El valor de reinventarse

Los sesenta ya los ha cumplido. Pero la edad de M¨®nica Cano nunca hay que delatarla del todo porque es de esas actrices que se saben capaces de transitar por un registro muy amplio de edades y no est¨¢ dispuesta a dar pistas. Ella es una de esas c¨®micas (como se llamaba antes, y algunos a¨²n ahora, a los int¨¦rpretes de manera general) que ha destacado en papeles de reparto. Nunca termina de ser acertado el uso, a veces tan equivocado, del t¨¦rmino secundarios. Si para todos (actores y no) hay crisis, para las actrices de una cierta edad, a¨²n m¨¢s. Ella lo sabe y no est¨¢ dispuesta a quedarse en su casa observando, con la mirada perdida, c¨®mo no suena el tel¨¦fono.

Esta mujer de mirada dulce y hablar quedo ha obrado en ella misma un aut¨¦ntico milagro. Se ha reinventado, a esa edad, y se ha puesto a escribir unos textos bell¨ªsimos, llenos de im¨¢genes ¨¢cidamente po¨¦ticas, centrados en mujeres perdedoras de la Espa?a m¨¢s profunda del franquismo. Adem¨¢s los dirige y los interpreta junto a otras actrices.

Empez¨® su aventura como dramaturga con Qu¨¦ felices son los perros en la playa, a la que siguieron Historia de la Nati (con Silvia Viv¨®) y Vitriolo (la interpreta con Saturna Barrio). Estas dos ¨²ltimas y deliciosas obras est¨¢n en cartel en la peque?a Sala Nudo, de la calle de la Palma, 18. Un espacio cada vez m¨¢s conocido y reconocido por las gentes del teatro sabedoras de que en estos escenarios m¨ªnimos se est¨¢ cociendo algo muy importante.

Escribir requiere tiempo, ejercicio, descubrir, aislarte, envalentonarte... M¨®nica Cano

"Siempre me ha gustado escribir, pero no siempre he dispuesto de tiempo. He sido actriz, mam¨¢, ama de casa, se hac¨ªan dos funciones diarias, y adem¨¢s fui de las bohemias del Caf¨¦ Gij¨®n, la Cafeter¨ªa del Mar¨ªa Guerreo, del Bocaccio con mi amiga Mar¨ªa Asquerino....", y a?ade, "escribir requiere tiempo, ejercicio, descubrir, aislarte, envalentonarte...", se?ala esta mujer que se ha desvelado como una gran dramaturga con peque?as tragicomedias con las que dar testimonio y rendir su homenaje a mujeres que ha conocido a lo largo de su vida. "Historias sinceras de carpinter¨ªa teatral sencilla, en las que est¨¢n esas mujeres con las que sufro una empat¨ªa continua, por las maltratadas, lapidadas, asesinadas...., quiero acompa?arlas con mis personajes, reivindicarlas".

Cano no olvida que era adolescente con la dictadura de Franco: "A¨²n persiste en m¨ª la rabia que me produc¨ªa vivir bajo aquel r¨¦gimen totalitario. De la dictadura de aquellos analfabetos, germinaron muchas desgracias, la hambruna, el retroceso, el oscurantismo, la censura... El teatro tiene como misi¨®n primigenia la catarsis, la denuncia, la transgresi¨®n. A¨²n no hemos sacado de las cunetas los restos de muchos ca¨ªdos por la libertad. Lo mejor que puedo hacer es escribir sobre ellos, tenerlos presentes". Y lo hace con una inteligente iron¨ªa. Ahora escribe una nueva funci¨®n situada en 2013: "Curiosamente tienen los mismos problemas que los de la Espa?a profunda".

Cano, que se licenci¨® en Arte Dram¨¢tico, complet¨® su formaci¨®n con Jos¨¦ Carlos Plaza y Mariano Barroso. En sus apariciones en obras de Antonio Gala, Valle-Incl¨¢n, Berkoff, Peter Weiss, Garc¨ªa Lorca, bajo la direcci¨®n de profesionales como Mar¨ªa Ruiz, Jos¨¦ Carlos Plaza, Guillermo Heras, Miguel Narros y Amelia Ochandiano, siempre destaca su trabajo, algunas veces galardonado, por peque?o que sea, al igual que en sus intervenciones cinematogr¨¢ficas bajo las ¨®rdenes de realizadores como Jaime Ch¨¢varri, Fernando Colomo, Daniel Cebri¨¢n y Andr¨¦s Linares, entre otros.

Recomiendo a las mujeres mayores, sean actrices o no, que trabajen, que luchen, que est¨¦n vivas. M¨®nica Cano

El reinventarse como autora y directora en peque?¨ªsimas salas alternativas es, por supuesto, porque en los teatros p¨²blicos no le dan espacio. Pero tambi¨¦n le interesa la comunicaci¨®n que se establece con el p¨²blico. "Cuando me lo plante¨¦ me daba v¨¦rtigo, adem¨¢s esta es una profesi¨®n de titanes, llegas a mayor muy perjudicada; pero tengo la inmensa suerte de haber podido consolidar un equipo de trabajo con compa?eras que me estimulan y me alientan", dice de las mujeres de las que se rodea para trabajar. "Muchas son j¨®venes, pero recomiendo a las mujeres mayores, sean actrices o no, que trabajen, que luchen, que est¨¦n vivas".

Tampoco ignora que los dramaturgos contempor¨¢neos no escriben papeles y personajes para actrices maduras: "No lo hacen por marketing. La gente quiere ver belleza, lozan¨ªa, sexo. Estoy muy agradecida a los dramaturgos que crean personajes para mujeres mayores: Gala, Lorca...". En cualquier caso es rotunda cuando se le pregunta c¨®mo ve la situaci¨®n para actrices como ella: "Pues muy jodida", se?ala al tiempo que recuerda que, en contra de lo que se piensa en general, los actores son gente que vive con una humildad tremenda, salvo excepciones. "Con la subida del IVA hemos perdido un n¨²mero de espectadores tremendo. Es una muy mala situaci¨®n".

Atr¨¢s queda su C¨®rdoba natal, de la que recuerda especialmente a sus padres y su casa "humilde, pero tremendamente bella". En su lugar han construido "unas casitas vulgares, all¨ª deben seguir, en la calle Barrionuevo".