Un Espanyol de manual
El ¨¢rea del f¨²tbol base, empecinada en remodelar el ADN blanquiazul, crear¨¢ para el pr¨®ximo curso normas de preparaci¨®n f¨ªsica y t¨¢ctica, adem¨¢s de comportamiento y educaci¨®n
Atravesado el acceso principal de la ciudad deportiva del Espanyol, se alcanza el ¨¢rea de los futbolistas y trabajadores, salvaguardada por unos porticones autom¨¢ticos adornados por el escudo blanquiazul y una frase que aspira definir al club de ahora y, sobre todo, del futuro: La for?a d¡¯un sentiment. Se trata de un v¨ªnculo emocional, una consecuencia l¨®gica del ADN que se pretende refrescar en todas las esferas formativas del club. De ah¨ª que cada mi¨¦rcoles por la ma?ana el director deportivo, ?scar Perarnau, se re¨²na con el coordinador del f¨²tbol base, Jordi Lard¨ªn, y con su responsable econ¨®mico, ?ngel Morales. ¡°Nos ponemos al d¨ªa¡±, apunta Perarnau. ¡°La comunicaci¨®n es fluida y productiva, por lo que tambi¨¦n un mi¨¦rcoles al mes nos reunimos con el director de la ciudad deportiva, Eloy P¨¦rez¡±, interviene Morales. Reuniones donde tambi¨¦n se retoca y configura el nuevo manual que cada equipo aplicar¨¢ desde el primer d¨ªa de pretemporada del curso pr¨®ximo. Normas de comportamiento, educaci¨®n, t¨¢ctica, t¨¦cnica, preparaci¨®n f¨ªsica... ¡°Se remodelar¨¢ todo porque queremos ser la mejor cantera¡±, advierte Lard¨ªn. ¡°Y entre junio y julio se har¨¢ una convivencia de los entrenadores con dossiers y PowerPoints para explicar los puntos a seguir¡±.
¡°Ahora se quiere antes un Maserati que ser futbolista de Primera¡±, se lamenta Jordi Lard¨ªn
Desde 2001 que los campos donde se entrenan los equipos del f¨²tbol base son de c¨¦sped artificial. Y desde entonces se repiten los partes m¨¦dicos con lesiones de rodilla. ¡°Por eso, una norma b¨¢sica que aplicaremos el a?o que viene es que todo el mundo utilice botas de turf \[hierba sint¨¦tica\]. ?L¨®gico, no?¡±, cuestiona Lard¨ªn. Un peque?o ejemplo de lo mucho que se quiere refrescar el manual, impulsado por el DEPI, Departamento de Perfeccionamiento Interno. ¡°Aunque cambiaremos la nomenclatura el a?o que viene¡±, apunta Morales. ¡°Un departamento que se reunir¨¢ semanalmente con preparadores y jugadores, y valorar¨¢ lo f¨ªsico, t¨¦cnico, t¨¢ctico y psicol¨®gico¡±, cuenta Lard¨ªn; ¡°porque el objetivo es remodelar el ADN del Espanyol¡±.
Las normas van dirigidas a todos. As¨ª, a los t¨¦cnicos se les exigir¨¢ pautas de entrenamiento. ¡°Unos 15 ejercicios, por ejemplo, de potencia, velocidad, resistencia...¡±, explica Morales. ¡°Le marcaremos microciclos a seguir¡±, revela Lard¨ªn; ¡°pero sin privar la imaginaci¨®n porque podr¨¢n inventar ejercicios. Pero si el encargado del DEPI ve que no se adecua a lo que buscamos, pues se le dir¨¢ que no funciona¡±. Y todos, desde el Infantil B hasta el Juvenil A ¡ª¡°a partir de ah¨ª ya solo interesa que sea rendimiento puro¡±, argumenta Lard¨ªn¡ª, deber¨¢n utilizar el mismo sistema t¨¢ctico, que se decidir¨¢ cuando se configuren las pr¨®ximas plantillas, sin importar el esquema del primer equipo. ¡°Sea cual sea el equipo, se pretende un Espanyol reconocible¡±, subraya Morales. ¡°Equipos con centrales que saquen el bal¨®n, laterales largos, siempre con la idea de la posesi¨®n...¡±, ampl¨ªa Lard¨ªn; ¡°pero tambi¨¦n es important¨ªsimo incidir en la educaci¨®n y los estudios, asunto que est¨¢ un poco flojo, como en el resto de la sociedad¡±.
Faltar a clase, una semana sin jugar; expulsado, dos; y fiesta indebida... despido
La residencia T¨²rbula ¡ªdonde viven los chavales que llegan de fuera¡ª env¨ªa cada semana un informe con la asistencia de los chicos a clase, posibles incidencias y notas, aspecto que tambi¨¦n se reclamar¨¢ a todos los padres el a?o que viene. Y, aunque alguna multa ya est¨¢ en pr¨¢ctica, se redefinir¨¢n las sanciones deportivas. ¡°El que no va a clase no juega el domingo¡±, desvela Morales. ¡°Si los expulsan de clase, dos semanas de castigo. Y si llegan tarde dos noches a la residencia, los mando para su casa¡±, abunda Lard¨ªn; ¡°estudiar y jugar es lo ¨²nico que tienen que hacer¡±. El escarmiento econ¨®mico, sin embargo, lo pone cada entrenador, que suele utilizar el dinero para comprar balones nuevos.
Por todo ello, a m¨¢s de uno se le revuelve el est¨®mago en el ¨¢rea de formaci¨®n cuando ven entrar a seg¨²n qu¨¦ jugadores a la ciudad deportiva con unos coches que quitan el hipo, de gama alta y llamativos. ¡°El jugador ha perdido el hambre de querer ser futbolista; se tiene mucha prisa por ganar dinero. Y eso que ahora se paga mucho mejor que en nuestra ¨¦poca¡±, se?ala Morales. ¡°Se quiere m¨¢s un Maserati que llegar a Primera. Por eso nos gustar¨ªa poner l¨ªmites a los del primer equipo. Pero no podemos. Aunque est¨¢ claro que es m¨¢s sano ver a uno que entra con un Golf que con un Cayenne¡±, remarca Lard¨ªn; ¡°quiz¨¢ lo consigamos con los del filial¡±. Ya se ver¨¢, en cualquier caso, en el nuevo manual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.