El plan de usos que enfada a todos

Ciutat Vella tendr¨¢ m¨¢s hoteles, restaurantes y bares. La Comisi¨®n de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprob¨® ayer la modificaci¨®n del Plan de Usos de Ciutat Vella, que pon¨ªa coto a esas actividades con el objetivo de mejorar la convivencia de los vecinos con la actividad tur¨ªstica. La reforma llega gracias al pacto entre CiU y PP. El texto establece dos m¨¦todos para abrir nuevos hoteles y crea diez ¨¢reas especiales para hosteler¨ªa. Algunos hoteleros, los empresarios de los pisos tur¨ªsticos, la mayor¨ªa de los vecinos y la oposici¨®n critican con diferente intensidad la medida. La nueva norma podr¨ªa entrar en vigor en verano.

Desde el Gremio de Hoteleros, su presidente, Jordi Clos, consider¨® que es ¡°es bueno y sensato para todo el mundo¡± que haya m¨¢s hoteles, aunque a?adi¨® que otra cosa es que se puedan llevar a cabo. Otras voces del sector creen que las condiciones benefician a quienes ya ten¨ªan proyectos estancados, no a los nuevos inversores. David Riba, de la Asociaci¨®n de Apartamentos Tur¨ªsticos, consider¨® el anuncio de ¡°muy negativo¡±. Y Mar¨ªa Mas, presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos del Casc Antic, avisa que pone en peligro la ya delicada convivencia. El Gremio de Restauraci¨®n tambi¨¦n pone en duda la efectividad del nuevo plan.

En 2005 y despu¨¦s en 2010, el Ayuntamiento de izquierdas puso en marcha el plan de usos para intentar acotar la actividad tur¨ªstica. La ¨²ltima fue dirigida por la entonces regidora socialista Itziar Gonz¨¢lez, CiU se abstuvo y el PP vot¨® en contra. La norma acotaba el n¨²mero de camas hoteleras y licencias de hosteler¨ªa y, adem¨¢s, impon¨ªa l¨ªmites de densidad en el n¨²mero de restaurantes o establecimientos en cada zona o calle. Si se quer¨ªa hacer un nuevo hotel, por ejemplo, hab¨ªa que comprar la licencia de otro hotel y que este cerrara y respectar que no hubiera otros establecimientos cerca. Los vecinos lo consideraron insuficiente en su d¨ªa y varios proyectos de cinco estrellas se quedaron en la cuneta. Hay unas 65.000 camas hoteleras en Barcelona, unas 17.000 en Ciutat Vella (el 26%), seg¨²n datos oficiales de 2012.

En la pasadas elecciones municipales los convergentes y los populares prometieron cambiar la norma y hacerla m¨¢s permisiva. La m¨¢xima de la regidora del distrito, Merc¨¨ Homs (CiU), siempre ha sido clara: ¡°Tener una terraza puede traer m¨¢s beneficios que no tenerla¡±. Tan pronto como Xavier Trias se hizo con la alcald¨ªa, ambas formaciones se sentaron a dialogar la reforma. El PSC lo puso como una de sus l¨ªneas rojas para pactar la hoja de ruta del mandato, cosa que CiU obvi¨®.

Lo pactado es una modificaci¨®n de la normativa, aunque los vecinos insisten que es una ¡°nueva¡± ley que abre la puerta a hoteles de hasta 200 habitaciones y a m¨¢s bares y restaurantes. Se permitir¨¢ la construcci¨®n de nuevos establecimientos de 3, 4 y 5 estrellas, sin restricciones por densidad, en los per¨ªmetros del distrito, como la calle Trafalgar, el paseo Mar¨ªtimo o el Paral.lel. La ¨²nica condici¨®n es que los edificios donde se ubiquen est¨¦n vac¨ªos.

Dentro del per¨ªmetro podr¨¢ haber plazas de nueva creaci¨®n solo si se acomodan en fincas patrimoniales que est¨¦n calificadas con la letra B y donde no vivan vecinos. Estos hoteles solo podr¨¢n tener un m¨¢ximo de 100 habitaciones. La norma establece que un nuevo establecimiento tendr¨¢ que superar dos tramitaciones, una de modificaci¨®n del Plan General Metropolitano y cada proyecto tendr¨¢ que tener su propio plan urban¨ªstico. Los hoteles que deseen ampliar tendr¨¢n que rescatar licencias de otros que cierren.

Homs compareci¨® ayer para explicar el acuerdo ¡ªel martes ya lo hab¨ªa hecho el l¨ªder del PP en Barcelona, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª y asegur¨® que ¡°no hay ni un m¨ªnimo ni un m¨¢ximo¡± de hoteles que se podr¨¢n crear. ¡°El l¨ªmite es la restricci¨®n que haga el pleno¡±, dijo la edil. En t¨¦rminos reales, esto implica que el PP sea el ¨¢rbitro, pues es el ¨²nico partido con el que CiU puede formar una mayor¨ªa ante la negativa de los socialistas a realizar la modificaci¨®n. Unas 400 fincas de Ciutat Vella tienen calificaci¨®n B pero tendr¨ªan que pasar la inspecci¨®n de bomberos y cumplir otras condiciones. El Ayuntamiento busca conservar as¨ª fincas que de otra manera terminar¨ªan en ruinas.

Los vecinos piden aplicar la norma pactada en 2010 por Itziar Gonz¨¢lez

Respecto a la restauraci¨®n hay dos novedades. Se crean diez ¨¢reas de tratamiento espec¨ªfico, como la calle Reina Cristina o la plaza de Vicen? Martorell. Estos espacio, seg¨²n Homs, ¡°necesitan revitalizaci¨®n¡±. All¨ª se dar¨¢n m¨¢s licencias espec¨ªficas para potenciar ciertas actividades. De otro lado, se restringen los locutorios y clubes cann¨¢bicos y se aumenta la distancia que debe haber entre los supermercados, bazares y locales de comidas para llevar.

Tambi¨¦n habr¨¢ una moratoria de seis a?os m¨¢s para que los pisos tur¨ªsticos se unifiquen en edificios independientes y dejen de compartir escalera con vecinos. Seg¨²n c¨¢lculos del distrito hay unos 613 legales. El Ayuntamiento calcula que puede haber entre 1.000 y 8.000 ilegales.

La regidora asegur¨® que la modificaci¨®n tiene la obsesi¨®n de ¡°que no se pierda el equilibrio entre vecinos y actividad econ¨®mica¡± y est¨¢ m¨¢s adaptada a la nueva realidad econ¨®mica de la ciudad. Homs garantiz¨® que los nuevos baremos no ponen en riesgo la vida vecinal por un aumento en la actividad tur¨ªstica y que el Consistorio ya posee herramientas para evitar el mobbing. Para Fern¨¢ndez D¨ªaz, el verdadero problema de Ciutat Vella no son los siete millones de turistas que pasan por sus calles, sino la inmigraci¨®n. ¡°En los ¨²ltimos 12 a?os, los extranjeros han pasado del 19% al 42% de la poblaci¨®n de Ciutat Vella. Si dejamos las cosas como hasta ahora, a?o tras a?o los vecinos de toda la vida ser¨¢n menos, y sus hijos y nietos continuar¨¢n sin venir a estos barrios y cada vez habr¨¢ m¨¢s extranjeros¡±.