Regreso a los or¨ªgenes
Ripoll expone 30 fotograf¨ªas in¨¦ditas del monasterio de Santa Mar¨ªa, uno de los m¨¢s destacados del rom¨¢nico catal¨¢n, realizadas en 1867
Ahora todo el mundo lleva una c¨¢mara en el bolsillo, pero hace siglo y medio estos artilugios capaces de retener la realidad solo estaban al alcance de muy pocos y la fotograf¨ªa se empleaba solo para cosas excepcionales. En mayo de 1867, apenas unos a?os despu¨¦s del nacimiento de la fotograf¨ªa ¡ªel primer daguerrotipo de Barcelona es de 1848¡ª, la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid encarg¨® a la comisi¨®n de monumentos de Girona que elaborara un proyecto de restauraci¨®n del monasterio benedictino de Santa Maria de Ripoll, uno de los m¨¢s destacados del rom¨¢nico catal¨¢n. Mart¨ª Sureda, el arquitecto encargado de los trabajos, adem¨¢s de alzar los planos y las secciones del edificio con cinta m¨¦trica, papel y l¨¢piz, decidi¨® utilizar la ¨²ltima tecnolog¨ªa disponible, por lo que encarg¨® un reportaje completo al fot¨®grafo de Girona Josep Boadas Baguer, con la intenci¨®n de obtener datos m¨¢s fiables para su trabajo.
Josep Boadas se revela como un nombre importante de la fotograf¨ªa
Se ten¨ªan noticias de estas im¨¢genes, pero hasta 2004 no fueron localizadas en el archivo de la Academia Madrid. Ahora, las 30 fotograf¨ªas (de las que se han localizado un total de 64 copias) se pueden ver por primera vez en una exposici¨®n instalada en el Ayuntamiento de Ripoll hasta el 13 de mayo. Las im¨¢genes demuestran que el mayor inter¨¦s se centr¨® en el claustro, ya que era la zona a restaurar por la comisi¨®n de Girona, por encima incluso de la magn¨ªfica portalada rom¨¢nica, a la que solo se le dedican cuatro im¨¢genes. Las im¨¢genes del interior, de la nave central y el ¨¢bside principal y del exterior del edificio, as¨ª como la torre campanario o la cabecera de la iglesia, aportan una gran informaci¨®n del edificio en su aspecto original antes de que acabara transformado en el edificio que es hoy.
En 1846 el Ayuntamiento de Ripoll encarg¨® a dos arquitectos sendos informes sobre el estado del edificio y un proyecto para acometer su restauraci¨®n. Sureda realiz¨® el suyo con encargo de la Comisi¨®n de Monumentos de Girona, en el que defend¨ªa intervenciones poco agresivas y de acorde con los restos conservados, mientras que Elies Rogent hizo el suyo por encargo de la Real Academia de Bellas Artes de Barcelona, filial de la de San Fernando de Madrid, en el que optaba por la reconstrucci¨®n del edificio. Despu¨¦s de a?os de disputas se impuso Rogent, que entre 1886 y 1893, reinterpret¨® el edificio, a?adiendo elementos nuevos como un cimborrio o columnas en las naves laterales.
En las im¨¢genes de 1867, aparte de la arquitectura, tambi¨¦n aparecen los protagonistas del reportaje, sobre todo el arquitecto Mart¨ª Sureda, tomando medidas o apuntes al natural del edificio, mientras que sus ayudantes, posan apoyados o directamente tumbados en diferentes rincones del edificio.
En una de ellas aparece un dama, vestida de forma muy elegante, que observa las doble arcada del claustro. ¡°La fotograf¨ªa tiene una puesta en escena muy esmerada, en un intento de ser art¨ªstica¡±, asegura Antoni Llagostera, comisario de la exposici¨®n junto con la profesora Concepci¨® Peig, investigadora que localiz¨® las im¨¢genes en Madrid. Para Llagostera las im¨¢genes son un elemento fundamental para la historia de Ripoll ya que son muy pocos los ¡°monumentos de una fecha tan antigua que cuenten con una cantidad tan grande de fotograf¨ªas¡±. Adem¨¢s, la recuperaci¨®n de estas im¨¢genes permite colocar al fot¨®grafo Boadas, con diferentes estudios de retratos en la ciudad de Girona, ¡°con nombre propio dentro de la historia de la fotograf¨ªa catalana¡±.
Las fotograf¨ªas ser¨¢n publicadas a lo largo de este a?o en el libro Santa Maria de Ripoll en el segle XIX: El proc¨¦s d'una transformaci¨®. El llegat Joan Mart¨ª Font.
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