Un pianista deslumbrante
El cubano Jorge Luis Prats desplega en Madrid un equilibrio irresistible entre lo popular y lo culto
Es de Camaguey, Cuba, y actuaba por primera vez en estos ciclos de grandes pianistas. Por cuesti¨®n de desconocimiento del int¨¦rprete, o porque era v¨ªspera de puente, o porque jugaba el Madrid una semifinal de la Champions, o vaya usted a saber por qu¨¦, la sala estaba medio vac¨ªa. O medio llena, si prefieren.
Jorge Luis Prats
Obras de Villa-Lobos, Fari?as, Busoni, Ravel y Chopin. Ciclo Grandes int¨¦rpretes. Con el patrocinio de El Pa¨ªs. Auditorio Nacional, 30 de abril.
Con los precedentes inmediatos de Sokolov o Uschida en esta serie de recitales, es complicado meterse al p¨²blico en el bolsillo. Prats lo consigui¨® sobradamente. Con un estilo personal en las ant¨ªpodas de los int¨¦rpretes citados: campechano, las manos en los bolsillos al caminar, con cierto aire de artista de caf¨¦-cantante. Propuso un programa realmente ins¨®lito que contemplaba desde un tango de su paisano Fari?as a una bachiana del brasile?o Villa-Lobos, la versi¨®n de Busoni sobre temas de Carmen de Bizet, La valse de Ravel o los 24 Preludios y la Gran polonesa de Chopin. Y una selecci¨®n de propinas -en este terreno fue tan generoso como Sokolov o Barenboim- que iban desde Bach o Tristan und Isolde a bailables caribe?os de ritmos contagiosos. Un t¨ªo simp¨¢tico y, sobre todo, un pianista sensacional. En sus diferentes recreaciones el sello de originalidad estaba siempre presente. En Chopin o en Ravel sus interpretaciones fueron deslumbrantes desde la naturalidad.
Toc¨® a la antigua usanza. En un equilibrio irresistible entre lo popular y lo culto. Sorprendiendo por su virtuosismo y por los contrastes, cautivando por su sentido mel¨®dico y r¨ªtmico. Transmiti¨® calor. Con sentido del humor cuando la situaci¨®n lo requer¨ªa, con ¨¦nfasis dram¨¢tico, con musicalidad en todo momento. Dicen algunos que es un pianista particularmente apreciado por los profesionales del piano. A m¨ª me pareci¨® que tiene un gancho especial. Se le quiere de inmediato. El ¨¦xito fue delirante. Y viene de Camaguey, Cuba. Ah¨ª es nada.
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