivo Puerta de Hierro), la primera pista nacional p¨²blica y gratuita, ya clausurada. ¡°Con este local estamos consiguiendo lo que quer¨ªamos, que es que la gente descubra por qu¨¦ nos apasiona el pat¨ªn, que es un deporte creativo, no competitivo, que da lugar a mucha camarader¨ªa¡ es algo que no tiene fin¡±.
Preparados para rodar
Algunos skate parks p¨²blicos en Madrid
Legazpi: en Madrid R¨ªo, en la parte trasera de Matadero.
Tetu¨¢n: Parque Rodr¨ªguez Sahag¨²n.
Ensanche de Vallecas: Avenida de la Gavia.
Tabacalera: Embajadores, 53.
San Crist¨®bal de los ?ngeles: Calle Godella.
Algunos skate parks p¨²blicos en la regi¨®n
Torrej¨®n de Ardoz: junto a la estaci¨®n de Renfe.
Boadilla del Monte: Calle Francisco de Goya.
Aranjuez: Parque Pozo de las Nieves.
Alcobendas: Parque de Extremadura.
Algunas tiendas
Caribbean: Columela, 5. Madrid.
Welcome Skateboarding: Calle Alburquerque, 12. Madrid.
Sk8land: Manuel Cortina, 3. Madrid.
Old School Skaterock shop: Palafox, 16. Madrid.
Escuelas
Entabla: Hilari¨®n Eslava, 51. Madrid.
Cine ¡®skate¡¯
Madrid skate film festival: el primer fin de semana de julio en Matadero.
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