Las Plantas Sagradas que se desvanecen
El escoc¨¦s conserva, reci¨¦n cumplidas 67 primaveras, el humor y el porte trovadorescos
"Estoy todav¨ªa vivo", se present¨® anoche, ufano y sonriente, el m¨ªtico Donovan Leitch ante un Teatro Lara que le esperaba con sincera curiosidad. El escoc¨¦s conserva, reci¨¦n cumplidas 67 primaveras, el humor y el porte trovadorescos: rizos alborotados, pa?uelo blanco, saludos enf¨¢ticos y hasta c¨®micos parlamentos sobre "mis primeras actuaciones en castillos, 400 a?os atr¨¢s". Lo tiene todo, salvo una banda a la altura de un repertorio esencial para comprender la psicodelia y los derroteros de la m¨²sica popular durante la segunda mitad de los sesenta. Empez¨® a sonar Sunshine Superman, emblema lis¨¦rgico, y aquellos cuatro int¨¦rpretes parec¨ªan fichados en un programa de variedades. La blandenguer¨ªa se extendi¨® a Hurdy gurdy man y deriv¨® en descalabro con There is a mountain. Las dentelladas alucin¨®genas originales se desvanec¨ªan como humo de eso que Donovan denomina, con may¨²sculas, "Plantas Sagradas".
Imposible imaginarse, en tales circunstancias, a nuestro protagonista paseando por Edgeware Road en 1966 junto a su amigo Paul McCartney. El estreno de To love you, incluido en el inminente trig¨¦simo primer ¨¢lbum de Donovan (Shadows of blue), agrava el panorama: suena a balada de Roy Orbison, pero sin que brote una sola gota de sangre de las heridas. La recuperaci¨®n solo surge cuando los te¨®ricos aliados regresan a bambalinas y el de Glasgow saca provecho a 48 a?os de oficio. Ah¨ª aflora esa t¨¦cnica con la guitarra (fingerpicking) que aprendi¨® de Martin Simpson y transmiti¨® a los Beatles, la inmortal belleza dylanita de Catch the wind, aquel Donna donna jud¨ªo que aprendi¨® de Joan B¨¢ez y, claro, esa inmensa fogata nocturna en que se convierte Colours, con la platea canturreando y dando palmas. Lo mejor del formato el¨¦ctrico fue la recuperaci¨®n de algunas piezas (Sleep, Moon rock) en su d¨ªa masacradas por la cr¨ªtica y que hoy se antojan curiosos acercamientos al universo de Led Zeppelin. Hace bien Leitch en no reivindicarse solo a trav¨¦s de los ¨¦xitos: su enciclop¨¦dica obra bien merece un repaso integral, a ser posible en mejor compa?¨ªa.
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