De amor y tierra

De las 10 sesiones agrupadas bajo la denominaci¨®n Las noches del Real, ¨²nicamente dos de ellas tienen presencia espa?ola en el apartado interpretativo. Ca?izares se volc¨® con su grupo en el flamenco m¨¢s fogoso y Mar¨ªa Bayo ha optado por las canciones francesas de Canteloube. Es un repertorio que va como anillo al dedo a sus cualidades vocales y expresivas. En realidad siempre la han acompa?ado, de ah¨ª su grabaci¨®n de 1998, poco despu¨¦s de la fascinante M¨¦lisande, de Debussy, en Bruselas, con Pappano y Herbert Wernicke, y justo antes de varias ¨®peras de Mozart en Salzburgo, en particular, Don Giovanni con Maazel y Ronconi, y Cos¨¬ fan tutteal lado de Karita Mattila y Simon Keenlyside.

Mar¨ªa Bayo estaba entonces en la plenitud de su carrera y en esas circunstancias fren¨¦ticas siempre ten¨ªa un hueco para refugiarse en las aguas serenas de las canciones de Auvernia, de Canteloube, que actuaban como un complemento tranquilizador y psicol¨®gico frente a los desaf¨ªos oper¨ªsticos. Sal¨ªa a flote su instinto popular y tambi¨¦n su faceta teatral. Como ahora en sus recitales madrile?os. Son canciones de tierra, fuego, amores ingenuos y abandonos gozosos. Poseen un aroma franc¨¦s que arrebata desde la sencillez. La soprano navarra se identifica al l¨ªmite con esta melancol¨ªa campesina y realiza una interpretaci¨®n convincente desde una naturalidad intimista. La arropa Titus Engel con una orquesta que suena como debe. En la primera parte del programa, Engel y la Sinf¨®nica de Madrid prepararon la atm¨®sfera francesa con p¨¢ginas orquestales de Berlioz, Faur¨¦ y Franck. Fue un concierto relajante y amable que el p¨²blico agradeci¨® y disfrut¨®.