Fernando V¨¢zquez y ¡®Gonzo¡¯contra la pol¨ªtica minera de la Xunta
Representantes del cine, el f¨²tbol y la literatura describen en Change.org las posibles consecuencias de explotaciones como la de Corcoesto, ¡°una aut¨¦ntica bomba ambiental¡±
¡°Algo muy grave est¨¢ a punto de suceder en Galicia y pocos lo saben. Galicia abre sus puertas a multinacionales extranjeras para convertirse en una gran mina a cielo abierto¡±. Dos minutos y cincuenta y ocho segundos dan para mucho en el v¨ªdeo contra la megaminer¨ªa contaminante que hoy, al filo de las 11 de la ma?ana, se ha lanzado en Change.org.
Este peque?o retazo de tiempo da cabida a personajes gallegos que no acostumbran coincidir en el espacio: el entrenador del Deportivo, Fernando V¨¢zquez; el escritor Suso de Toro; el reportero Fernando Gonz¨¢lez, Gonzo; el periodista ambiental Ram¨®n Varela; el cient¨ªfico Seraf¨ªn Gonz¨¢lez; y los actores Carlos Blanco, Javier Veiga, Luis Zahera, V¨ªctor Mosqueira y Sabela Ar¨¢n, ¨²ltimo premio Mestre Mateo. Dirigido por la realizadora Cristina Sanz, el elenco se reparte las frases de un gui¨®n que describe las terribles, posibles, consecuencias de la actual pol¨ªtica de expansi¨®n minera de la Xunta. ¡°Millones de euros, s¨ª, pero para unos pocos. A los gallegos no nos quedar¨¢ m¨¢s que devastaci¨®n, pobreza y unos pocos empleos precarios que desaparecer¨¢n en pocos a?os¡±, proclaman las conocidas voces que van sucedi¨¦ndose. El v¨ªdeo, impulsado por el propio Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, investigador del CSIC y presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, complementa la campa?a de recogida de firmas iniciada por ¨¦l mismo hace unos meses en la misma plataforma. De momento ha logrado cosechar m¨¢s de 34.000 r¨²bricas dirigidas al presidente de la Xunta. Tiene la esperanza de hacerle recapacitar sobre una pol¨ªtica que la propia Conseller¨ªa de Industria publicita bajo el lema ¡°Galicia es una mina¡± y sobre la necesidad de exigir a las empresas garant¨ªas econ¨®micas consonantes con su potencial peligrosidad.
Peri¨®dicamente, Change.org remite a Feij¨®o las firmas en contra que se van sumando. Pero desde que se estren¨® la campa?a de Internet, no han cesado de salir a la luz p¨²blica nuevas aspiraciones de empresas extranjeras, principalmente canadienses, que pretenden abrir cr¨¢teres en lugares como Berganti?os, la Serra do Gali?eiro, las proximidades de las Fragas do Eume o dos reservas de la biosfera distintas en A Fonsagrada. Todas ellas persiguen oro o minerales de los llamados estrat¨¦gicos, en general demandados por las nuevas tecnolog¨ªas. Son, seg¨²n denuncia el v¨ªdeo ?Salvemos Galicia de la megaminer¨ªa!, ¡°proyectos fara¨®nicos que se asentar¨¢n a pocos metros de reservas naturales, r¨ªos y zonas protegidas¡±.
Cuando la grabaci¨®n entra en materia num¨¦rica, abruma con las cifras: De la mina de oro de Corcoesto se van a extraer 34 toneladas del preciado metal (una cantidad que cabe en un cami¨®n volquete, ejemplifica el v¨ªdeo). Y para obtener estos lingotes ser¨¢ preciso ¡°volar con explosivos 392 hect¨¢reas¡±, utilizar 4.300 toneladas de cianuro y generar 8.400 toneladas de ars¨¦nico. Al final, la compa?¨ªa marchar¨¢ a buscar por el planeta nuevos filones y dejar¨¢ tras ella ¡°17 millones de toneladas de desechos contaminantes¡±, se advierte.
Y a partir de ah¨ª comienza el cap¨ªtulo de los riesgos. ¡°?Os acord¨¢is de lo que pas¨® en Aznalc¨®llar?¡±. La megaminer¨ªa, se relata en el v¨ªdeo, es ¡°una aut¨¦ntica bomba ambiental¡±: ¡°Suelos est¨¦riles¡± durante siglos, ¡°filtraciones¡±, ¡°aguas contaminadas¡±, ¡°toxicidad en el aire¡±, ¡°desertificaci¨®n¡±, ¡°enfermedades mortales¡±, ¡°aumento de la incidencia del c¨¢ncer en un 800%¡±, ¡°malformaciones gen¨¦ticas¡±, ¡°afecciones broncopulmonares¡±, ¡°envenenamiento¡±. Seg¨²n Change.org, ¡°nadie entre los personajes que recibieron la propuesta de participar en el v¨ªdeo dijo que no¡±. ¡°Hubo quien no pod¨ªa porque ten¨ªa muchas ocupaciones, pero negarse nadie se neg¨®¡±. Quiz¨¢s es que los promotores llamaron a las puertas adecuadas. Las de personas sin miedo a dar la cara en medio de un clamor comprometido.
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