Una Andaluc¨ªa abandonada a los jaramagos

M¨¢s all¨¢ de la malla met¨¢lica y casi escondida entre la maleza, se descubre una Andaluc¨ªa que duerme abandonada. Su silencio, casi sepulcral, se rompe con la algarab¨ªa del cercano parque de atracciones. Las risas solo se escuchan al otro lado de la calle; en esta acera, un grito mudo de auxilio se apodera del ambiente. Lejos parece haber quedado su pasado glorioso, ese que lo convirti¨® en uno de los espacios m¨¢s visitados durante la Expo 92 de Sevilla. Hoy, la Alhambra, la Giralda, la Mezquita de C¨®rdoba o el tajo de Ronda sue?an con despertar de este letargo.

Desde hace m¨¢s de a?o y medio, el parque Andaluc¨ªa de los Ni?os ¡ªun espacio situado en la Isla de La Cartuja con 76 maquetas de los principales monumentos andaluces y que recrea la idiosincrasia de la comunidad¡ª permanece cerrado despu¨¦s de que Isla M¨¢gica dejara de explotarlo ¡°debido a su alto coste de mantenimiento¡± y se lo devolviera a su propietaria: la Junta de Andaluc¨ªa. En estos meses, y ante el abandono de la Administraci¨®n, las inclemencias meteorol¨®gicas y varios episodios vand¨¢licos han convertido el parque en una copia desoladora de la comunidad. ¡°Las maquetas est¨¢n muy deterioradas, algunas han sido mutiladas, se ha robado el cableado, las malas hierbas campan a sus anchas... Es una verdadera pena¡±, explica Alberto Mart¨ªn, presidente de la asociaci¨®n Legado Expo, un colectivo que persigue divulgar este patrimonio.

Tras convertirse en un quebradero de cabeza para la Junta ¡ªque incluso ha barajado el traslado del parque a otro punto de la capital, como el Alamillo¡ª, la Consejer¨ªa de Hacienda inform¨® a finales de abril que ultima el pliego de condiciones para sacar a concurso p¨²blico la explotaci¨®n del espacio, un anuncio que ha despertado el inter¨¦s de varias empresas. ¡°La Junta ha dejado morir el parque. Si no se hubiese abandonado de esta manera, ahora su puesta en funcionamiento no ser¨ªa tan complicada, ni tan costosa¡±, explica Mart¨ªn, quien critica que la ¨²nica vigilancia que ha tenido en este tiempo el parque ha sido ¡°un par de candados¡±. En respuesta, la Administraci¨®n asegura que ha estado realizando una serie de actuaciones encaminadas a restaurar y recuperar estas instalaciones, acciones que no especifica.

¡°La pasividad del Gobierno ha sido tal que, tras un nuevo caso de vandalismo a principios de este mes, tuvimos que arreglar nosotros el agujero que hab¨ªa en la malla met¨¢lica y por el que se colaron estas personas¡±, afirma Mart¨ªn, quien a?ade que, a los pocos d¨ªas, t¨¦cnicos de la Administraci¨®n acudieron a la zona para ¡°rematar¡± el trabajo del colectivo. El presidente de la asociaci¨®n tambi¨¦n ha criticado la nula implicaci¨®n del Ayuntamiento en esta lucha. ¡°No ha movido ni un dedo. El parque es patrimonio de la capital, pero parece que eso a los pol¨ªticos se les olvida¡±, a?ade.

El principal escollo

Esa inversi¨®n para rehabilitar el espacio de la que habla Mart¨ªn es, sin lugar a dudas, el principal escollo con el que tropieza la resurrecci¨®n del parque. ¡°Aunque durante la reuni¨®n que mantuvimos con representantes de la Junta no se trat¨® este asunto, creo que es vital realizar un estudio para saber a cu¨¢nto ascender¨ªa. Es verdad que creemos que deber¨ªa desembolsarlo la Junta, pero todo es negociable¡±, explica Fernando de Ercilla, consejero delegado de Catalunya en Miniatura, una de las empresas interesadas en el proyecto y que gestiona un espacio similar al de Andaluc¨ªa de los Ni?os. En este sentido, Ercilla asegura que lo que m¨¢s le preocupa es el estado de las infraestructuras. ¡°Para reparar las maquetas contamos con nuestros propios t¨¦cnicos. El problema es lo que hay debajo. Todo lo relacionado con el cableado, el sistema de riego...¡±, apunta.

Con 106.000 visitas durante 2012, Ercilla asegura que negocios como el parque catal¨¢n son rentables. ¡°En este caso, el problema ha sido que Isla M¨¢gica no ha sabido c¨®mo explotarlo. En los ¨²ltimos tres a?os, la tendencia del n¨²mero de visitas a Catalunya en Miniatura ha ido al alza¡±, apunta el empresario. ¡°Sevilla es una ciudad muy tur¨ªstica y la ubicaci¨®n del espacio es ideal. Con una buena gesti¨®n, el parque tiene garant¨ªas de funcionar¡±, a?ade el consejero.

Al igual que Ercilla, Alberto Mart¨ªn y el que fuera director de este espacio y del Pabell¨®n de Andaluc¨ªa, Antonio Rodr¨ªguez Almod¨®var, consideran un error trasladar el proyecto ¡ªincluso varios municipios se interesaron en albergarlo¡ª. ¡°No es que sea imposible, pero su coste ser¨ªa muy elevado, tanto o m¨¢s que cuando se construy¨®¡±, explica Almod¨®var. ¡°Adem¨¢s, en el traslado se podr¨ªan da?ar las maquetas¡±, teme el presidente de Legado Expo.

Siguiendo el estilo del parque catal¨¢n y con el objetivo de hacer m¨¢s interesante el espacio, Ercilla cree que Andaluc¨ªa de los Ni?os puede ofertar otras actividades. ¡°Las altas temperaturas nocturnas de la ciudad permitir¨ªan organizar visitas por la noche como ya se hace en otros espacios similares en Europa. Tambi¨¦n se podr¨ªa aprovechar la proximidad del r¨ªo para realizar otro tipo de eventos¡±, enumera.

Para este enfoque de futuro, Almod¨®var y Mart¨ªn piden que se fomente el car¨¢cter educativo del espacio. ¡°Andaluc¨ªa de los Ni?os tiene ante todo una vocaci¨®n did¨¢ctica, deben concertarse visitas escolares y debe ser un lugar al que puedan acudir peri¨®dicamente las familias¡±, apunta Almod¨®var. En materia de mejora de las instalaciones, ambos defensores del espacio tambi¨¦n tienen sus propuestas. ¡°En Sevilla m¨¢s que la lluvia, el enemigo es el sol, tanto para las maquetas como para los visitantes. Por eso se podr¨ªan colocar umbr¨¢culos¡±, apunta Almod¨®var. ¡°Con el simple gesto de usar bombillas led [de bajo consumo] se ahorrar¨ªa¡±, a?ade Mart¨ªn.

Ante el miedo de que se retrase el concurso o que ¡°nunca llegue a convocarse¡±, Mart¨ªn afirma que conoce a colectivos interesados en colaborar de manera altruista. ¡°Por ejemplo, la asociaci¨®n Amigos del Ferrocarril reparar¨ªa el tren que circulaba por la maqueta¡±, explica. ¡°Eso s¨ª, si va a seguir as¨ª, lo mejor es que se lleven las maquetas que se puedan salvar y que las guarden en un almac¨¦n¡±, a?ade. Con un futuro a¨²n por decidir, Andaluc¨ªa de los Ni?os resiste a la espera, pero con algo m¨¢s de esperanza.