Antonio Ma¨ªllo, el hombre que sabe lat¨ªn
El candidato del PCA a coordinador de IU no es un hombre de aparato
?Qui¨¦n es Antonio Ma¨ªllo? Para empezar, es un tipo que sabe lat¨ªn. Y tambi¨¦n, griego, ingl¨¦s e italiano. Cordob¨¦s de Lucena, de 47 a?os, es el elegido por el Partido Comunista de Andaluc¨ªa (PCA), la fuerza mayoritaria de Izquierda Unida, para asumir el cargo de coordinador de la federaci¨®n que deja Diego Valderas tras 12 a?os en el puesto. Aunque en una asamblea de IU todo puede ocurrir, nada ocurre si el PCA no quiere y Ma¨ªllo es su apuesta.
Licenciado en Filolog¨ªa Cl¨¢sica por la Universidad de Sevilla, Ma¨ªllo no es un hombre de aparato, ni tiene hipotecas internas, ni ha vivido nunca de la pol¨ªtica, sino de su profesi¨®n de docente, hasta que el 12 de junio pasado fue nombrado director general de Administraci¨®n Local en la consejer¨ªa que dirige el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas. Dio clases de lat¨ªn en el instituto Francisco Pacheco de Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz) durante seis a?os (1990-1996). De la tierra del langostino pas¨® a la del jam¨®n, a Aracena (Huelva), donde imparti¨® lenguas cl¨¢sicas y dirigi¨® el instituto de San Blas hasta 2009. Fue concejal de IU en ambas localidades.
Las buenas referencias profesionales de Ma¨ªllo llegaron al entonces consejero socialista de Educaci¨®n Francisco ?lvarez de la Chica, quien lo fich¨® como jefe del servicio del programa de biling¨¹ismo, un cargo t¨¦cnico de confianza. Ma¨ªllo sorprendi¨® en la consejer¨ªa cuando puso su cargo a disposici¨®n de De la Chica cuando encabez¨® la lista de Izquierda Unida por Huelva al Senado. ?l entend¨ªa que pod¨ªa ser incompatible su trabajo con la campa?a electoral. El consejero no le acept¨® la renuncia.
Con 18 a?os ayud¨® a crear la asamblea de IU en Lucena, pero no es sino 10 a?os m¨¢s tarde (1996), cuando se afilia al partido comunista. No lo hizo porque le convencieran las tesis de Carlos Marx, Rosa Luxemburgo o Federico Engels, sino el compromiso y los testimonios de los viejos comunistas de Sanl¨²car. Est¨¢ considerado como un comunista heterodoxo y un empoll¨®n que no se permiti¨®, cuando preparaba las oposiciones, ir con los compa?eros al entierro de Dolores Ib¨¢rruri, Pasionaria, algo de lo que se arrepiente.
Ma¨ªllo, el que llaman El Mai, no provoca rechazo, le gusta a todo el mundo. A los puros de la CUT, a los modernos de Izquierda Abierta, a los zorrocotrocos (una palabra que no existe para la RAE, pero que significa lo que suena) del PCA, a los duros, a los blandos y a los independientes. Ocurri¨® igual cuando a finales de los ochenta fue elegido por unanimidad m¨¢ximo responsable del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla, en sustituci¨®n del l¨ªder estudiantil Luis Pizarro, que acab¨® tambi¨¦n en pol¨ªtica y ahora es adjunto al Defensor del Pueblo. Algunos pensaron, entonces, que tanta unanimidad se deb¨ªa a que lo ve¨ªan como un tipo d¨®cil y manejable, pero result¨® que se equivocaron, que no era nada bizcochable.
Los siguientes entrecomillados sobre Ma¨ªllo pertenecen a las personas que han hablado con este peri¨®dico: ¡°Es un cambio a mejor¡±, ¡°representa una forma nueva de hacer pol¨ªtica¡±, ¡°es un hombre sin aristas¡±, de ¡°consenso¡±, ¡°conciliador¡±, ¡°dialogante¡±, ¡°respetuoso con las minor¨ªas¡±, ¡°brillante¡±, ¡°culto¡±, ¡°amable¡±, ¡°divertido¡± y ¡°buen imitador¡±. Como defecto se?alan uno: ¡°Es exigente, muy exigente, demasiado exigente¡±, de ah¨ª que algunos avancen que ¡°la gente vaga, impostada y sin rigor, pueda tener problemas con ¨¦l¡±.
El actual director general de Administraci¨®n Local es un tipo normal que tiene la suerte de divertirse traduciendo a Plat¨®n y que le parecen ¡°muy graciosas las disquisiciones filol¨®gicas¡± del papa Benedicto XVI en su primera enc¨ªclica Deus Caritas Est, le¨ªda en lat¨ªn, por supuesto. Ma¨ªllo no es alguien que se esconda. No oculta que es gay. En una entrevista en Radio Sierra de Aracena, en agosto pasado, le preguntan: ¡°?Es el primer director de instituto de Aracena homosexual?¡±. Ma¨ªllo antes de contestar, r¨ªe abiertamente: ¡°Al menos que yo sepa. No s¨¦ si en los 58 a?os de instituto ha habido alguno que estaba en el armario, pero fuera del armario, s¨ª, he sido el primero¡±.
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