¡°El problema es que se juzgan muchas tonter¨ªas¡±
El juez de menores reclama la necesidad de que los padres ejerzan su autoridad
Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) es juez desde hace 33 a?os y los ¨²ltimos 25 los ha desarrollado trabajando con menores en Granada. Conocido por sus singulares sentencias, se prodiga en conferencias y charlas en las que apela, con insistencia, al sentido com¨²n. Reclama la necesidad de que los padres ejerzan su autoridad y alerta del riesgo que tiene para los chicos el uso sin control de las nuevas tecnolog¨ªas.
Pregunta. La delincuencia en menores se est¨¢ reduciendo. A¨²n as¨ª, 5.701 fueron juzgados en 2012 en Andaluc¨ªa. ?Son demasiados?
Respuesta. No, el problema es que se ha judicializado todo. Se juzgan muchas tonter¨ªas.
P. De las 4.602 sentencias dictadas el pasado a?o, el 73% fue de conformidad. ?Ellos reconocen lo que han hecho mal?
R. S¨ª, normalmente el chaval suele reconocer los hechos. Ahora ha aumentado un poco la disconformidad por la cuesti¨®n econ¨®mica. Es decir, como son los padres los que responden por sus hijos, algunos no aceptan la conformidad para no pagar.
P. Pese al descenso de la criminalidad, da la sensaci¨®n de que cuesta m¨¢s educar.
R. S¨ª, siempre lo digo. Hemos hablado a los chavales de derechos, no de deberes. Y, por otro lado, a los padres se les ha quitado la autoridad. No tienen un apoyo legal para corregir a sus hijos y est¨¢n un poco despistados.
P. ?Qu¨¦ falla?
R. El sentido com¨²n. Los padres son padres, no amigos. Y la ley tiene que considerar que no son iguales. Es un sinsentido que me digan que no puedo corregir a mis hijos y sin embargo, s¨ª se me exija la responsabilidad de lo que hacen.
P. ?Hay recelo a la hora de poner l¨ªmites?
R. Lo que hay son complejos por la evoluci¨®n que hemos tenido: de padre autoritario a padre colega. A veces es mucho m¨¢s dif¨ªcil decirle a tu hijo que no. No obstante, ahora se est¨¢ notando un poco m¨¢s ese control.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por la crisis. Existe m¨¢s control familiar, los chavales han vuelto a la escuela y eso est¨¢ dando lugar a que baje la delincuencia. Sin embargo, el maltrato a los padres est¨¢ en auge, aunque ya ven¨ªa de atr¨¢s.
P. ?Cu¨¢l es el problema en la relaci¨®n inversa?
R. No les hemos inculcado que el menor tiene el deber de obedecer y respetar a sus padres. Es un delito de clase media y media-alta que va a m¨¢s.
P. ?D¨®nde est¨¢n las carencias?
R. La responsabilidad de la educaci¨®n de los hijos est¨¢ en la familia. Y luego en la escuela, en la sociedad, en los medios de comunicaci¨®n¡ Los medios juegan un papel muy importante y creo que ah¨ª se est¨¢ transmitiendo la idea de que todo vale, el ¨¦xito por el ¨¦xito, y no es verdad. Por eso pido el pacto por el menor, estamos implicados todos, pero los primeros son los padres.
P. Entonces, ?se est¨¢ perdiendo el respeto?
R. S¨ª. En este pa¨ªs nos da miedo hablar de autoridad, por si volvemos a tiempos pasados. Hemos perdido el sentido com¨²n. Confundir un cachete con un maltrato es una barbaridad. Eso son complejos, y ahora estamos pagando las consecuencias. No soy partidario de dar cachetes, ahora bien, siempre digo que la ventaja del cachete es darlo en el momento justo y con la intensidad adecuada. Eso es lo dif¨ªcil, pero confundir un cachete con un maltrato creo que es pasarse.
P. Pero ah¨ª los padres se pueden encontrar un poco desamparados, perdidos.
R. S¨ª, y lo est¨¢n. Cada vez es m¨¢s frecuente esto de ¡®no me toques que te denuncio¡¯. Hay contradicciones entre los derechos del menor y las facultades de los padres.
P. ?Las nuevas tecnolog¨ªas son una oportunidad o un riesgo?
R. Una oportunidad, pero tambi¨¦n un riesgo. ?Por qu¨¦ no se hacen m¨®viles para ni?os con funciones muy limitadas que vayan aumentando en base a la edad? Es una verg¨¹enza que el regalo estrella en las comuniones sea un m¨®vil para criaturas de 10 u 11 a?os. Es un problema como los ordenadores. Ser¨ªa bueno hacer un folleto explicativo de los peligros que conlleva su mal uso.
P. ?Cu¨¢les son los problemas m¨¢s graves?
R. Nos est¨¢n planteando dos. Por un lado, son una droga. Tenemos chavales enganchados al m¨®vil y al ordenador. Si es que ya ni juegan¡ salen al recreo, se ponen a chatear y no son capaces de hablar. Y a lo mejor est¨¢n chateando con el de enfrente. Estamos creando autistas con el m¨®vil y los ordenadores. Y, por otro lado, es un instrumento para cometer actos delictivos. Est¨¢ en auge tambi¨¦n entre los chavales de clase media los delitos de injurias, las vejaciones, incluso pornograf¨ªa.
P. ?Casos como el de C¨¢diz?
R. Si, son casos que se combaten con educaci¨®n y responsabilidad. Cuando los padres compran un m¨®vil tienen que saber qu¨¦ m¨®vil est¨¢n comprando, c¨®mo es su hijo y si est¨¢ preparado para usarlo. Se est¨¢n cometiendo muchas barbaridades a trav¨¦s de los ordenadores, Facebook, etc¨¦tera. Y me preocupan mucho las noticias que se dan. Es una verg¨¹enza que el chaval del v¨ªdeo de C¨¢diz llegara a los 10.000 seguidores. Con una noticia podemos estar dando a ese chaval un minuto de gloria que es muy peligroso.
P. De los menores enjuiciados, ?cu¨¢les cuesta reinsertar m¨¢s?
R. La ley est¨¢ dando muy buen resultado. Como todo se ha judicializado, el 80% de los chavales que juzgamos cometen delitos pero no son delincuentes. Merecen un escarmiento, nada m¨¢s.
P. ?Y el otro 20%?
R. Un 10% es carne ca?¨®n, haya ley, se endurezca o no. Y el otro 10% es muy trabajable, depende de la suerte, de los recursos, de los profesionales que intervengan¡ pero es recuperable. Nuestro trabajo se centra en ese 20%.
P. ?Qu¨¦ medidas le duele m¨¢s tomar?
R. La que m¨¢s tristeza me da es la de condenar a los chavales a aprender a leer o a sacarse el graduado, la ense?anza obligatoria. Si estamos en un pa¨ªs que nos dice que la ense?anza es obligatoria no puedo entender c¨®mo todav¨ªa me encuentro chavales de 12 a?os que no saben ni leer. Tengo actualmente condenados a unos 200 chavales a terminar la ense?anza obligatoria.
Hay casos en todas las clases sociales
Emilio Calatayud ha visto c¨®mo ha cambiado el perfil de los menores delincuentes desde 1988 hasta hoy. ¡°Ahora vienen chavales de todas las clases sociales¡±. Hay violencia entre parejas muy j¨®venes, abusos sexuales, el uso de las nuevas tecnolog¨ªas¡ todo est¨¢ cambiando. Las ni?as, que apenas comet¨ªan delitos, tambi¨¦n se est¨¢n incorporando y aunque el porcentaje es menor, ¡°cuando salen duras, es m¨¢s dif¨ªcil trabajar con ellas¡±. El juez reconoce la dificultad de ser padre hoy, pero tambi¨¦n de ser hijo, porque se carece pr¨¢cticamente de l¨ªmites. Por eso reclama un pacto por el menor: ¡°Hay que redefinir el asunto. Y en eso estamos todos¡±, subraya para referirse a las contradicciones legales. El juez advierte que la hipocres¨ªa social est¨¢ provocando un aumento de internamientos terap¨¦uticos entre los m¨¢s j¨®venes.
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