Penas de 12 a?os de c¨¢rcel a unos padres por practicar la ablaci¨®n a sus dos hijas
La Audiencia de Barcelona considera que la extirpaci¨®n del cl¨ªtoris se produjo en Espa?a
No est¨¢ claro qui¨¦n mutil¨® a las hijas de Binta Sankano y Sekou Tutay. Tampoco se sabe la fecha exacta, ni d¨®nde se hizo. Pero la Audiencia de Barcelona no tiene ninguna duda de que cuando las ni?as acudieron a una exploraci¨®n ginecol¨®gica, el 20 de enero de 2011, las cr¨ªas, entonces de 11 y 6 a?os, no ten¨ªan cl¨ªtoris. Sus padres sostuvieron en el juicio que entre 2010, fecha de su ¨²ltima revisi¨®n, en la que sus ¨®rganos genitales estaban intactos, y 2011, cuando se detect¨® la extirpaci¨®n, no hab¨ªan viajado a su pa¨ªs de origen, Gambia, ni hab¨ªan abandonado Espa?a por ning¨²n otro motivo.
Por ello, la secci¨®n novena de la Audiencia Provincial de Barcelona considera a los progenitores responsables de dos delitos de mutilaci¨®n genital femenina, y les condena a seis a?os de prisi¨®n por cada uno de ellos. En total, 24 a?os para los progenitores. El tribunal se basa en los diferentes testigos realizados durante el juicio, empezando por el de los propios acusados.
Este es un de los primeros casos casos de mutilaci¨®n genital femenina en Espa?a que ha llegado a juicio, seg¨²n afirm¨® un experto de la Generalitat de Catalu?a. "No existe constancia de que ese tipo de intervenciones que se realizan en la clandestinidad se lleven a cabo en el pa¨ªs, pues lo habitual es que los padres aprovechen un viaje o las vacaciones para regresar a su pa¨ªs de origen para extirpar el cl¨ªtoris a sus hijas", menciona la sentencia.
La madre de las menores "fue rotunda al afirmar que durante dicho per¨ªodo no hab¨ªa viajado a Gambia, sino que permanec¨ªa con las ni?as en Espa?a", en su casa de Vilanova i la Geltr¨² (Barcelona). Neg¨® haber participado en la mutilaci¨®n genital, pero fue "esquiva, reacia en sus respuestas", alegando que "no sab¨ªa que tal pr¨¢ctica estaba prohibida y que constitu¨ªa una conducta delictiva". Y adujo adem¨¢s que era analfabeta y que ella ni siquiera sab¨ªa si le hab¨ªan practica la ablaci¨®n de peque?a.
Pero el Ayuntamiento de Vilanova visit¨® en 2008 a Binta, para explicarle la postura en Espa?a ante la mutilaci¨®n genital. "La procesada afirm¨® asumir, como madre, el compromiso de no practicar a sus hijas dicha pr¨¢ctica", recoge la sentencia. Aunque en la entrevista se mostr¨® "contrariada, enfadada" y, posteriormente, "verbaliz¨® que estaba a favor de la mutilaci¨®n genital".
El padre de las menores neg¨® tambi¨¦n su participaci¨®n en la extirpaci¨®n durante el juicio, apostill¨® que estaba en contra, y atribuy¨® la mutilaci¨®n al viaje que realizaron en Gambia en 2007, cuando las ni?as se quedaron all¨ª dos a?os. Algo, sin embargo, que desmiente la revisi¨®n que les hicieron en 2010, cuando no se detect¨® la ablaci¨®n.
En el juicio tambi¨¦n declararon los facultativos que trataron a las menores y que comprobaron que en 2010 sus ¨®rganos genitales no presentaban ninguna alteraci¨®n. Las ni?as y su madre, explicaron, se mostraron "ostensiblemente reticentes" a la exploraci¨®n. "Parec¨ªa no entender por qu¨¦ est¨¢bamos all¨ª", a?adi¨® una ginec¨®loga.
Un a?o despu¨¦s, los m¨¦dicos descubrieron que las ni?as "no ten¨ªan cl¨ªtoris y que no presentaban cicatriz por lo que las mutilaciones no eran de fechas recientes". Pero el tribunal considera que la fecha es irrelevante. "De lo que no cabe duda es que acontecieron [las extirpaciones] durante ese intervalo temporal y como quiera que los procesados, progenitores, han afirmado que en ese intervalo no viajaron a Gambia y que permanecieron en Espa?a", alega, para defender que es el tribunal competente.
La Audiencia tampoco acepta que los padres desconociesen que la pr¨¢ctica est¨¢ penada en Espa?a, puesto que ambos llevaban mucho tiempo arraigados en Espa?a. Y no les practica el eximente de reparaci¨®n del da?o, a pesar de que los progenitores se han comprometido a someter a las ni?as a una reconstrucci¨®n del cl¨ªtoris. Pero el tribunal considera que no se pueden basar en una promesa de futuro. Adem¨¢s, los padres no denunciaron los hechos una vez constataron que las menores hab¨ªan sido mutiladas.
La sentencia menciona la "tensi¨®n inevitable" cultural entre las diferentes culturas, flujo del migraciones. En pa¨ªses como Gambia, del que es originario el matrimonio, la mutilaci¨®n genital es una cuesti¨®n de tradici¨®n, y se practica sin la intenci¨®n de menoscabar la integridad f¨ªsica o moral de las menores. Pero el tribunal se acoge a lo defendido por el ministerio fiscal, que ped¨ªa la misma pena, seg¨²n el cual? "el l¨ªmite al respeto a las culturas aut¨®ctonas se encuentra en el respeto a los Derechos Humanos, universalmente conocidos, y que act¨²an como m¨ªnimo denominador intercultural".
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